Robo de bebés: los datos que se buscan con la indagatoria del doctor Torrealday
El juez Leandro Ríos pidió la indagatoria al doctor Miguel Torrealday, ex funcionario de la Provincia. El ahora imputado, dirigía el servicio de Neonatología durante la dictadura cívico militar, cuando estaban internados los mellizos Valenzuela Negro.
El juez federal Leandro Ríos se tomó cinco meses para resolver el pedido de indagatoria al médico Miguel Torrrealday, director del Instituto Privado de Pediatría (IPP) y ex funcionario provincial en la cartera de Salud, sospechado de tener participación en el delito de sustracción y ocultamiento de menores de 10 años durante la dictadura cívico militar. La solicitud de citación había sido presentada el 9 de octubre de 2014 por la querella. El juez corrió vista a la Fiscalía: los fiscales Mario Silva y José Ignacio Candioti se expidieron en una semana y lo hicieron a favor del planteo. Pero la resolución llegó recién en marzo –el Mes de la Memoria– cuando la dilación ya era notoria.
Torrealday tendrá el viernes 27 de marzo la posibilidad de defenderse ante la acusación. Podrá abstenerse de declarar, mantener el discurso de falta de memoria y desconocimiento que enarboló como testigo durante los últimos años o podrá brindar datos que posibiliten que un hombre de 37 años, en algún lugar del país o del exterior, sepa que sus padres no lo abandonaron cuando nació, que lo separaron de ellos por la fuerza, que lo ocultaron, le borraron la identidad y le dieron un destino alejado de sus abuelos, hermanos, tíos, primos. Podrá el doctor facilitar que ese hombre se entere de que tiene una hermana melliza y se reencuentre con ella, publicó el diario Uno de Paraná.
El caso de robo de bebés nacidos en el Hospital Militar de Paraná en marzo de 1978 conmovió a buena parte de la comunidad cuando, en 2011, se realizó el juicio oral y público que terminó con cinco represores condenados y uno absuelto. De ellos uno era un médico militar: Juan Antonio Zaccaría. Todos decidieron callar. También lo hicieron otros profesionales de la salud que pasaron ante el estrado para atestiguar y repitieron que no recordaban nada, entre ellos Torrealday y sus socios Jorge Rossi, Luis Schroeder y David Vainstub. En cambio, las enfermeras sí recordaban la presencia de mellizos sin madre, ni padre, ni nombre, primero en el nosocomio de avenida Ejército y luego en el IPP de calle España.
Torrealday fue quien aportó a Abuelas de Plaza de Mayo, hace 15 años, el libro de internación donde figuraban el ingreso y egreso de bebés NN provenientes del Hospital Militar, libro hallado por “casualidad” en su clínica. Con ese registro, los testimonios de las enfermeras y otras numerosas pruebas se logró, en 2008, la restitución de la identidad de Sabrina Gullino Valenzuela Negro, hija de los desaparecidos Raquel Negro y Tulio Valenzuela, hermana melliza del hombre buscado por todos los rincones. Sin embargo, nunca pudo este pediatra explicar qué profesional atendió a los niños en su instituto, ni por qué los internaron como NN sin dar aviso a ninguna autoridad, ni quién les dio el alta y a quién o quiénes se los entregaron.
Durante el juicio de 2011, cuando el doctor compareció como testigo, desde el Tribunal Oral Federal la jueza Lilia Carnero le exigió “hacer memoria”, le dijo que él y sus socios tenían “la llave para saber” y hasta le increpó: “Creo fervientemente que usted omite información. Yo creo que usted sabe”.
Ahora el juez Ríos lo citó para el 27 de marzo, fecha que coincide con el alta de los mellizos del IPP, hace 37 años, lo que le otorgará una significación aún mayor al acontecimiento. Las cartas están nuevamente sobre la mesa.
Torrealday tendrá el viernes 27 de marzo la posibilidad de defenderse ante la acusación. Podrá abstenerse de declarar, mantener el discurso de falta de memoria y desconocimiento que enarboló como testigo durante los últimos años o podrá brindar datos que posibiliten que un hombre de 37 años, en algún lugar del país o del exterior, sepa que sus padres no lo abandonaron cuando nació, que lo separaron de ellos por la fuerza, que lo ocultaron, le borraron la identidad y le dieron un destino alejado de sus abuelos, hermanos, tíos, primos. Podrá el doctor facilitar que ese hombre se entere de que tiene una hermana melliza y se reencuentre con ella, publicó el diario Uno de Paraná.
El caso de robo de bebés nacidos en el Hospital Militar de Paraná en marzo de 1978 conmovió a buena parte de la comunidad cuando, en 2011, se realizó el juicio oral y público que terminó con cinco represores condenados y uno absuelto. De ellos uno era un médico militar: Juan Antonio Zaccaría. Todos decidieron callar. También lo hicieron otros profesionales de la salud que pasaron ante el estrado para atestiguar y repitieron que no recordaban nada, entre ellos Torrealday y sus socios Jorge Rossi, Luis Schroeder y David Vainstub. En cambio, las enfermeras sí recordaban la presencia de mellizos sin madre, ni padre, ni nombre, primero en el nosocomio de avenida Ejército y luego en el IPP de calle España.
Torrealday fue quien aportó a Abuelas de Plaza de Mayo, hace 15 años, el libro de internación donde figuraban el ingreso y egreso de bebés NN provenientes del Hospital Militar, libro hallado por “casualidad” en su clínica. Con ese registro, los testimonios de las enfermeras y otras numerosas pruebas se logró, en 2008, la restitución de la identidad de Sabrina Gullino Valenzuela Negro, hija de los desaparecidos Raquel Negro y Tulio Valenzuela, hermana melliza del hombre buscado por todos los rincones. Sin embargo, nunca pudo este pediatra explicar qué profesional atendió a los niños en su instituto, ni por qué los internaron como NN sin dar aviso a ninguna autoridad, ni quién les dio el alta y a quién o quiénes se los entregaron.
Durante el juicio de 2011, cuando el doctor compareció como testigo, desde el Tribunal Oral Federal la jueza Lilia Carnero le exigió “hacer memoria”, le dijo que él y sus socios tenían “la llave para saber” y hasta le increpó: “Creo fervientemente que usted omite información. Yo creo que usted sabe”.
Ahora el juez Ríos lo citó para el 27 de marzo, fecha que coincide con el alta de los mellizos del IPP, hace 37 años, lo que le otorgará una significación aún mayor al acontecimiento. Las cartas están nuevamente sobre la mesa.
DE LA REDACCIÓN
EL ARGENTINO/Agencias
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