La Policía Rural secuestró un vacuno faenado de origen dudoso
Personal de la Brigada Abigeato de Gualeguaychú, dependiente de la Dirección de Prevención de Delitos Rurales, que realizaba un operativo vehicular en avenida Irazusta al Sur, interceptó un utilitario que transitaba desde Costa Uruguay Sur hacia nuestra ciudad.
Al ver el operativo, el conductor del rodado trató de evitar el control policial, para lo cual dobló bruscamente para ingresar al barrio nuevo que se encuentra en construcción en esa zona.
La maniobra resultó muy extraña a los uniformados, ya que existe abierta otra entrada al barrio, pero la misma está en una curva del camino, desde donde no se podía ver el lugar donde estaban apostados los policías.
Por este motivo resultó más que evidente que el conductor del utilitario quería evitar el control a toda costa, y por eso no tuvo más que tratar de entrar al barrio eligiendo el acceso que estaba cerrado con una tranquera.
Los brigadistas, ante la evidencia de que el individuo quería tratar de escapar al control, interceptaron el vehículo - una pick up Chevrolet C-10 con cúpula-, que era conducido por un vecino de Gualeguaychú, que demostró tener sobradas ‘razones’ para no querer ser revisado por los uniformados.
Esto fue así puesto que en la caja de la camioneta transportaba un animal bovino faenado (una vaquilla orejana), careciendo de toda documental para demostrar el origen del vacuno. Por supuesto que el mismo no lo traía desde un establecimiento faenador habilitado.
Al encontrarse con la evidencia de una ‘carneada’ clandestina los brigadistas, amparados en la Ley de Carne Nº 7292, labraron un acta de infracción procediendo al decomiso del semoviente faenado, dando intervención al veterinario policial.
Este profesional realizó un informe sobre los cortes cárnicos, dictaminando que la carne no era apta para el consumo humano ya que más allá de que se desconocía su procedencia, carecía de los controles sanitarios, por lo que se dispuso su desnaturalización.
La maniobra resultó muy extraña a los uniformados, ya que existe abierta otra entrada al barrio, pero la misma está en una curva del camino, desde donde no se podía ver el lugar donde estaban apostados los policías.
Por este motivo resultó más que evidente que el conductor del utilitario quería evitar el control a toda costa, y por eso no tuvo más que tratar de entrar al barrio eligiendo el acceso que estaba cerrado con una tranquera.
Los brigadistas, ante la evidencia de que el individuo quería tratar de escapar al control, interceptaron el vehículo - una pick up Chevrolet C-10 con cúpula-, que era conducido por un vecino de Gualeguaychú, que demostró tener sobradas ‘razones’ para no querer ser revisado por los uniformados.
Esto fue así puesto que en la caja de la camioneta transportaba un animal bovino faenado (una vaquilla orejana), careciendo de toda documental para demostrar el origen del vacuno. Por supuesto que el mismo no lo traía desde un establecimiento faenador habilitado.
Al encontrarse con la evidencia de una ‘carneada’ clandestina los brigadistas, amparados en la Ley de Carne Nº 7292, labraron un acta de infracción procediendo al decomiso del semoviente faenado, dando intervención al veterinario policial.
Este profesional realizó un informe sobre los cortes cárnicos, dictaminando que la carne no era apta para el consumo humano ya que más allá de que se desconocía su procedencia, carecía de los controles sanitarios, por lo que se dispuso su desnaturalización.
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