NO OCULTA SUS ASPIRACIONES A REEMPLAZAR EN EL CARGO A DE ÁNGELI
Benedetti, el radical más libertario que quiere ser senador
El larroquense Atilio Benedetti hace público su deseo de llegar a la Cámara Alta, una asignatura pendiente en su carrera. Es el radical entrerriano con más campañas encima desde 2009. Su sueño era la gobernación, pero le tocó competir en los contextos más difíciles. En Diputados le ha votado casi todo a Milei, con quien sabe que comparte electorado en Entre Ríos.
Atilio Benedetti no disimula sus intenciones de ser candidato a senador en las elecciones del año que viene. Lo ha dicho públicamente. Aunque asegura que ese anhelo no lo desvela, dice que le gustaría y entiende que la UCR debería encabezar la lista. “Puedo reunir algunas condiciones, aspiro a ser, pero nadie sabe a dónde va a ir el camalotal”, le responde, brevemente, a Página Política y pide dejar el tema ahí. Ya habrá tiempo, se excusa.
En la era Milei, el diputado nacional ha sido más que un aliado. Se ha comportado, casi, como un legislador del oficialismo. Es coherente: en la interna nacional de Juntos por el Cambio jugó fuerte con Patricia Bullrich, mientras Frigerio se mantenía prescindente. Y la semana pasada dio una muestra de lealtad al participar en Tucumán del acto por la firma del Pacto de Mayo.
Benedetti ha reunido méritos para ser aprobado por Milei como candidato radical en las listas de una eventual alianza entre Juntos por Entre Ríos y La Libertad Avanza, una de las posibles variantes en los escenarios electorales de 2025.
A pesar de pertenecer claramente al ala derecha del radicalismo, Benedetti está lejos de las posiciones más conservadoras que milita Milei. Votó, por ejemplo, a favor de la legalización del aborto. Y es de los dirigentes que se sienten muy incómodos con los modos agresivos o discriminadores del Presidente. Y, más importante, no ve (no la ve) la salida al problema económico.
Pero por su actividad privada y su desempeño legislativo (preside la comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados), Benedetti conoce de primera mano el mundo rural. El sector agropecuario no está bien, pero sigue esperanzado con el cambio de signo político. A los productores ya no los representa Juntos por el Cambio, ahora son todos de Milei, grandes y chicos.
Benedetti es consciente de que, al menos en la Región Centro, al radicalismo le queda poco margen para apostar a una avenida del medio. De un lado está el peronismo y en frente todo es Milei. Incluido el electorado radical que para el balotaje del año pasado juntó votos para que pierda el peronismo.
En campaña
Desde que encabezó la lista de diputados del Acuerdo Cívico y Social que derrotó al PJ en las elecciones legislativas de 2009, el ex intendente de Larroque dominó la oferta electoral de su partido.
Fue candidato en todos los turnos electorales, con excepción de 2015, cuando la alianza con el PRO le costó a la UCR quedarse sin postulante a gobernador por primera vez en su historia. Benedetti declina su postulación a la gobernación cuando Mauricio Macri (único precandidato a la presidencia competitivo de Cambiemos) le niega el pegado de boleta y lo condena a una derrota en las PASO, con el candidato del PRO, Alfredo De Ángeli.
En 2017, Benedetti vuelve a encabezar la lista de diputados, ahora por Cambiemos. Y gana por un amplio margen al peronismo unido, que llevó candidatos de Gustavo Bordet, Jorge Busti y Sergio Urribarri.
Aunque lideró la línea interna más importante, Benedetti nunca logró conducir al conjunto de la UCR entrerriana y carga con el desgaste de dos traspiés en su intento por llegar a la gobernación (2011 y 2019), más una derrota que en 2013 le costó a la UCR perder el senador nacional por la minoría y que significó el ascenso político de De Ángeli, apoyado entonces por Frigerio, en sociedad con el ex gobernador peronista Jorge Busti.
Sin embargo, tantos años de campañas le han dado un alto grado de conocimiento en Entre Ríos. Eso siempre es un valioso activo electoral.
El sueño de Benedetti siempre fue ser gobernador. Pero la oportunidad no ha sido lo suyo. Las dos veces que compitió por la gobernación debió enfrentar a mandatarios que iban por su reelección. Son los escenarios electorales habitualmente más adversos en cualquier parte del mundo, porque hay que hacer frente a un poder constituido que quiere continuar y que, si lo intenta, es porque tiene las condiciones para hacerlo.
En 2011, Sergio Urribarri se vio potenciado por el esplendor electoral del kirchnerismo. En la misma boleta, Cristina Fernández obtuvo su reelección con el pico del 54%, que el entrerriano superó en la provincia, con el 56%. Le sacó 37 puntos de diferencia a Benedetti, candidato por el Frente Progresista Cívico y Social.
En 2019, se produjo la reunificación peronista a raíz del acuerdo de Gustavo Bordet con Cristina Fernández. Por primera vez en el siglo hubo un solo candidato a gobernador peronista. Y Benedetti fue candidato de un Cambiemos desgastado por el fracaso económico del presidente Mauricio Macri, más algunos problemas locales graves, como el declive de Sergio Varisco, el hombre fuerte de la coalición en la capital provincial. Bordet fue reelecto con el pico de 57% de votos y con una diferencia de 22 puntos sobre Benedetti.
Antes de la caída de 2023, el turno electoral de este siglo en el que el peronismo corrió más riesgo de perder la provincia fue 2015. El desgaste de 12 años de kirchnerismo había hecho crecer una ola nacional de cambio tan fuerte que terminó depositando a Macri en la Casa Rosada. Algo impensado para muchos en ese momento. Pero ese impulso no alcanzó para convertir en gobernador a De Ángeli, que quedó a sólo 22 mil votos de lograrlo.
En la provincia ganó Macri, pero el gobernador fue el peronista Gustavo Bordet, con 3 puntos de diferencia sobre De Ángeli. Evidentemente, hubo un corte de boleta de una franja de votantes del radicalismo y también del macrismo que no veían a De Ángeli a la altura de las circunstancias. Con el diario de aquel lunes 26 de octubre de 2015, algunos dirigentes de Cambiemos evaluaron que, de haber sido Benedetti el candidato, probablemente otra hubiera sido la historia.