AGOS: los empleados piden a los sindicalistas que renuncien para poder reflotar la clínica
Los 54 empleados del sanatorio AGOS, tienen la esperanza de que el PAMI o la Superintendencia de Salud de la Nación se haga cargo del rescate de la clínica, pero para esto los 23 representantes sindicales que integran el directorio deben renunciar para refundar el centro de salud.
Hasta ayer a la tarde no se sabía cuándo el gobernador Gustavo Bordet iba a recibir a los empleados de AGOS para intentar definir un plan de salvataje y llevarlo al superintendente de Servicios de Salud, Dr. Luis Scervino, con el fin de determinar el futuro del sanatorio.
Hace cuatro años que no se presentan los balances de AGOS, que si bien están aprobados por el directorio de la clínica, nunca fueron visados por el Colegio de Contadores, por falta de recursos económicos.
Los problemas administrativos, y algunas falencias en las prestaciones que detectó el PAMI, hace que hoy sea imposible que AGOS se convierta en una clínica prestadora exclusiva de los afiliados de la obra social nacional, que entre el departamento Gualeguaychú e Islas concentra 17.411 cápitas.
La idea del viceintendente Jorge Maradey, que la planteó en la reunión del viernes pasado juntos con los legisladores en el HCD y los empleados de AGOS, es la de replicar en el sanatorio la exitosa experiencia del Hospital Francés en Buenos Aires, que es un centro de salud gestionado por el PAMI.
Pero para concretar ese proyecto, AGOS tendría que cambiar su razón social, desaparecer como prestador de servicio de las obras sociales sindicales, para luego tomarlo el PAMI, un trámite que llevaría meses para poder resolverlo.
A su vez el PAMI tendría que hacerse cargo de la deuda con proveedores, con los empleados y la deuda impositiva de años que mantiene con la AFIP y la ATER.
En paralelo se tendría que invertir millones de pesos en mejorar su infraestructura de internación y quirófanos.
No obstante, de poder salvar todos estos escollos, si el PAMI logra convertir a AGOS en su propia clínica prestacional, también pondría en serio riesgo la rentabilidad de las demás clínicas privadas que prestan servicio al PAMI en nuestra ciudad, al ser esta obra social su principal cliente.
Preocupación en el
Hospital Centenario
La sala de terapia intensiva del Hospital Centenario está colapsada. Solo cuenta con seis unidades de cuidados intensivos, la misma cantidad con la que contaba AGOS, que dejó de prestar servicios desde principio de este mes.
En caso de tener una emergencia vial en la ruta, los médicos de terapia no tienen otra opción que sacar de una unidad intensiva al paciente que esté más recuperado, trasladarlo a una cama con el equipamiento para terapia intermedia y colocar al accidentado en unidad de cuidados intensivos que se desocupó, para poder ser estabilizado y trasladado a otro centro de salud especializado.
Otro problema que tiene el nosocomio es la falta de médicos intensivistas para atender la creciente demanda, un problema que se da a nivel nacional y sucede en el Hospital Centenario desde hace tiempo.
Por más que se habilite la nueva terapia intensiva del Bicentenario, que tiene una capacidad de 20 unidades de internación entre terapia intensiva e intermedia, tampoco habría médicos intensivistas suficientes para atender tantos pacientes.
Un respiro a la presión que hoy existe en el Hospital vendría del sector privado, dado que la clínica Pronto está por abrir una sala de terapia intensiva en breve.
No obstante la preocupación de la regional del PAMI de la Costa del Uruguay y desde la propia dirección del Hospital Centenario será cómo enfrentar la creciente demanda de internación cuando dentro de cien días arranque el invierno, y con las bajas temperaturas comiencen a generarse las patologías típicas de esa época del año. Para el coordinador de salud departamental, Carlos Gauna: “El Hospital no cuenta con la capacidad para hacerse cargo de las cápitas de AGOS, además tenemos que tener en cuenta que el paciente del PAMI es muy especial donde hay un conjunto de enfermedades crónicas prevalentes. No es sencillo”.
Esta semana, entre el miércoles y jueves, el director del Hospital Centenario Hugo Gorla y Carlos Gauna mantendrán una reunión con la directora regional del PAMI -UGL Concordia- Marta Charadias, para avanzar en el reparto de las cápitas de AGOS entre el sector público y privado.
A su vez, PAMI le está debiendo seis meses de prestaciones al Hospital Centenario. La deuda que la obra social mantiene con los hospitales de la provincia asciende a cien millones de pesos solo en el sector público.
Distribución de las cápitas
El PAMI entre el departamento Islas y Gualeguaychú cuanta con 17.411 capitas en el segundo nivel de internación.
