Llegan más efectivos y elementos para la Brigada de Abigeato
Para intentar frenar la ola delictiva en las zonas rurales del departamento y mantener controlado la proliferación de un mercado negro de venta de carne, la Dirección Provincial de Delitos Rurales, incrementará la dotación de la Brigada de Abigeato local y la dotó de nuevos elementos. La sensación de seguridad de los productores sigue siendo negativa.
En la vieja casona que corresponde a la Brigada de Abigeato local en Costa Uruguay Sur, el clima parece distendido, tras jornadas enteras sin dormir y por estar recargados en tareas prevencionales en las zonas rurales.
Los agentes y oficiales, saben que les queda un arduo trabajo por delante, pero también hoy sienten que cuentan con más respaldo desde la Dirección de Prevención de Delitos Rurales con asiento en La Paz, a la cual depende la Brigada, además la Jefatura Departamental de Policías le brinda su apoyo y las entidades intermedias del campo que alzaron la voz por más recursos.
Hace apenas algunas semanas los cuatreros, parecían burlarse de la Policía y de los pobladores de las zonas rurales del departamento, dando golpes audaces, en Costa Uruguay Sur, Costa Uruguay Norte, Sarandi, Perdices, Colonia Elías y otras localidades.
Estos hechos reiterados, llevó a que el diputado Juan Alberto Bettendroff, le hiciera un expreso pedido al jefe departamental de Policía, comisario mayor Roberto Sánchez que intercediera.
Esos mismos pedidos se hicieron desde la Federación Agraria local y la Sociedad Rural, quienes mantuvieron reuniones con el jefe de la Dirección de Prevención de Delitos Rurales comisario mayor Hugo Sixto Pasutti que rápidamente montón un operativo conjunto con la Jefatura Departamental en las zonas rurales, con buenos resultados.
Sin embargo los hechos delictivos no se terminaron.
“A partir de hoy voy a estar armado y se lo voy a hacer saber a la Justicia”, le dijo el 29 de abril pasado a EL ARGENTINO el productor ganadero Martín Etchazarreta. En su campo de Sarandi, le carnearon tres toros Aberdinangus de dos años y medio. En una hora los cuatreros despojaron al productor de 15 mil pesos y se llevaron unos 350 kg de carne.
Al poco tiempo otro productor de la zona de Colonia Elias, publicó un carta abierta en los medios de prensa locales, dirigiéndose a los carneadores donde le anunciaba: “Vengo informarles que he decidido no tener más hacienda -por ahora- en ese campito que tantas satisfacciones les ha dado”, escribió el productor ganadero Diego Fernández.
“La verdad es que nunca pensé que pudieran salirse con la suya con tan escasos recursos. Solo tenían ustedes algún que otro vehículo viejo, unos perros una carabina y el resto eran tareas de inteligencia.
Para mi modo de ver no podrían nunca ustedes superar nada menos que a la Policía de Entre Ríos con todo su poder de hombres máquinas, sistemas y por supuesto la inteligencia de funcionarios especialmente entrenados en academias específicas”.
El 16 de septiembre de 2009, el comisario mayor Hugo Sixto Pasutti, presentó la Brigada de Abigeato en Gualeguaychú, en la cual a la prensa se mostró los nuevos efectivos y se explicó cómo se conformó este cuerpo especializado para el combate de los delitos rurales.
La idea fue excelente sin duda, pero pronto la falta de infraestructura y recursos comenzó a mostrar grietas en la organización policial y una falta de eficacia para controlar a los carneadores.
En aquel entonces solo se contaba con una dotación de 30 hombres con una camioneta 4x4 camuflada para mimetizarse con el paisaje rural.
Sin embargo, los agentes vivían en las peores condiciones dado las falencias de infraestructura que había en la Brigada de Costa Uruguay.
A veces ni siquiera tenían recursos para alimentarse, y debían conformarse con un mate o un guiso carrero.
La dependencia policial ubicada en Costa Uruguay Sur apenas pasando el puente del Arroyo El Cura, es un poco más que una tapera de campo.
En 2009 cuando la Brigada tomó posesión de la Comisaría, contaba con escasas comodidades para los policías y encima se encuentra hasta hoy en el medio de un predio que a lo largo de los años se fueron acumulando vehículos retenidos y chatarra.
