Jorge Rojas, consagrado por el público en el Festival de Cosquín
El cantautor y músico Jorge Rojas volvió a ser consagrado por el público que colmó anoche la Plaza “Próspero Molina”, donde se congregaron más de 12 mil personas, en el marco de la 51 edición del Festival Mayor de Folclore de Cosquín.
Rojas comenzó su show con temas lentos de su rico repertorio como “No saber de tí”, “Al borde del delirio” y “Sin memoria”, y estrenó la canción “El último deseo de navidad”.
Luego fue subiendo los decibeles con zambas, chacareras y huaynos, como “Para cantar he nacido”, “Río hermano” (adornado con el Ballet Martín Fierro) y “De esas que me hacen llorar”, y, como es habitual, se dio el gusto de zapatear “La sin corazón” junto a su hermano Lucio.
Con el vientista Gustavo Patiño compartió “Heredero del viento” y “Por los caminos”, y luego continuó toda orquesta con “Lágrimas negras”, “No te vayas carnaval”, “Sayera” y “Vuelvo”.
También presentó un nuevo proyecto titulado Los Rojas (Jorge, Alfredo y Lucio Rojas) con el que interpretó “Hoy me iré” y “Mire que lindo es mi país paisano”.
Para el final y en los bises que el público de pie no se cansó de pedir, llegaron “Mía”, “Vuelvo” y “Marca borrada”, y así Rojas ratificó, una vez más, que hoy es el artista de mayor convocatoria en el folclore argentino.
Junto Rojas se destacó la banda integrada por Paito Figueroa en teclados, guitarra, charango y dirección musical; Sergio Pérez en guitarras, Antonio Riera en bandoneón, Guido Bertini en batería y Carlos Pema en percusión.
La coplera salteña Mariana Carrizo tuvo que salir a desplegar su arte de la voz y la caja luego del “vendaval” Rojas y sorteó el momento sin inconvenientes con coplas de su tierra, algunas picarescas y entretenidas, para luego cantar “Zamba de la Candelaria” y “Doña Ubenza”.
Los tradicionales Cuatro de Córdoba, con 42 años de trayectoria, desplegaron un repertorio bien criollito basado en piezas clave del canto nativo del estilo de “Córdoba de antaño”, “Luna cautiva”, “Del norte cordobés”, “Amigos míos me enamoré”, “La Oma” y la “Zamba para olvidarte”.
El canto de Buenos Aires repleto de milongas, cifras y estilos, llegó de la mano de la cantora popular Lucía Ceresani, quien demostró su buen momento al interpretar “Llenar de coplas el campo”, “Las dos aves” y “Por la huella de Ceferino”; en tanto que el legendario cantor y bombisto Alfredo Abalos pobló de chacareras de la tierra del Miski Mayu su actuación con sus clásicos “Santiago chango moreno”, “Quemando sueños” y “Por unas cuantas monedas”.
Luego fue subiendo los decibeles con zambas, chacareras y huaynos, como “Para cantar he nacido”, “Río hermano” (adornado con el Ballet Martín Fierro) y “De esas que me hacen llorar”, y, como es habitual, se dio el gusto de zapatear “La sin corazón” junto a su hermano Lucio.
Con el vientista Gustavo Patiño compartió “Heredero del viento” y “Por los caminos”, y luego continuó toda orquesta con “Lágrimas negras”, “No te vayas carnaval”, “Sayera” y “Vuelvo”.
También presentó un nuevo proyecto titulado Los Rojas (Jorge, Alfredo y Lucio Rojas) con el que interpretó “Hoy me iré” y “Mire que lindo es mi país paisano”.
Para el final y en los bises que el público de pie no se cansó de pedir, llegaron “Mía”, “Vuelvo” y “Marca borrada”, y así Rojas ratificó, una vez más, que hoy es el artista de mayor convocatoria en el folclore argentino.
Junto Rojas se destacó la banda integrada por Paito Figueroa en teclados, guitarra, charango y dirección musical; Sergio Pérez en guitarras, Antonio Riera en bandoneón, Guido Bertini en batería y Carlos Pema en percusión.
La coplera salteña Mariana Carrizo tuvo que salir a desplegar su arte de la voz y la caja luego del “vendaval” Rojas y sorteó el momento sin inconvenientes con coplas de su tierra, algunas picarescas y entretenidas, para luego cantar “Zamba de la Candelaria” y “Doña Ubenza”.
Los tradicionales Cuatro de Córdoba, con 42 años de trayectoria, desplegaron un repertorio bien criollito basado en piezas clave del canto nativo del estilo de “Córdoba de antaño”, “Luna cautiva”, “Del norte cordobés”, “Amigos míos me enamoré”, “La Oma” y la “Zamba para olvidarte”.
El canto de Buenos Aires repleto de milongas, cifras y estilos, llegó de la mano de la cantora popular Lucía Ceresani, quien demostró su buen momento al interpretar “Llenar de coplas el campo”, “Las dos aves” y “Por la huella de Ceferino”; en tanto que el legendario cantor y bombisto Alfredo Abalos pobló de chacareras de la tierra del Miski Mayu su actuación con sus clásicos “Santiago chango moreno”, “Quemando sueños” y “Por unas cuantas monedas”.
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