Sancionan a comerciante por vender carne vacuna de dudosa procedencia
En la zona de El Potrero tenía el producto a la venta sin ningún control sanitario. Practicaba el comercio ilegal porque de lo contrario el negocio no le resultaba rentable • Cuatreros ‘comerciantes’
Personal de la Brigada de Abigeato de Gualeguaychú que, con el aporte de otras brigadas del interior de la provincia, viene implementado un operativo integral de seguridad en todo el departamento y dentro de esa cobertura para brindar mayor seguridad, también se encuentra dispuesto el control a comercios dedicados al expendio de productos y subproductos cárnicos.
Así fue que cuando los brigadistas bajo el mando del oficial principal Rodolfo Vega recorrían la Colonia El Potrero, ingresaron a un comercio ubicado sobre la RN 136 del que tenían conocimiento previo sobre la posible venta clandestina de cortes cárnicos.
Cuando realizaban la inspección ocular del local los rurales detectaron una puerta que daba a una carnicería encubierta, donde comprobaron la existencia de sierras, balanza, ganchos y dos freezer, los cuales contenían bolsas con carne.
El dueño del comercio justificó diciendo que era carne para su consumo y que el instrumental se debía a que antes tenía una carnicería, aunque reconoció que en la actualidad le vendía a algunos vecinos. Para demostrar que el negocio era –aunque ilegal- totalmente ‘transparente’, conservaba el cuero para demostrar la legitima procedencia del vacuno carneado.
Agregó el comerciante que no compra a ningún frigorífico porque considera que es caro, a lo que debe sumar el impuesto para habilitar el comercio por lo que, en definitiva, hacer todo dentro de la legalidad no le reditúa económicamente.
Más allá de las razones esgrimidas, la carne la tiene a la venta sin ningún tipo de control sanitario, además de carecer, precisamente, de la documentación del animal faenado.
Por todo esto se le labró acta por violación a la Ley de Carnes, decomisándose toda la carne vacuna, que fue desnaturalizada por su falta de calidad sanitaria y dudosa procedencia.
Cuatreros ‘comerciantes’
La Brigada de Abigeato de Nogoyá, por su parte, puso al descubierto el accionar de cuatreros que mataban vacunos ajenos para acopiar y vender la carne.
La investigación comenzó con la denuncia de un productor rural que fue víctima de la carneada de tres terneros, aunque solamente se llevaron la carne de uno de los animales, del que dejaron sus vísceras. A los otros los degollaron sin llevarse ningún corte cárnico.
Los rastros dejados indicaban que los autores no vivirían lejos, lo que llevó a la conclusión de que dos sujetos ‘conocidos’ por sus hábitos de cuatrerismo serían los autores materiales del ilícito.
Los brigadistas y efectivos de la Jefatura de Nogoyá allanaron los domicilios de los sospechosos en la ciudad cabecera departamental, secuestrando las cabezas de los animales faenados, además de seis bolsas con carne vacuna (para consumo propio y para vender) y otros elementos.
Así fue que cuando los brigadistas bajo el mando del oficial principal Rodolfo Vega recorrían la Colonia El Potrero, ingresaron a un comercio ubicado sobre la RN 136 del que tenían conocimiento previo sobre la posible venta clandestina de cortes cárnicos.
Cuando realizaban la inspección ocular del local los rurales detectaron una puerta que daba a una carnicería encubierta, donde comprobaron la existencia de sierras, balanza, ganchos y dos freezer, los cuales contenían bolsas con carne.
El dueño del comercio justificó diciendo que era carne para su consumo y que el instrumental se debía a que antes tenía una carnicería, aunque reconoció que en la actualidad le vendía a algunos vecinos. Para demostrar que el negocio era –aunque ilegal- totalmente ‘transparente’, conservaba el cuero para demostrar la legitima procedencia del vacuno carneado.
Agregó el comerciante que no compra a ningún frigorífico porque considera que es caro, a lo que debe sumar el impuesto para habilitar el comercio por lo que, en definitiva, hacer todo dentro de la legalidad no le reditúa económicamente.
Más allá de las razones esgrimidas, la carne la tiene a la venta sin ningún tipo de control sanitario, además de carecer, precisamente, de la documentación del animal faenado.
Por todo esto se le labró acta por violación a la Ley de Carnes, decomisándose toda la carne vacuna, que fue desnaturalizada por su falta de calidad sanitaria y dudosa procedencia.
Cuatreros ‘comerciantes’
La Brigada de Abigeato de Nogoyá, por su parte, puso al descubierto el accionar de cuatreros que mataban vacunos ajenos para acopiar y vender la carne.
La investigación comenzó con la denuncia de un productor rural que fue víctima de la carneada de tres terneros, aunque solamente se llevaron la carne de uno de los animales, del que dejaron sus vísceras. A los otros los degollaron sin llevarse ningún corte cárnico.
Los rastros dejados indicaban que los autores no vivirían lejos, lo que llevó a la conclusión de que dos sujetos ‘conocidos’ por sus hábitos de cuatrerismo serían los autores materiales del ilícito.
Los brigadistas y efectivos de la Jefatura de Nogoyá allanaron los domicilios de los sospechosos en la ciudad cabecera departamental, secuestrando las cabezas de los animales faenados, además de seis bolsas con carne vacuna (para consumo propio y para vender) y otros elementos.
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