La Policía Rural realizó nuevos decomisos de carne no apta para la venta
En diferentes procedimientos realizados en diferentes departamentos, los policías encontraron más de una tonelada de carne que no estaba en condiciones de ser comercializada por distintos motivos. En nuestra ciudad, al inspeccionar una carnicería encontraron irregularidades y decomisaron carne bovina y embutidos.
En un nuevo megaoperativo provincial de la Policía entrerriana –que también abarcó Gualeguaychú-, a través de las diferentes Brigada de Abigeato de la Dirección de Prevención Delitos Rurales, se pudieron detectar supuestas infracciones a la Ley Provincial de Carnes N° 4841, donde una vez más surgió la preocupante evidencia de la cantidad de carne decomisada por carecer de control sanitario, ya sea por provenir de un lugar no habilitado para faenas reglamentarias -frigoríficos-, por no estar autorizado para manipular productos alimenticios -libreta sanitaria-, por trasladar el producto para su comercialización con certificados ‘truchos’, por estar en condiciones de higiene antirreglamentarias o lo que es peor no apta para consumo humano al estar putrefacta y nauseabunda. Por otra parte, en casi todos los casos no se puede demostrar la procedencia al carecer de remito y/o factura, lo que posibilita la existencia de un mercado clandestino en manos de cuatreros.
Dentro de este grave contexto, las inspecciones a los comercios o los operativos en la vía pública o rutas permitieron decomisar más de una tonelada de cortes cárnicos que ante el dictamen de los médicos fueron considerados perjudiciales para el consumo humano.
En detalle, fueron más de 1.250 kilos de carne y derivados los decomisados en los diferentes operativos e inspecciones.
En esta ocasión, corrió a cargo de las brigadas de San Salvador, Paraná, Tala, Villaguay y Gualeguaychú hacer los procedimientos en los cuales fue sacada de la venta carne en condiciones no reglamentarias, correspondiendo a la Brigada de Gualeguaychú inspeccionar una carnicería ubicada en avenida Artigas –en la zona de la de la Terminal- , donde se constató carne para ser comercializada que presentaba un olor nauseabundo, con una incipiente coloración violácea en varios cortes cárnicos vacunos, estando a simple vista no apta para consumo humano, certificada esta irregularidad posteriormente por el veterinario policial.
Además, quien en ese momento estaba atendiendo en el negocio carecía de libreta sanitaria para manipular alimentos. A ello se sumó que fue detectada la existencia de chacinados, no habiendo habilitación para la fabricación de los mismos.
En este procedimiento, los brigadistas decomisaron 37 kilos de carne bovina y 3 kilos de embutidos, según consta en el informe suministrado por la Dirección de Prevención de Delitos Rurales.
Dentro de este grave contexto, las inspecciones a los comercios o los operativos en la vía pública o rutas permitieron decomisar más de una tonelada de cortes cárnicos que ante el dictamen de los médicos fueron considerados perjudiciales para el consumo humano.
En detalle, fueron más de 1.250 kilos de carne y derivados los decomisados en los diferentes operativos e inspecciones.
En esta ocasión, corrió a cargo de las brigadas de San Salvador, Paraná, Tala, Villaguay y Gualeguaychú hacer los procedimientos en los cuales fue sacada de la venta carne en condiciones no reglamentarias, correspondiendo a la Brigada de Gualeguaychú inspeccionar una carnicería ubicada en avenida Artigas –en la zona de la de la Terminal- , donde se constató carne para ser comercializada que presentaba un olor nauseabundo, con una incipiente coloración violácea en varios cortes cárnicos vacunos, estando a simple vista no apta para consumo humano, certificada esta irregularidad posteriormente por el veterinario policial.
Además, quien en ese momento estaba atendiendo en el negocio carecía de libreta sanitaria para manipular alimentos. A ello se sumó que fue detectada la existencia de chacinados, no habiendo habilitación para la fabricación de los mismos.
En este procedimiento, los brigadistas decomisaron 37 kilos de carne bovina y 3 kilos de embutidos, según consta en el informe suministrado por la Dirección de Prevención de Delitos Rurales.
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