EL ADELANTO DEL VEREDICTO SE CONOCERÁ EL 4 DE SEPTIEMBRE
La querella pidió prisión efectiva al ex policía acusado de estafar a una anciana
Durante la semana asada se desarrollaron las audiencias testimoniales en el juicio que se le sigue a un ex funcionario policial por quedarse con las propiedades de una mujer de 79 con sus funciones cognitivas deterioradas, que quedó sola en pandemia. En los alegatos del lunes, la Fiscalía pidió pena condicional, mientras que el querellante requirió 6 años de cárcel.
El imputado por defraudación es un hombre de 47 años, oriundo de Gualeguaychú, que cumplió funciones en la Policía de Concepción del Uruguay. La denunciante es una mujer de 79 años que habría sido estafada en su confianza tras la muerte de su esposo y su cuñada, con quienes convivía en un campo en Colonia Caseros.
En la denuncia que hizo la mujer, el primer acercamiento que tuvo ella y su marido con el ex funcionario policial que cumplía su trabajo en Concepción del Uruguay ocurrió en 2018, por ser vecino del campo donde vivía ella vivía junto a su marido y su cuñada. Este hombre ganó la confianza del matrimonio y los ayudaba en distintas actividades, pero comenzada la pandemia en 2020 la anciana quedó sola por la muerte de su marido y su cuñada. Y esto habría sido aprovechado por el imputado.
La denunciante no tiene hijos y siempre vivió en el campo. Casi no tuvo instrucción escolar, por lo que sus habilidades de lectoescritura siempre fueron reducidas. El imputado, que trabajaba en la Policía en ese momento, se les acercaba a conversar y así se fue generando la confianza de sus vecinos. Durante la pandemia quedaron aislados porque la familia no tenía permiso para ir hasta el campo en Colonia Caseros a visitarla y fue en ese contexto que su esposo y su cuñada murieron. Ella quedó muy sola: “Se me estroló la cabeza”, dijo en su denuncia.
Para la acusación, el hombre se ofrecía a ayudarla y parecía que lo hacía de buena fe, pero la fue aislando cada vez más y despojando de sus cosas. Incluso, y según señala la mujer en su denuncia, le vendió vacas, le decía que le iba a dar la plata, pero al parecer nada de eso sucedió.
“Él iba a ayudarme a hacer trabajos en el campo, teníamos una buena relación tanto conmigo como con mi marido. Yo le había dicho que le iba a dar una pequeña propiedad para él, para pagarle y devolver la ayuda que me daba, a modo de voluntad”, manifestó la mujer en su denuncia, aclarando que ese pago por sus trabajos y ayuda se trataba de “un pedacito de terreno” y “no todo el campo”.
Fue en ese contexto, y una vez que quedó sola, que el denunciado la trajo a Gualeguaychú para modificar el testamento ante una escribana de su confianza. El fiscal Jorge Gutiérrez expresó en su acusación que la damnificada fue traída a Gualeguaychú “a firmar papeles con personas que ella no conocía como testigos y profesionales que no había contratado, que nadie se adaptó a sus necesidades intelectuales o auditivas”.
En esa primera visita a Gualeguaychú estuvieron una escribanía en pleno centro de la ciudad y, según refiere la denuncia: “Me leyeron algo, pero yo escuchaba poco porque soy media sorda, no recuerdo qué es lo que me leyeron, estábamos presente él, yo, la chica (escribana) y dos testigos: un hombre y una mujer que yo no conocía. Ellos ya estaban esperando cuando nosotros llegamos, firmé dos papeles que yo pensaba que estaba firmando para darle esa pequeña propiedad”.
En su segunda visita, del 10 de febrero de 2021, el acusado la trajo a “firmar otros papeles” y la escribana “leyó algo, pero como yo no escucho ni veo bien, no sé bien qué era, me dijo que era el título de la pequeña propiedad que yo le estaba dando, firmé un solo papel”. “Quiero dejar asentado que esa no fue mi voluntad, yo solo quería darle una pequeña propiedad, no sabía qué era lo que estaba firmando en realidad”, afirmó la mujer en su denuncia.
El lunes 19 de agosto comenzó el juicio, que a lo largo de esa semana tuvo tres audiencias en las que pasaron los diferentes testigos convocados por las partes acusadoras y la defensa del imputado. Entre los testigos de la Fiscalía se escucharon los testimonios de un médico neurólogo, la perito psicóloga de la jurisdicción, una médica forense de Concepción del Uruguay, además de una sobrina de la mujer y una hermana.
En pocas palabras, lo que manifestaron estos testigos fue que la mujer era una persona vulnerable, angustiada, con fallas en la memoria, con una capacidad de atención limitada y un rendimiento cognitivo bajo, que sufrió un gran impacto emocional a raíz del aislamiento obligatorio en pandemia, además de las pérdidas de su esposo y su cuñada, que desencadenaron un proceso emocional depresivo severo. Una persona con problemas cognitivos por la edad y otros aparejados por el nivel educativo y social que tiene.
El miércoles 4 de septiembre se conocerá el adelanto de veredicto respecto a las penas que se pidieron en los alegatos de clausura de este lunes. El Fiscal Gutiérrez requirió una pena de prisión condicional de 3 años por los delitos de fraude y fraude en grado de tentativa, mientras que el querellante Luis Grandi solicitó una prisión efectiva de seis años. En tanto, el defensor del acusado, José Ostolaza, demandó la absolución.