Entre Ríos aumentará las tarifas eléctricas casi un 20 por ciento
Después de un año de tarifas congeladas por orden del gobierno, las provincias preparan aumentos en la electricidad a partir del mes próximo, según confirmaron los responsables del sector.
Los ajustes alcanzarán un promedio estimado de 30 por ciento, que se repartirá en tandas para evitar que la molestia de los consumidores termine por frenarlos con medidas cautelares, como ocurrió en algunas provincias con los aumentos en el gas.
Santa Fe fue una de las primeras en anunciar el ajuste. La Empresa Provincial de Energía (EPE) dispuso una suba de 27 por ciento desde enero, que se notará en las facturas que vencen en marzo. Lo mismo pasará en Entre Ríos, que a partir del mes próximo incrementará 20 por ciento las tarifas.
El interventor del Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE), Marcos Rodríguez Allende, confirmó en noviembre pasado que a partir del 1º de enero se aplicará el incremento de la tarifa eléctrica definido en febrero pasado, que quedó en suspenso al adherir la Provincia al Plan de Convergencia nacional.
La suba será de alrededor del 19 por ciento pero se implementará en forma progresiva “para que los ciudadanos no sientan de un día para el otro el peso del aumento”, adelantó el funcionario.
Rodríguez Allende aseguró que a partir de enero la Provincia podrá “aplicar la revisión tarifaria que inicialmente, allá por febrero, el Ente Regulador concedió”. Recordó que se trata de un aumento “de alrededor del 19 por ciento”.
“Tenemos el deber, después del 31 de diciembre, de readecuar, reacomodar las tarifas, en la medida que sea justo y razonable para la distribuidora y para los usuarios”, expresó el funcionario.
Precisó que los valores “se van a ajustar a los porcentajes que el EPRE ya estableció técnica, contable y jurídicamente” y subrayó que la suba no será mayor al 20 por ciento.
Otros casos
Edesal, la compañía eléctrica de San Luis, pidió una suba de 30 por ciento, similar a la que reclamaron la cordobesa EPEC y la distribuidora de Tucumán (EDET).
En Buenos Aires, la gobernación de Daniel Scioli tiene en estudio un aumento, pero todavía no se sabe qué sucederá con Edenor y Edesur. En la zona norte y noroeste del país tienen la misma intención.
En varias provincias estimaron que los aumentos deben comenzar cuanto antes para establecer un sendero de precios, de manera que el impacto total de los ajustes sobre la factura no se note de inmediato y permitan digerirlos mejor. Eso es porque tomaron nota de errores recientes. Por caso, el Gobierno dispuso este año ajustes en el gas que en algunos casos superan el 600 por ciento y fueron frenados en la Justicia.
Con costos en aumento y ajustes de tarifas que no alcanzan a cubrirlos, las empresas distribuidoras tienen un déficit cada vez mayor. Por eso dejaron de pagar a Cammesa (la empresa administradora del mercado y la que les provee la energía) por la electricidad que venden. Por ejemplo, EPEC debe 2.800 millones de pesos; Edelap, 660 millones de pesos, y la chaqueña Secheep, que hasta el año pasado fue piloteada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, 320 millones de pesos. Están todavía lejos de las más endeudadas, las metropolitanas Edenor (6.250 millones de pesos) y Edesur (5.700 millones de pesos).
En total, la deuda de todas las distribuidoras con Cammesa superó en noviembre los 18 mil millones de pesos y preocupa a las empresas, porque afecta de manera directa en sus balances, reprodujo el sitio digital El Once.
Enero no es una fecha casual para comenzar con los aumentos. Sucede que el último día de este año vence el Programa de Convergencia Tarifaria suscripto entre todas las provincias y el Ministerio de Planificación, que conduce Julio De Vido.
En ese acuerdo, los gobernadores se comprometieron a no tocar las tarifas de luz por doce meses y, a cambio, la Nación les financiaría obras millonarias para mejorar la infraestructura eléctrica.