En diciembre de ese año, el temporal que azotó la ciudad entre el 24 de diciembre y el 31 de ese mes, produjo daños de consideración al techo de la casa, dejando inutilizado varias dependencias. Pasó más de un año para Arquitectura de la Provincia y la misma Dirección lograran subsanar el inconveniente.
En aquel momento, con solo un vehículo, debía controlar una red caminera de 2.500 Km de caminos secundarios y terciarios, en un departamento que cuenta con el segundo stock ganadero más importante de la provincia.
No disponían de caballos, no contaban con motos para recorrer los caminos vecinales o pasar desapercibidos en los operativos, carecían de una computadora con internet en la oficina, no contaban con visión infrarroja, tecnología de posicionamiento global (JPS) para los vehículos y un bote para patrullar los cursos de agua en una provincia que casualmente se llama Entre Ríos.
Esta debilidad de la fuerza fue rápidamente aprovechada por los cuatreros, que ven en el aumento de la carne en las góndolas, una excelente oportunidad para colocar el producto robado en las carneadas a campo, de forma rápida, y hasta a veces esa demanda les permitía carnear por encargue, haciendo que el riesgo valiera la pena.
La situación de la Brigada hoy
En este semestre se espera la llegada de más personal a la Brigada, el jefe de la Brigada el subcomisario Marcelo Della Giustina no supo precisar cuántos efectivos llegarán como refuerzos, pero la buena noticia es que se sumará otro oficial a la dotación para mejorar la capacidad operativa.
El edificio comienza a ser reparado poco a poco, para dotar de más comodidades a los agentes, que hoy ya cuentan con un calefón eléctrico, una cocina, dormitorios, una sala de estar con estufa hogar y una oficina para atención al público con una PC conectada a internet.
Aún la Brigada carece de la tecnología de posicionamiento global en los vehículos, para darle un mejor orientación en los caminos departamentales que cuenta de una red de caminos secundarios y terciarios de 2500 Km según datos extraídos de la zonal de Vialidad Gualeguaychú.
Además los efectivos carecen de largavista con visión infrarroja, para realizar operativos nocturnos en los senderos, arroyos, que le sirva tomar por sorpresa a los cuatreros.
Sin embargo, en estos pocos meses las condiciones de vida del policía dentro de la Brigada, mejoraron en gran medida, se dotó de más elementos logísticos, además de contar con el apoyo operativo de las Brigadas de Islas, Uruguay y Tala, en caso que desde la Dirección se quieran hacer operativos en zonas conflictivas, que a su vez cuenta con el apoyo de la Jefatura Departamental.
La Brigada hoy cuenta con alrededor de 25 hombres de los cuales dos son oficiales, todos entrenados en la Dirección de delitos Rurales con asiento en La Paz.
Para la logística y las tareas de patrullajes preventivos, cuentan con una camioneta todo terreno, y gracias a las gestiones de las entidades rurales, la misma Jefatura Departamental de Policía y las constantes columnas editoriales de EL ARGENTINO, que alertaban sobre la escases de recursos para el desempeño de las tareas preventivas, este año la Brigada recibió dos motos todo terreno y un bote con motor fuera de borda para poder patrullar los cursos de agua del departamento.
Los recursos humanos, son policías ya de carrera en la fuerza, que por ser nativos de pueblos rurales o conocedores de las zonas rurales, le permiten tener una mejor adaptación a las duras condiciones de las zonas rurales, adaptados a moverse en terreno agreste y enfrentar con mayor entereza los elementos de la naturaleza.
“Por el momento no tenemos una zona puntual para definirla como zona roja del delito, porque las característica de estos hechos ocurre en distintos puntos del departamento”, agregó Della Giustina.
“No tenemos un lugar específico donde podamos decir que hay reiterados hechos delictivos. Si llevamos un registro de los hechos, los lugares y los horarios de las carneadas. Esto nos permite definir un patrón de comportamiento en los hechos.
Vemos que lo que prevalece son hechos de carneada a campo que generalmente ocurren en horas de la noche y la madrugada, pero no tenemos robos de animales en pie como en otras épocas”, aclara.
-¿Podemos hablar de bandas organizadas en el delito de abigeato? (Preguntó EL ARGENTINO al subcomisario)
-Lo que entendemos es que no son bandas organizadas, sino que son grupos oportunistas que tratan de sacar provecho carneando alguna vaca del lugar donde se mueven, para luego sacarle un provecho. Tampoco podemos hablar de un comercio, si bien algo de esa carne puede terminar en algunas despensas vendiéndose al público, no podemos hablar de un comercio ilegal de esta carne, porque tendríamos que entrar a hablar de otros volúmenes.
