¡¡¡ Ahí viene Bahillo!!!
Terminaban los años setenta, y transitaban los ochenta cuando corríamos alrededor de la CALESITA DE “LO” BAHILLO, nuestros padres la atendían y nosotros los ayudábamos, así, entre autitos brillantes con cuatro volantes, aviones rojos de cortas alas y vuelo rasante, caballitos briosos y de marcha constante, pasamos días, meses y veranos entusiasmados...
... contentos viendo muchos guríses como nosotros, que soñaban conseguir otra vuelta más arrebatando la sortija. Ese era nuestro pequeño reino, nuestro imaginario castillo con murallas de helados. Y era nuestro y de nadie más, pero sabíamos que una o dos veces al día, teníamos que compartir nuestro reino, nuestro imaginario castillo con murallas de helados. Y era nuestro y de nadie más, pero sabíamos que una o dos veces al día, teníamos que compartir nuestro reino con él, con el ”dueño”, con el respetado “patrón”, eran instantes de no más de dos o tres minutos, cuando entre nosotros los cinco hermanos nos advertíamos al grito de -”¡¡¡ahí viene Bahillo!!!” - que llegaba el, de caminar lento y elegante vestir, siempre de serios y cómplices gestos, con su delgado bigote y gruesa vos, se paraba frente a la calesita, miraba atentamente y, alguna indicación siempre dejaba, para luego retirarse como había llegado, lento.
Hoy simplemente recordarte con mucho cariño, como lo haremos siempre.
Acompañar a tu familia en tan profundo dolor., GRACIAS BAHILLO.
Atilio, Elba, Rubén, Silvia, Analía, Agustín h y Evangelina Carrozzo.
Hoy simplemente recordarte con mucho cariño, como lo haremos siempre.
Acompañar a tu familia en tan profundo dolor., GRACIAS BAHILLO.
Atilio, Elba, Rubén, Silvia, Analía, Agustín h y Evangelina Carrozzo.
Este contenido no está abierto a comentarios