La incertidumbre para las fechas electorales en Entre Ríos las genera la interna del PJ
El campo político electoral en Entre Ríos está sembrado de incertidumbres y especulaciones. Algo tan simple como saber cuándo deben votar los ciudadanos se ha transformado en una compleja trama donde prevalecen los intereses sectoriales en detrimento de uno de los bienes más preciado de la democracia: tener el derecho a elegir y a ser elegido.
La única certeza se encuentra en las elecciones nacionales, dado que el 23 de octubre de 2011 serán las elecciones para elegir nada menos que a la futura fórmula presidencial.
Este dato no es menor, porque define también que el 14 de agosto del año que viene deberán desarrollarse las elecciones primarias que ya están reglamentadas por el Poder Ejecutivo. Sin embargo, en Entre Ríos la fecha de las elecciones provinciales es un misterio y nadie sabe en qué fecha se votará gobernador, intendente, legisladores provinciales y concejales. Pero eso no es todo, tampoco nadie sabe qué normativa regirá en definitiva la selección de candidatos. Y este punto no puede soslayarse, dado que la democracia interna de los partidos no siempre ha sido transparente y en muchas ocasiones prevaleció “el dedo sabio” del candidato de turno.
En cuanto a las elecciones nacionales, se sabe –como se dijo más arriba- que los candidatos a diputado nacional (no se eligen esta vez senadores) serán el 14 de agosto. Y las internas para las candidaturas provinciales deberían regirse por la cuestionada ley provincial Nº 9.659 más conocida como ley Castrillón.
Contextos y perspectivas
En este contexto se abren dos perspectivas para las elecciones entrerrianas.
El primero es adherir a las elecciones primarias nacionales. Es decir, que el 14 de agosto del año que viene se elijan también los cargos nacionales, provinciales y municipales.
Y el segundo que la Legislatura provincial no se ponga de acuerdo en adherir a la ley nacional, dado que prevalece los intereses mezquinos de la interna peronista (lo que ha ocurrido).
Pero tampoco es tan lineal, dado que la cuestionada Ley Castrillón ya tiene planteos de inconstitucionalidad. Y existe la posibilidad de que cada partido defina cuándo y bajo qué reglas elegirá a sus candidatos: ya sea por el camino del consenso (o dedo sabio del cacique de turno) o por internas (sean abiertas, afiliados e independientes; o cerradas, solamente afiliados). Esto es así para los casos exclusivos de candidatos a legisladores y en algunos casos para concejales, porque generalmente los candidatos a gobernador e intendentes se imponen por peso propio o “bendiciones” que llegan desde las sombras.
Si el gobernador Sergio Urribarri convoca las elecciones para octubre, pero simultáneamente deja de lado las primarias nacionales, entonces en la provincia se eligen los candidatos a diputado nacional el 14 de agosto (eso está fijo) pero en una fecha a decidir –que puede o no ser coincidente- se realizarán las internas abiertas y simultáneas para cargos provinciales y municipales de acuerdo a la Ley Castrillón.
El dilema es cómo dirimir una elección primaria en el orden nacional que es obligatoria por ley, con internas provinciales que no son obligatorias. El tema no es menor, dado que deben confeccionarse las boletas y fundamentalmente los padrones y establecer las fechas de las distintas instancias electorales. Lo que sí está claro, es que todo este sistema laberíntico no hace otra cosa que eclipsar y poner en un estado de sospecha la transparencia de los comicios internos e incluso de la propia participación ciudadana.
Por la altura del calendario, será decisión del gobernador Sergio Urribarri cuándo se convocará a las elecciones para cargos provinciales y municipales.
Si Urribarri convoca a elecciones generales a nivel provincial en un día que no sea coincidente con la nacional, esa fecha no debe pasar de marzo de 2011 de acuerdo al mandato Constitucional. Para eso tiene tiempo hasta la primera quincena de septiembre, no más. Es decir, si entre el 15 y el 20 de septiembre no emitió el decreto convocando a elecciones para marzo, en Entre Ríos las elecciones generales serán en octubre, coincidente con las nacionales. No hay alternativas: marzo 2011 las elecciones provinciales o en octubre coincidente con la nacional.
Esto ocurre porque todavía no se pudo –por falta de madurez política- activar la reforma constitucional de 2008. Ese mandato constitucional indica que es la Legislatura la que debe fijar las fechas para elegir a los candidatos. Pero –como ya se dijo- la interna carnívora del justicialismo impidió cumplir con la Constitución. ¿Entonces? La respuesta es fácil: sin consenso para votar una norma elemental para la democracia, en Entre Ríos quedan vigentes las leyes Nº 2.988 de 1934 y la Nº 4.414 de 1961. Ambas normas son las que le otorgan al gobernador Urribarri la facultad de convocar por decreto las elecciones para el tercer domingo de marzo o adherir a las elecciones nacionales de octubre. El dilema, como se explicó, quedará dilucidado a más tardar en la primera quincena de septiembre. Sólo es cuestión de esperar. Mientras tanto, los partidos más chicos deben –aunque no sea lo más democrático- amoldarse a los caprichos de la interna justicialista.
Este contenido no está abierto a comentarios