Para los gobernadores, ese plan no funcionó. Aunque las tarifas no aumentaron, se demoró el giro de los fondos para obras por parte del Gobierno, que según los funcionarios provinciales quedaron enredados en una maraña burocrática.
Santa Fe fue una de las primeras en anunciar el ajuste. La Empresa Provincial de Energía (EPE) dispuso una suba de 27 por ciento desde enero, que se notará en las facturas que vencen en marzo. Lo mismo pasará en Entre Ríos, que a partir del mes próximo incrementará 20 por ciento las tarifas.
El interventor del Ente Provincial Regulador de la Energía (EPRE), Marcos Rodríguez Allende, confirmó en noviembre pasado que a partir del 1º de enero se aplicará el incremento de la tarifa eléctrica definido en febrero pasado, que quedó en suspenso al adherir la Provincia al Plan de Convergencia nacional.
La suba será de alrededor del 19 por ciento pero se implementará en forma progresiva “para que los ciudadanos no sientan de un día para el otro el peso del aumento”, adelantó el funcionario.
Rodríguez Allende aseguró que a partir de enero la Provincia podrá “aplicar la revisión tarifaria que inicialmente, allá por febrero, el Ente Regulador concedió”. Recordó que se trata de un aumento “de alrededor del 19 por ciento”.
“Tenemos el deber, después del 31 de diciembre, de readecuar, reacomodar las tarifas, en la medida que sea justo y razonable para la distribuidora y para los usuarios”, expresó el funcionario.
Precisó que los valores “se van a ajustar a los porcentajes que el EPRE ya estableció técnica, contable y jurídicamente” y subrayó que la suba no será mayor al 20 por ciento.
Otros casos
Edesal, la compañía eléctrica de San Luis, pidió una suba de 30 por ciento, similar a la que reclamaron la cordobesa EPEC y la distribuidora de Tucumán (EDET).
En Buenos Aires, la gobernación de Daniel Scioli tiene en estudio un aumento, pero todavía no se sabe qué sucederá con Edenor y Edesur. En la zona norte y noroeste del país tienen la misma intención.
En varias provincias estimaron que los aumentos deben comenzar cuanto antes para establecer un sendero de precios, de manera que el impacto total de los ajustes sobre la factura no se note de inmediato y permitan digerirlos mejor. Eso es porque tomaron nota de errores recientes. Por caso, el Gobierno dispuso este año ajustes en el gas que en algunos casos superan el 600 por ciento y fueron frenados en la Justicia.
Con costos en aumento y ajustes de tarifas que no alcanzan a cubrirlos, las empresas distribuidoras tienen un déficit cada vez mayor. Por eso dejaron de pagar a Cammesa (la empresa administradora del mercado y la que les provee la energía) por la electricidad que venden. Por ejemplo, EPEC debe 2.800 millones de pesos; Edelap, 660 millones de pesos, y la chaqueña Secheep, que hasta el año pasado fue piloteada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, 320 millones de pesos. Están todavía lejos de las más endeudadas, las metropolitanas Edenor (6.250 millones de pesos) y Edesur (5.700 millones de pesos).
En total, la deuda de todas las distribuidoras con Cammesa superó en noviembre los 18 mil millones de pesos y preocupa a las empresas, porque afecta de manera directa en sus balances, reprodujo el sitio digital El Once.
Enero no es una fecha casual para comenzar con los aumentos. Sucede que el último día de este año vence el Programa de Convergencia Tarifaria suscripto entre todas las provincias y el Ministerio de Planificación, que conduce Julio De Vido.
En ese acuerdo, los gobernadores se comprometieron a no tocar las tarifas de luz por doce meses y, a cambio, la Nación les financiaría obras millonarias para mejorar la infraestructura eléctrica.
Para los gobernadores, ese plan no funcionó. Aunque las tarifas no aumentaron, se demoró el giro de los fondos para obras por parte del Gobierno, que según los funcionarios provinciales quedaron enredados en una maraña burocrática.
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