EL MEJOR MÉTODO PARA PREVENIR ESTE TIPO DE DELITOS ES “DESCONFIAR”
“El cuento del tío” y otras modalidades de estafas de las que cualquiera puede ser blanco
Lo ocurrido días atrás con la detención de una pareja que intentó estafar a familiares del Jefe de Investigaciones de la Policía de Gualeguaychú, puso la lupa sobre este tipo de delitos que tienen como destinatarios a las personas adultas mayores, pero las ciberestafas han proliferado tanto en los últimos años que nadie escapa a ser una posible víctima.
Por Carlos Riera
-Hola mamá, soy yo
- ¿Ricardo?
- Si, estoy en el banco. No puedo hablar mucho, pero me acaban de decir que van a sacar de circulación los billetes con la cara de evita. ¿Vos tenés de esos billetes guardados no?
-Si tengo
-Bueno. Ahora va a pasar un amigo a buscarlos por tu casa porque yo no puedo salir de la cola. El banco ya está por cerrar. Así cambiamos los billetes acá en el banco. Dale toda la plata a él.
Esta conversación simulada es un ejemplo de las tantas que han tenido varios estafadores conocidos bajo la modalidad del cuento del tío, que vienen operando desde hace años con la misma artimaña. Lo único que cambia o se modifica es con respecto al valor de los billetes. Años atrás cuando 100 pesos valían mas que ahora, la excusa era sacar de circulación los billetes con la cara de Eva perón. Ahora, la excusa podría ser otra, como ser los dólares con “cara chica”. Pero las formas en que se cometen siempre han sido las ismas. Una estafa que empieza con una conversación telefónica de un presunto familiar en apuros o alertando a la víctima sobre algo que está por suceder en términos económicos en el país, y culmina con una persona física que pasa a buscar ese dinero.
Pero esta es sólo una de las modalidades. Hay otras: los secuestros virtuales, la clonación de Whatsapp en donde los damnificados son tus contactos, que transfieren dinero por una presunta urgencia que tenés. Otro caso es cuando recibís un mensaje o un correo electrónico y te brindan un link que supuestamente te va a proporcionar mayor información, y en realidad hace descargar una aplicación espía (Teamwiewer, Quicksupport) que permite que desde otro dispositivo se manipule tu aparato de manera remota, o accedes a un pago inmediato.
A pesar de las permanentes campañas de prevención, en donde se informa sobre las distintas modalidades y los recaudos que se deben tomar al momento de operar a través de un canal tecnológico, los estafadores siempre se las ingenian para continuar operando. Cambian las formas, los argumentos, el “chamuyo”, pero el blanco y la finalidad es siempre la misma: tomar desprevenidos a los adultos mayores.
Las promociones como carnada
“Ingresé a un link en Instagram, donde me ofrecían descuento de la luz, por parte de la empresa Enersa, donde brindo mis datos personales, luego me llama un numero 1122222222, donde me habla una persona de sexo masculino y manifestó ser el operador 888855, de la ciudad de Paraná, y luego de una series de pasos que fui haciendo a solicitud del operador, me doy cuenta que soy estafado. Me comunique con el banco, donde me manifestaron que tenía que radicar la denuncia policial, ya que tengo una transferencia a una cuenta de destino por un importe de 135 mil pesos y luego me realizaron un adelanto de haberes de 172 mil pesos y otro de 138 mil”.
“Publiqué una heladera en Marketplace por 420 mil pesos, en donde además dejé mi número telefónico. Días después me escribe una persona al WhatsApp que manifestó su interés por mi heladera y me dice que me transfería 310 mil pesos y recibo un comprobante de esta persona. Me llama y me dice que había un problema con la transferencia, que se iban a comunicar del banco conmigo para solucionar el problema. Posteriormente recibo un llamado, y me hace sacar un préstamo desde mi cuenta por 4.500.000 pesos, y me hace transferir a cuatro cuentas diferentes”.
¿Cómo puede ser que caiga en esa estafa esta persona? Se preguntará más de uno que lee estas líneas, pero lo cierto es que ocurre y no es sólo una persona la víctima, sino que son muchas y en cada caso las artimañas utilizadas hacen caer hasta el más vivo.
El Jefe de Investigaciones de la Policía de Gualeguaychú, comisario Jorge Ruiz Moreno, llegó a desarticular la operación de estafa que apuntaba a sus suegros porque justo estaba en ese lugar y casualmente levantó el teléfono. Luego, por su trabajo experiencia, sacó al instante de qué se trataba y esto permitió la detención de la pareja de gitanos, que horas después recibió la libertad y actualmente son buscados vinculados a otro hecho ocurrido horas antes.
En diálogo con EL ARGENTINO, Ruiz Moreno expresó que estas personas “son muy hábiles” y las modalidades van mutando. “Con las cuentas de Whatsapp te mandan un código a través de una conversación sobre un tema de actualidad, que puede ser dengue, boleta de luz, vacunación, cualquier tema latente, para que se lo reenvíes y automáticamente tu cuenta de Wsp es clonada y vos ya no la podes usar. Y si bien a vos no te sacan dinero, es utilizada para mandar mensajes a tus contactos con una supuesta emergencia y que necesitas dinero, le piden plata a tus contactos para que de forma voluntaria te transfieran para ayudarte, les mandan una cuenta de CBU y las víctimas son tus contactos”, contó.
