AGOS: Esta semana los sindicalistas presentarán la renuncia al directorio
El próximo jueves los sindicalistas harán una asamblea donde renunciarán a su cargo en el directorio sindical. No obstante el Sanatorio seguirá siendo de las obras sociales, pero se busca que esté bajo la administración de un privado.
El jueves, los representantes de los sindicatos que integran el directorio del sanatorio, presentarán la renuncia. El 31 de marzo vence el mandato de los cuatro años de Gustavo Carro, quien renunció en octubre del año pasado e interinamente el cargo de presidente del directorio lo ocupó Rubén Fernández, quien era el responsable de normalizar al directorio mediante el llamado a elecciones.
Pese a los reiterados llamados, los distintos sindicatos no lograron oficializar una lista para presentarse a las elecciones.
No obstante tras la reunión del martes de la semana pasada con el superintendente de Salud de la Nación Luis Scervino, en la que participaron los empleados de la clínica y el intendente Martín Piaggio, se manifestó la voluntad de hacer todo lo posible para reflotarlo, mediante inversionistas privados.
Con el fin de acelerar el proceso de reactivación del sanatorio, los sindicalistas decidieron renunciar al directorio el próximo jueves en asamblea, pero esto no significa que AGOS deje de pertenecer a las obras sociales de los sindicatos, pese a que pase a ser administrado por un privado.
Por ahora en los pasillos de la clínica, los empleados que a diario hacen guardia de cuatro horas por turno, para cuidar las instalaciones, hablan de que hay tres propuestas en marcha para reflotar el sanatorio.
Tras el encuentro del martes 22 de marzo con el superintendente de Salud de la Nación, el primero en expresar su voluntad de querer tomar las riendas del sanatorio, fue el médico clínico Enrique Saad, quien se desempeñó como director médico en AGOS.
Otro de los interesados son los propietarios de la clínica San Lucas, que un día después del encuentro con Scervino, el propio director médico de San Lucas, Luis De Zan recorrió AGOS para hacer un diagnóstico del estado del edificio.
Una tercera propuesta que está rondando es un proyecto que sale del propio municipio de hacer una cooperativa entre los empleados, con ayuda del municipio, pero esta propuesta no avanzó.
Qué es lo que pide la
Superintendencia de Salud
La Superintendencia de Salud de la Nación solicita a los privados que tienen intenciones de hacerse cargo de AGOS, que presenten su plan de negocio antes del 4 de abril para ser evaluado y la clínica pueda restablecer el servicio para el 15 de abril.
Como requisito debe ser una empresa del rubro médico, capacitada para brindar prestaciones de salud a las obras sociales.
Que muestre los balances visados de los últimos dos ejercicios; que especifique el tipo de prestaciones que va a desarrollar en las instalaciones y que tenga un respaldo financiero de 4 a 5 millones de pesos.
Para los empresarios del sector, la capacidad instalada de AGOS es buena pese a todo, con 34 camas de internación común, además de poder incorporar 15 camas más en el corto plazo con una mínima inversión. A su vez cuenta con cuatro camas de terapia intensiva, dos de terapia intermedia y el PAMI le otorgó el 30 por ciento (5.184) de las 17.411 cápitas que la obras social de los jubilados tiene repartida en los centros de salud de la ciudad.
No obstante, para poder dar este paso AGOS tendría que concursar, para conseguir el acuerdo de pago con los acreedores, que entre la deuda pública con la Administración Tributaria de Entre Ríos y la AFIP, más los acreedores privados e intereses, la deuda rondaría en 30 millones de pesos.
Otra cuestión que preocupa a los empleados es que de hacerse cargo un privado, no se sabe si va a preservar los puestos de trabajo de los 47 empleados que quedan, de los cuales dos se jubilarán este año y otros dos en 2017.
La preocupación es que si los nuevos empresarios los vuelven a tomar, arrancarían desde cero, además los nuevos empleadores no se harían cargo de la deuda que tiene AGOS con cada uno de ellos que ronda los 40 mil pesos por empleado.
Para aquellos que tienen varios años trabajando en el sanatorio, la antigüedad le representa un ingreso significativo en su recibo de sueldo, y al comenzar de cero la relación laboral con los nuevos dueños, le significaría una merma de hasta el 40 por ciento en su salario.
