Violento asalto a un cura en Tres Arroyos
Un cura fue maniatado y duramente golpeado por delincuentes que entraron a robar en una casa parroquial, situada en la localidad bonaerense de Tres Arroyos, en la zona sur del territorio provincial.
Según se difundió ayer, la odisea fue vivida el jueves pasado, junto con un grupo de feligreses, por el cura párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Luján de Tres Arroyos, Domingo Torquatti.
Según relató en declaraciones a medios locales el propio clérigo -quien ya había sufrido otros cuatro asaltos, pero nunca de características violentas- todo comenzó cuando uno de los feligreses que lo acompañaba acudió a la puerta, ya que habían tocado el timbre.
En ese momento, los asaltantes entraron a la casa y sometieron a los presentes amenazándolos con armas de fuego. Los delincuentes, al darse cuenta que habían entrado a robar en una casa parroquial, dudaron como proceder, pero finalmente optaron por continuar con el atraco, sin ningún tipo de contemplaciones.
Enseguida le preguntaron al padre Torquatti adonde guardaba una importante cantidad de dinero, que pensaban erróneamente que poseía. El cura intentó convencerlos de que no tenía la cantidad solicitada, por lo que los asaltantes lo ataron de pies y manos, y lo sometieron a una violenta golpiza, que incluyó patadas, trompadas y puntazos con un cuchillo.
"Nos decían que no miráramos sus rostros, pero calculo que tenían unos 20 o 22 años", comentó el clérigo. Finalmente, los delincuentes se convencieron de la inexistencia del dinero, cargaron electrodomésticos y otros valores, como la bicicleta de uno de los feligreses, y se fueron, tras permanecer unos 20 minutos en el lugar.
Según comentó el cura, algunos de los electrodomésticos que intragaban el botín fueron envueltos en una sotana, que le había sido obsequiada por otro clérigo de la zona. Tras el episodio, el cura indicó que la inseguridad no es ninguna sensación, es una realidad".
"Es triste y lamentable, y yo la puedo contar con una actitud apaciguada porque vivo una realidad más profunda, que es la de la presencia de Dios en nosotros", expresó.
Fuente: NA
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