-¿Ud. se refiere a que no existe un mercado negro para esa carne robada?
-Se intentó insertar un mercado negro de carne robada, pero lo logramos controlar en un 70 a 80 por ciento, dado a que lo hemos combatido, puede quedar algún resabio de ese mercado negro, pero estamos trabajando sobre eso. Para poder controlar la proliferación de este mercado negro hemos aplicado la ley de carne, en la cual salimos a inspeccionar carnicerías junto a Fiscalizaciones de la Provincia e Inspección General de la Municipalidad. En lo que va del año llevamos controlada más de 120 carnicerías y despensas y se han labrado 40 actas.
-¿Cree que es necesario el traspaso de las comisarías rurales del departamento a la Dirección de Delitos Rurales?
-No he evaluado el impacto que eso ocasionaría, lo que si puedo decir es que estamos trabajando conjuntamente con Jefatura Departamental e inclusive se han realizado y se realizan operativos conjunto con el personal que está en las comisarías de campaña y tenemos comunicación permanente con el jefe y subjefe de Policía, el jefe de Operaciones y los jefes de las comisarías.
Tenemos comunicación directa con los responsables del destacamentos policiales de Palavecino, Rincón del Gato y demás.
Últimamente prestamos colaboración en tareas prevencionales a la comisaría de Rincón del Gato. Estamos aceitando los engranajes para que la prevención funcione mejor.
-¿Cuál es la sensación de seguridad que hoy tienen los productores?
(Silencio) Siempre lo dije que el 80 por ciento de mi carrera de 15 años de antigüedad en la Policía lo hice trabajando en zonas rurales y siempre digo que la carneada propiamente dicha la única manera de combatirla es la prevención, porque una vez que ocurre el delito es muy difícil lograr el esclarecimiento. Hemos logrado algunos resultados, pero no es un resultado efectivo en un ciento por ciento.
Esto no es como el robo de una bicicleta, que luego en el procedimiento se logrará dar con la bicicleta y se acabó el problema. La carneada, es algo inmediato, si no se encuentra a los delincuentes enseguida, será difícil esclarecerlo dado la rapidez con que la carne o puede diluirse. La prevención es lo más importante es el arma fundamental.
Por Diego Elgart
EL ARGENTINO (c)
Los agentes y oficiales, saben que les queda un arduo trabajo por delante, pero también hoy sienten que cuentan con más respaldo desde la Dirección de Prevención de Delitos Rurales con asiento en La Paz, a la cual depende la Brigada, además la Jefatura Departamental de Policías le brinda su apoyo y las entidades intermedias del campo que alzaron la voz por más recursos.
Hace apenas algunas semanas los cuatreros, parecían burlarse de la Policía y de los pobladores de las zonas rurales del departamento, dando golpes audaces, en Costa Uruguay Sur, Costa Uruguay Norte, Sarandi, Perdices, Colonia Elías y otras localidades.
Estos hechos reiterados, llevó a que el diputado Juan Alberto Bettendroff, le hiciera un expreso pedido al jefe departamental de Policía, comisario mayor Roberto Sánchez que intercediera.
Esos mismos pedidos se hicieron desde la Federación Agraria local y la Sociedad Rural, quienes mantuvieron reuniones con el jefe de la Dirección de Prevención de Delitos Rurales comisario mayor Hugo Sixto Pasutti que rápidamente montón un operativo conjunto con la Jefatura Departamental en las zonas rurales, con buenos resultados.
Sin embargo los hechos delictivos no se terminaron.
“A partir de hoy voy a estar armado y se lo voy a hacer saber a la Justicia”, le dijo el 29 de abril pasado a EL ARGENTINO el productor ganadero Martín Etchazarreta. En su campo de Sarandi, le carnearon tres toros Aberdinangus de dos años y medio. En una hora los cuatreros despojaron al productor de 15 mil pesos y se llevaron unos 350 kg de carne.
Al poco tiempo otro productor de la zona de Colonia Elias, publicó un carta abierta en los medios de prensa locales, dirigiéndose a los carneadores donde le anunciaba: “Vengo informarles que he decidido no tener más hacienda -por ahora- en ese campito que tantas satisfacciones les ha dado”, escribió el productor ganadero Diego Fernández.
