Productores tamberos de Entre Ríos valoran la asistencia ante la sequía
El coordinador del área Lechería de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, Horacio Jaureguiberry, junto a integrantes del equipo técnico de la repartición, visitó a tamberos que recibieron asistencia del gobierno provincial para paliar el daño de la sequía.
Recorrieron las instalaciones de los tambos de Eloy Olguin, productor vecino del Departamento Nogoyá, en inmediaciones de Don Cristóbal 2° y de Omar Bressan de San Benito. Ambos recibieron apoyo consistente en exenciones del pago de energía eléctrica y de impuestos, además de ayuda económica directa.
Olguín contó su historia de vida y su arraigo con la zona que lo vio nacer: “Yo nací acá y me crié acá -repasó-. Este campo era de mis padres y lo heredé. Toda la vida tuvimos tambo y hace cuatro años empezaron mis hijos a hacerse cargo y a trabajar más fuerte; y la idea es seguir avanzando. Lo que más necesitamos es el camino. Hay una posibilidad de que se concrete para este año, con un enripiado acá enfrente y estamos todos muy ilusionados con eso”.
Y continuó: “Tuvimos dos años muy complicados con el tema de la sequía; realmente no sabemos cómo pudimos salir de ésta. Gracias a que llovió y pudimos hacer una reserva estamos pasándola bien en este momento. Queremos agradecer al Gobierno porque tuvimos un aporte que nos ayudó mucho; y hace dos años también tuvimos otro que nos ayudó a comprar un poco de reserva para seguir manejándonos”.
Al referirse a los efectos de la sequía, Olguín enfatizó que “los daños fueron casi totales porque no quedó casi nada. Hubo que resembrar todo. El maíz se perdió. Se sembró un poco de soja y se secó. Y el otro tema complicado para muchos vecinos es que no tenían nada de agua y no se podía recuperar las vertientes y los arroyos; por lo que tuvieron que apelar al acarreo de agua. Nosotros por suerte tenemos un pozo que nos fue acompañando, si no hubiera sido muy crítico el tema”.
Y enumeró la asistencia recibida: “En primer lugar el tema de impuestos. Después pudimos acceder a ese crédito por medio del Fogaer (Fondo de Garantías de Entre Ríos). Y tuvimos una ayuda que no es reintegrable y que se establece de acuerdo con la cantidad de animales que poseemos. Te dan un monto de dinero como un subsidio que estamos evaluando cómo invertirlo para hacer una reserva; la idea es comprar maíz a algunos vecinos que tienen”.
La familia de Olguín cuenta con 50 vacas en ordeñe, con un promedio de 1200 litros diarios y esa leche se destina a la producción de queso sardo. Lo venden a clientes que compran en el lugar, aunque transitan el proceso de inscribir el producto para poder venderlo mejor y conseguir mayores utilidades.
Daiana Olguín, una de las hijas de Elio se sumó al decir: “Somos cinco hermanos, tres hermanas mayores y los mellizos. Ellos son los que están a cargo del tambo. Las tres hermanas nos fuimos a estudiar, primero el secundario a una escuela con internado porque siempre ha sido un impedimento el tema de los caminos. Por las lluvias nosotros perdíamos días de clase”. Complementó al especificar que “cuando egresamos seguimos estudiando. Nuestros padres nos hicieron estudiar con todo el esfuerzo del mundo y nos recibimos de docentes y hoy en día ejercemos esa profesión. Dos estamos en Seguí y una en Oro Verde. Yo me encargué de ayudarlos a mis padres y mis hermanos con la inscripción del tambo. En principio, cuando mis hermanos toman la posta del tambo había poquitas vacas, no teníamos las instalaciones que tenemos ahora, había que sacar leche agachados y ni siquiera tenía piso el tambo. Cuando llovía, las condiciones eran terribles. Entonces mis hermanos decidieron hacer mejoras. En la continuidad de su relato aporque que “decidimos apostar a eso y, gracias a la ayuda del gobierno, fuimos obteniendo algunos beneficios y esto de ingresar a la emergencia fue muy importante porque todos esos ahorros que fuimos consiguiendo, lo fuimos invirtiendo en el tambo. Pudimos inscribir la quesería y estamos gestionando la habilitación del producto, ya que estamos en el proceso del rotulo para poder comercializar. Hoy tenemos compradores que vienen y buscan acá, pero para nosotros sería una gran ayuda poder comercializarlo directamente. Además, soñamos con que se pueda concretar el proyecto de enripiado porque será una ayuda grandísima para la mejora de todos los vecinos, generará trabajo, los jóvenes van a tener otras expectativas y van a dar muchas más ganas de quedarse en el campo a seguir creciendo”.