Esto le perjudicaría también a la hora de jubilarse, dado que el ANSES, promedia los diez últimos años de aporte para establecer el monto jubilatorio mensual a cobrar durante la vida pasiva, y algunos empleados entran ya a la última década de su vida activa.
Pese a los reiterados llamados, los distintos sindicatos no lograron oficializar una lista para presentarse a las elecciones.
No obstante tras la reunión del martes de la semana pasada con el superintendente de Salud de la Nación Luis Scervino, en la que participaron los empleados de la clínica y el intendente Martín Piaggio, se manifestó la voluntad de hacer todo lo posible para reflotarlo, mediante inversionistas privados.
Con el fin de acelerar el proceso de reactivación del sanatorio, los sindicalistas decidieron renunciar al directorio el próximo jueves en asamblea, pero esto no significa que AGOS deje de pertenecer a las obras sociales de los sindicatos, pese a que pase a ser administrado por un privado.
Por ahora en los pasillos de la clínica, los empleados que a diario hacen guardia de cuatro horas por turno, para cuidar las instalaciones, hablan de que hay tres propuestas en marcha para reflotar el sanatorio.
Tras el encuentro del martes 22 de marzo con el superintendente de Salud de la Nación, el primero en expresar su voluntad de querer tomar las riendas del sanatorio, fue el médico clínico Enrique Saad, quien se desempeñó como director médico en AGOS.
Otro de los interesados son los propietarios de la clínica San Lucas, que un día después del encuentro con Scervino, el propio director médico de San Lucas, Luis De Zan recorrió AGOS para hacer un diagnóstico del estado del edificio.
Una tercera propuesta que está rondando es un proyecto que sale del propio municipio de hacer una cooperativa entre los empleados, con ayuda del municipio, pero esta propuesta no avanzó.
Qué es lo que pide la
Superintendencia de Salud
La Superintendencia de Salud de la Nación solicita a los privados que tienen intenciones de hacerse cargo de AGOS, que presenten su plan de negocio antes del 4 de abril para ser evaluado y la clínica pueda restablecer el servicio para el 15 de abril.
Como requisito debe ser una empresa del rubro médico, capacitada para brindar prestaciones de salud a las obras sociales.
Que muestre los balances visados de los últimos dos ejercicios; que especifique el tipo de prestaciones que va a desarrollar en las instalaciones y que tenga un respaldo financiero de 4 a 5 millones de pesos.
Para los empresarios del sector, la capacidad instalada de AGOS es buena pese a todo, con 34 camas de internación común, además de poder incorporar 15 camas más en el corto plazo con una mínima inversión. A su vez cuenta con cuatro camas de terapia intensiva, dos de terapia intermedia y el PAMI le otorgó el 30 por ciento (5.184) de las 17.411 cápitas que la obras social de los jubilados tiene repartida en los centros de salud de la ciudad.
No obstante, para poder dar este paso AGOS tendría que concursar, para conseguir el acuerdo de pago con los acreedores, que entre la deuda pública con la Administración Tributaria de Entre Ríos y la AFIP, más los acreedores privados e intereses, la deuda rondaría en 30 millones de pesos.
Otra cuestión que preocupa a los empleados es que de hacerse cargo un privado, no se sabe si va a preservar los puestos de trabajo de los 47 empleados que quedan, de los cuales dos se jubilarán este año y otros dos en 2017.
La preocupación es que si los nuevos empresarios los vuelven a tomar, arrancarían desde cero, además los nuevos empleadores no se harían cargo de la deuda que tiene AGOS con cada uno de ellos que ronda los 40 mil pesos por empleado.
Para aquellos que tienen varios años trabajando en el sanatorio, la antigüedad le representa un ingreso significativo en su recibo de sueldo, y al comenzar de cero la relación laboral con los nuevos dueños, le significaría una merma de hasta el 40 por ciento en su salario.
Esto le perjudicaría también a la hora de jubilarse, dado que el ANSES, promedia los diez últimos años de aporte para establecer el monto jubilatorio mensual a cobrar durante la vida pasiva, y algunos empleados entran ya a la última década de su vida activa.
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