“La verdad es que nunca pensé que pudieran salirse con la suya con tan escasos recursos. Solo tenían ustedes algún que otro vehículo viejo, unos perros una carabina y el resto eran tareas de inteligencia.
Para mi modo de ver no podrían nunca ustedes superar nada menos que a la Policía de Entre Ríos con todo su poder de hombres máquinas, sistemas y por supuesto la inteligencia de funcionarios especialmente entrenados en academias específicas”.
El 16 de septiembre de 2009, el comisario mayor Hugo Sixto Pasutti, presentó la Brigada de Abigeato en Gualeguaychú, en la cual a la prensa se mostró los nuevos efectivos y se explicó cómo se conformó este cuerpo especializado para el combate de los delitos rurales.
La idea fue excelente sin duda, pero pronto la falta de infraestructura y recursos comenzó a mostrar grietas en la organización policial y una falta de eficacia para controlar a los carneadores.
En aquel entonces solo se contaba con una dotación de 30 hombres con una camioneta 4x4 camuflada para mimetizarse con el paisaje rural.
Sin embargo, los agentes vivían en las peores condiciones dado las falencias de infraestructura que había en la Brigada de Costa Uruguay.
A veces ni siquiera tenían recursos para alimentarse, y debían conformarse con un mate o un guiso carrero.
La dependencia policial ubicada en Costa Uruguay Sur apenas pasando el puente del Arroyo El Cura, es un poco más que una tapera de campo.
En 2009 cuando la Brigada tomó posesión de la Comisaría, contaba con escasas comodidades para los policías y encima se encuentra hasta hoy en el medio de un predio que a lo largo de los años se fueron acumulando vehículos retenidos y chatarra.
En diciembre de ese año, el temporal que azotó la ciudad entre el 24 de diciembre y el 31 de ese mes, produjo daños de consideración al techo de la casa, dejando inutilizado varias dependencias. Pasó más de un año para Arquitectura de la Provincia y la misma Dirección lograran subsanar el inconveniente.
En aquel momento, con solo un vehículo, debía controlar una red caminera de 2.500 Km de caminos secundarios y terciarios, en un departamento que cuenta con el segundo stock ganadero más importante de la provincia.
No disponían de caballos, no contaban con motos para recorrer los caminos vecinales o pasar desapercibidos en los operativos, carecían de una computadora con internet en la oficina, no contaban con visión infrarroja, tecnología de posicionamiento global (JPS) para los vehículos y un bote para patrullar los cursos de agua en una provincia que casualmente se llama Entre Ríos.
Esta debilidad de la fuerza fue rápidamente aprovechada por los cuatreros, que ven en el aumento de la carne en las góndolas, una excelente oportunidad para colocar el producto robado en las carneadas a campo, de forma rápida, y hasta a veces esa demanda les permitía carnear por encargue, haciendo que el riesgo valiera la pena.
La situación de la Brigada hoy
En este semestre se espera la llegada de más personal a la Brigada, el jefe de la Brigada el subcomisario Marcelo Della Giustina no supo precisar cuántos efectivos llegarán como refuerzos, pero la buena noticia es que se sumará otro oficial a la dotación para mejorar la capacidad operativa.
El edificio comienza a ser reparado poco a poco, para dotar de más comodidades a los agentes, que hoy ya cuentan con un calefón eléctrico, una cocina, dormitorios, una sala de estar con estufa hogar y una oficina para atención al público con una PC conectada a internet.
Aún la Brigada carece de la tecnología de posicionamiento global en los vehículos, para darle un mejor orientación en los caminos departamentales que cuenta de una red de caminos secundarios y terciarios de 2500 Km según datos extraídos de la zonal de Vialidad Gualeguaychú.
Además los efectivos carecen de largavista con visión infrarroja, para realizar operativos nocturnos en los senderos, arroyos, que le sirva tomar por sorpresa a los cuatreros.
Sin embargo, en estos pocos meses las condiciones de vida del policía dentro de la Brigada, mejoraron en gran medida, se dotó de más elementos logísticos, además de contar con el apoyo operativo de las Brigadas de Islas, Uruguay y Tala, en caso que desde la Dirección se quieran hacer operativos en zonas conflictivas, que a su vez cuenta con el apoyo de la Jefatura Departamental.
