El campo debate métodosde protesta que no los enfrenten con la gente
La soja aportará este año el 76 por ciento del total recaudado casi 30.000 millones de pesos.
Los productores agropecuarios están cada vez más convencidos de que será difícil alcanzar un acuerdo con el Gobierno y por eso ya analizan mecanismos de protesta que les permitan hacer escuchar su reclamo sin volver a enfrentarse con la gente por el desabastecimiento, como ocurrió en el conflicto anterior.
Entre esos métodos de protesta en estudio gana cada vez más consenso la osada idea de suspender las ventas de soja por un plazo aún no determinado, lo cual provocaría una sequía de divisas que afectaría en forma severa las cuentas fiscales.
La soja aportará este año el 76 por ciento del total recaudado (casi 30.000 millones de pesos). Cualquier observador podría advertir que en caso de adoptar esa medida drástica el perjuicio también llegaría a los productores, pero la diferencia es que el campo se encuentra líquido y tiene espaldas anchas para soportar un tiempo prolongado sin comercializar el grano y tenerlo almacenado, al menos por un tiempo.
Lo que no está claro es qué actitud adoptarían los grandes productores de soja, como Los Grobo, en caso de decidirse esa medida drástica.
Como en la Argentina no se consume casi soja, los impulsores de este lockout selectivo dicen que la medida sería casi imperceptible en el mercado interno, pero en cambio se produciría un gran impacto sobre las cuentas fiscales, un frente que el Gobierno no se puede dar el lujo de desatender.
En el campo están convencidos de que sería un error volver a cortar rutas y dañar el sistema de abastecimiento de lácteos y carnes, porque eso les pondría en contra a la gente.
Por eso, ante lo que consideran una "intransigencia" del Gobierno con las retenciones móviles, parecen dispuestos a apelar a medidas de fuerza "imaginativas", que podrían alterar los nervios de la Casa Rosada, justo en momentos en que existe un recalentamiento del dólar.
El Banco Central, que tiene reservas suficientes para sostener cualquier corrida cambiaria, necesita igual a largo plazo que el flujo de ingresos de divisas no se detenga, para que el modelo cierre.
Por eso, la arriesgada jugada sería una salida para cumplir la advertencia de dar por finalizada la tregua el 2 de mayo próximo, cuando se cumplirán 30 días del levantamiento de la medida de fuerza más prolongada que realizó el agro desde el retorno de la democracia.
En el Gobierno ya están al tanto del nuevo método de protesta que preparan los dirigentes agropecuarios y parecen dispuestos a llevar la disputa a niveles hasta ahora desconocidos, si prospera semejante idea.
Cerca de la Casa Rosada advierten que si los "sojeros" optan por un lockout total que deje al país sin ingresos de divisas por un tiempo prolongado, no habrá marcha atrás y se tomaría como una "declaración de guerra".
La negociación entre el campo y el Gobierno volvió a agravarse luego de que el vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Biolcati, denunció "aprietes" del Gobierno y advirtió que si no se llega a un acuerdo, podrían retomar "medidas de protesta" que "no van a ser cortas".
Todo en medio de denuncias de que los pooles sojeros están avalando con su gran liquidez el conflicto. Entre tantas denuncias cruzadas, desde la Rosada hasta hicieron trascender que una de las multinacionales más grandes del agro ponía aviones para trasladar al entrerriano Alfredo De Angeli en sus giras por el interior, lo cual fue rápidamente desmentido en forma oficial por el propio productor y la empresa aludida.
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