Muchas veces se los detiene, pero el dinero es difícil que se recupere. En el mejor de los casos, cuando son identificados y detenidos, para evitar un proceso penal, arreglan con la o las víctimas, devuelven el dinero y se van con una probation. Pero son más las ganadas que las perdidas. “Tratan de devolver la plata porque no quieren que se les acumulen causas ni tener pedidos de detención”, expresó Ruiz Moreno.
La jefa de la División Delitos Económicos de la Policía de Entre Ríos, comisario Principal Eliana Galarza, contó a EL ARGENTINO que “la modalidad más relevante es la perpetrada bajo el denominado cuento del tío y el secuestro extorsivo virtual, en donde llaman a la línea fija y aprovechando el estado de somnolencia hacen creer que un familiar está secuestrado o en una situación de riesgo, y para ser liberados deben sacar a la puerta de la casa el dinero que tengan en la vivienda”. “Es una maniobra que ataca a los adultos mayores a través de las líneas telefónicas fijas, quienes son embaucados y despojados de sus ahorros”, agregó.
También consideró que “la demanda del uso del Internet a través de las distintas plataformas y la necesidad de adquirir un producto o servicio a menor costo que en del mercado oficial pone en vilo a los usuarios sin distinción de la edad a ser víctima de las tantas modalidades fraudulentas utilizadas para estafar. Las más comunes son aquellas compras de productos realizadas en sitios no oficiales, donde no tienen respaldo”.
La inmediatez de lo virtual
Obviamente que cada uno de estos casos tiene su repercusión judicial. Hay una investigación penal y en algunos casos – que no son tantos con respecto a la cantidad de hechos – hay condenas, pero se hace difícil rastrear a los estafadores y sobre todo probarles el hecho que en muchos casos (en las estafas virtuales) se producen a varios kilómetros de distancia.
El coordinador del Ministerio Público Fiscal de Gualeguaychú, Lisandro Beherán, contó que al formularse una denuncia por este tipo de hechos se origina una investigación que es dirigida por la Fiscalía desde la parte jurídica, y a su vez se vale de la valiosa colaboración de la División la División de Delitos Económicos de la Policía de Entre Ríos y la División Investigaciones en el plano local, pero “el delito concretamente en el cual las personas se valen de medios tecnológicos es muy compleja su investigación porque los medios tecnológicos que hoy por hoy se están utilizando son tan rápidos y es tan inmediato el intercambio de dinero a través de cuentas bancarias que se manejan online que es muy dificultoso poder seguirlos a través de una investigación y llegar a dar a tiempo con sus autores”.
Beherán indicó que “son hechos que se llevan a cabo a la distancia, la tecnología permite esto. Generalmente las personas que cometen este tipo de delitos nunca están cerca, nunca están en la localidad, sino que lo hacen a través de cuentas bancarias y se valen del error que producen en los tenedores de las cuentas bancarias, llámese home banking, utilizando todos los medios comunes de pago por vías informáticas, ya sea Mercado pago y otros online; y lo hacen a través de cuentas bancarias que nunca van a estar a nombre del perpetrador”.
Expresó que se hace una triangulación de ese dinero en “tres, cuatro, cinco, y en hasta seis cuentas bancarias, y es tan rápida, es tan fácil de realizar, tal como nos permiten hoy los medios tecnológicos, lo que hace que sea muy difícil poder dar en definitiva con la última operación y con la disposición de dinero por parte de los perpetradores”.
Distinto es con aquellos casos cometidos bajo la modalidad de “cuento del tío”, en donde sí se ha podido dar con los responsables, pero en este tipo de hechos hay una parte física en la operación, porque se puede identificar al que busca el dinero y el vehículo en el que se moviliza. Ruiz Moreno confió en que la Policía tiene identificados vehículos utilizados para este tipo de estafas, que operan en varias localidades entrerrianas y esto permite que sean detenidos muchas veces en los controles y puestos camineros de las rutas.
Anderson Lozano es un colombiano radicado en Paraná desde hace 15 años, que además de ser abogado se especializa en los delitos informáticos en general, particularmente en las estafas virtuales. “Vivimos en una sociedad hiperconectada y esto viene aumentando paulatinamente, pero en la pandemia se intensificó abruptamente. Por obvias razones eso conllevó a que muchas de nuestras actividades mutaran a los entornos digitales. Eso trajo como consecuencia cuestiones positivas, pero también negativas”, comentó a EL ARGENTINO.
“Algunos de los delitos que antes se hacían en un plano físico han migrado a un ecosistema virtual. Un robo, amenazas, antes se podía identificar quién amenazó a uno, en una extorsión se podía llegar a la persona que estaba cometiendo ese tipo de delitos En ese montón de delitos aparecen las estafas y los ciberdelincuentes. Aprovecharon este cambio en nuestras conductas, en nuestros patrones, y con las herramientas tecnológicas que nos ofrece la modernidad, las empezaron a utilizar a su favor”, agregó.
Dada su especialidad y trayectoria, Lozano aseguró que caer en una de estas estafas “no discrimina si la persona tiene un nivel socioeconómico alto, sociocultural, si es una persona de estudios académicos, no discrimina absolutamente nada. Es transversal a la sociedad”. Y opinó que “el primer mecanismo de defensa para la prevención, es desconfiar”.
“Siempre estos mensajes, estas llamadas, las hacen un día viernes a la tarde, un sábado, si es feriado largo ni hablar, porque las actividades judiciales y bancarias son mínimas. La comunicación con las entidades financieras está reducida, no es muy fácil comunicarse un fin de semana con un banco para dar hacer una denuncia. En fin, hay una serie de elementos que hacen que los días propicios para este tipo de estafas sean los fines de semana”, explicó el abogado.