La Brigada hoy cuenta con alrededor de 25 hombres de los cuales dos son oficiales, todos entrenados en la Dirección de delitos Rurales con asiento en La Paz.
Para la logística y las tareas de patrullajes preventivos, cuentan con una camioneta todo terreno, y gracias a las gestiones de las entidades rurales, la misma Jefatura Departamental de Policía y las constantes columnas editoriales de EL ARGENTINO, que alertaban sobre la escases de recursos para el desempeño de las tareas preventivas, este año la Brigada recibió dos motos todo terreno y un bote con motor fuera de borda para poder patrullar los cursos de agua del departamento.
Los recursos humanos, son policías ya de carrera en la fuerza, que por ser nativos de pueblos rurales o conocedores de las zonas rurales, le permiten tener una mejor adaptación a las duras condiciones de las zonas rurales, adaptados a moverse en terreno agreste y enfrentar con mayor entereza los elementos de la naturaleza.
“Por el momento no tenemos una zona puntual para definirla como zona roja del delito, porque las característica de estos hechos ocurre en distintos puntos del departamento”, agregó Della Giustina.
“No tenemos un lugar específico donde podamos decir que hay reiterados hechos delictivos. Si llevamos un registro de los hechos, los lugares y los horarios de las carneadas. Esto nos permite definir un patrón de comportamiento en los hechos.
Vemos que lo que prevalece son hechos de carneada a campo que generalmente ocurren en horas de la noche y la madrugada, pero no tenemos robos de animales en pie como en otras épocas”, aclara.
-¿Podemos hablar de bandas organizadas en el delito de abigeato? (Preguntó EL ARGENTINO al subcomisario)
-Lo que entendemos es que no son bandas organizadas, sino que son grupos oportunistas que tratan de sacar provecho carneando alguna vaca del lugar donde se mueven, para luego sacarle un provecho. Tampoco podemos hablar de un comercio, si bien algo de esa carne puede terminar en algunas despensas vendiéndose al público, no podemos hablar de un comercio ilegal de esta carne, porque tendríamos que entrar a hablar de otros volúmenes.
-¿Ud. se refiere a que no existe un mercado negro para esa carne robada?
-Se intentó insertar un mercado negro de carne robada, pero lo logramos controlar en un 70 a 80 por ciento, dado a que lo hemos combatido, puede quedar algún resabio de ese mercado negro, pero estamos trabajando sobre eso. Para poder controlar la proliferación de este mercado negro hemos aplicado la ley de carne, en la cual salimos a inspeccionar carnicerías junto a Fiscalizaciones de la Provincia e Inspección General de la Municipalidad. En lo que va del año llevamos controlada más de 120 carnicerías y despensas y se han labrado 40 actas.
-¿Cree que es necesario el traspaso de las comisarías rurales del departamento a la Dirección de Delitos Rurales?
-No he evaluado el impacto que eso ocasionaría, lo que si puedo decir es que estamos trabajando conjuntamente con Jefatura Departamental e inclusive se han realizado y se realizan operativos conjunto con el personal que está en las comisarías de campaña y tenemos comunicación permanente con el jefe y subjefe de Policía, el jefe de Operaciones y los jefes de las comisarías.
Tenemos comunicación directa con los responsables del destacamentos policiales de Palavecino, Rincón del Gato y demás.
Últimamente prestamos colaboración en tareas prevencionales a la comisaría de Rincón del Gato. Estamos aceitando los engranajes para que la prevención funcione mejor.
-¿Cuál es la sensación de seguridad que hoy tienen los productores?
(Silencio) Siempre lo dije que el 80 por ciento de mi carrera de 15 años de antigüedad en la Policía lo hice trabajando en zonas rurales y siempre digo que la carneada propiamente dicha la única manera de combatirla es la prevención, porque una vez que ocurre el delito es muy difícil lograr el esclarecimiento. Hemos logrado algunos resultados, pero no es un resultado efectivo en un ciento por ciento.
Esto no es como el robo de una bicicleta, que luego en el procedimiento se logrará dar con la bicicleta y se acabó el problema. La carneada, es algo inmediato, si no se encuentra a los delincuentes enseguida, será difícil esclarecerlo dado la rapidez con que la carne o puede diluirse. La prevención es lo más importante es el arma fundamental.
Por Diego Elgart
EL ARGENTINO (c)
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