Entre Ríos registra una de las peores siembras de arroz de los últimos 23 años
Unas 54.850 hectáreas fueron sembradas con arroz en Entre Ríos en la campaña agrícola 2022/23, 16% menos (10.150) que la temporada anterior y la cuarta menor superficie implantada de los últimos 23 años, informó la Bolsa de Cereales entrerriana.
Además de la sequía histórica y la falta de lluvias, que se ubican muy por debajo de lo normal en la región, los productores adujeron altos costos productivos, márgenes negativos y aumento de los fertilizantes y herbicidas.
El grano fue detectado en nueve de los 17 departamentos de Entre Ríos, principalmente en el norte y oeste de la provincia, donde Villaguay registró la mayor implantación (29% del total), seguido por San Salvador (16%); La Paz (13%) y Federación (12%).
En tanto, 30 de los 106 distritos que conforman la provincia tuvieron siembra de arroz, de los cuales en cinco hubo una disminución moderada de entre 1.001 y 2.000 hectáreas, en siete la caída fue de entre 251 y 1.000, 16 distritos no tuvieron cambios significativos, y dos distritos tuvieron un crecimiento leve de entre 251 a 1.000 hectáreas.
En relación a la fuente de riego, el organismo explicó que a través de pozos abarcó 63% (34.400 hectáreas), por represas 24% (13.250) y la toma de ríos y arroyos 13% (7.200).
Según la Bolsa de Cereales entrerriana, 2022 fue el año "más seco de los últimos sesenta" períodos, y el trienio 2020/21/22, se destaca como el más seco "jamás observado".
Los registros pluviales en Entre Ríos se posicionaron entre los diez más bajos de los últimos 60 años en gran parte de la provincia, donde también las lluvias caídas llegaron a ser hasta seis veces menos de lo que normalmente debe llover.
Ese escenario, y las temperaturas por encima de los valores normales, provocaron una casi nulidad de reservas hídricas y un marcado avance de la sequía en el suelo entrerriano.
Eso provocó un aumento en los costos productivos, específicamente en la zona tradicional, donde el riego proviene de pozos profundos y existe un gasto energético significativo en la extracción del agua, y por ende márgenes brutos negativos.
Además, las represas tuvieron una menor capacidad de embalse debido a las escasas precipitaciones.
También los productores de la provincia constataron aumentos en los combustibles y la energía eléctrica; los fertilizantes nitrogenados; y dificultades en la provisión de insumos, fundamentalmente herbicidas.
Vendimia: merma la cosecha de uva
La producción de uva en la vendimia 2023 registra una disminución de 21%, respecto de la anterior, debido a fenómenos climatológicos como las heladas tardías y tormentas de granizo, además de la escasez hídrica que se ha repetido, informó hoy el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
La producción total a nivel país se prevé en 15.352.900 quintales (qq), con una disminución de 21% con relación a la producción 2022, que fue de 19.368.030 qq; y lejos del promedio de los últimos 12 años, que abarca desde 2011 a 2022, de 23.410.759 qq.
El presidente del INV, Martín Hinojosa, explicó: “Las contingencias climáticas, la disminución de la superficie implantada de viñedos y la carencia de agua para irrigar nos llevará a tener una de las vendimias más bajas de los últimos años; el clima nos está castigando cada vez con más frecuencia y frente a ello deberemos comenzar a trabajar en defensas efectivas y modernas que nos permitan darle lucha y seguir produciendo”.
“Nuestros productores han hecho, como siempre, todos los esfuerzos para sostener la actividad. La realidad de cosecha 2023 nos compromete, hoy más que nunca, a estar cerca y acompañando a toda la vitivinicultura argentina”, cerró Hinojosa.
Considerando que la localización de las principales regiones productivas determinan distintos momentos de madurez de la uva, se presentaron dos informes de estimación de producción: el primero, publicado la primera semana de febrero, de las provincias de San Juan, La Rioja, Catamarca y Salta, la zona norte; y el segundo, de la zona centro, sur y demás regiones del país.