Estas cápitas se distribuyen en 5473 para San Lucas; 5184 para AGOS; 3636 en Pronto y 3118 en el Hospital Centenario según datos proporcionados por PAMI UGL Concordia.
Para afrontar las patologías de invierno, desde la obra social se estudia repartir las 5184 cápitas de AGOS entre el Hospital Centenario y el sector privado.
Hace cuatro años que no se presentan los balances de AGOS, que si bien están aprobados por el directorio de la clínica, nunca fueron visados por el Colegio de Contadores, por falta de recursos económicos.
Los problemas administrativos, y algunas falencias en las prestaciones que detectó el PAMI, hace que hoy sea imposible que AGOS se convierta en una clínica prestadora exclusiva de los afiliados de la obra social nacional, que entre el departamento Gualeguaychú e Islas concentra 17.411 cápitas.
La idea del viceintendente Jorge Maradey, que la planteó en la reunión del viernes pasado juntos con los legisladores en el HCD y los empleados de AGOS, es la de replicar en el sanatorio la exitosa experiencia del Hospital Francés en Buenos Aires, que es un centro de salud gestionado por el PAMI.
Pero para concretar ese proyecto, AGOS tendría que cambiar su razón social, desaparecer como prestador de servicio de las obras sociales sindicales, para luego tomarlo el PAMI, un trámite que llevaría meses para poder resolverlo.
A su vez el PAMI tendría que hacerse cargo de la deuda con proveedores, con los empleados y la deuda impositiva de años que mantiene con la AFIP y la ATER.
En paralelo se tendría que invertir millones de pesos en mejorar su infraestructura de internación y quirófanos.
No obstante, de poder salvar todos estos escollos, si el PAMI logra convertir a AGOS en su propia clínica prestacional, también pondría en serio riesgo la rentabilidad de las demás clínicas privadas que prestan servicio al PAMI en nuestra ciudad, al ser esta obra social su principal cliente.
Preocupación en el
Hospital Centenario
La sala de terapia intensiva del Hospital Centenario está colapsada. Solo cuenta con seis unidades de cuidados intensivos, la misma cantidad con la que contaba AGOS, que dejó de prestar servicios desde principio de este mes.
En caso de tener una emergencia vial en la ruta, los médicos de terapia no tienen otra opción que sacar de una unidad intensiva al paciente que esté más recuperado, trasladarlo a una cama con el equipamiento para terapia intermedia y colocar al accidentado en unidad de cuidados intensivos que se desocupó, para poder ser estabilizado y trasladado a otro centro de salud especializado.
Otro problema que tiene el nosocomio es la falta de médicos intensivistas para atender la creciente demanda, un problema que se da a nivel nacional y sucede en el Hospital Centenario desde hace tiempo.
Por más que se habilite la nueva terapia intensiva del Bicentenario, que tiene una capacidad de 20 unidades de internación entre terapia intensiva e intermedia, tampoco habría médicos intensivistas suficientes para atender tantos pacientes.
Un respiro a la presión que hoy existe en el Hospital vendría del sector privado, dado que la clínica Pronto está por abrir una sala de terapia intensiva en breve.
No obstante la preocupación de la regional del PAMI de la Costa del Uruguay y desde la propia dirección del Hospital Centenario será cómo enfrentar la creciente demanda de internación cuando dentro de cien días arranque el invierno, y con las bajas temperaturas comiencen a generarse las patologías típicas de esa época del año. Para el coordinador de salud departamental, Carlos Gauna: “El Hospital no cuenta con la capacidad para hacerse cargo de las cápitas de AGOS, además tenemos que tener en cuenta que el paciente del PAMI es muy especial donde hay un conjunto de enfermedades crónicas prevalentes. No es sencillo”.
Esta semana, entre el miércoles y jueves, el director del Hospital Centenario Hugo Gorla y Carlos Gauna mantendrán una reunión con la directora regional del PAMI -UGL Concordia- Marta Charadias, para avanzar en el reparto de las cápitas de AGOS entre el sector público y privado.
A su vez, PAMI le está debiendo seis meses de prestaciones al Hospital Centenario. La deuda que la obra social mantiene con los hospitales de la provincia asciende a cien millones de pesos solo en el sector público.
Distribución de las cápitas
El PAMI entre el departamento Islas y Gualeguaychú cuanta con 17.411 capitas en el segundo nivel de internación.
Estas cápitas se distribuyen en 5473 para San Lucas; 5184 para AGOS; 3636 en Pronto y 3118 en el Hospital Centenario según datos proporcionados por PAMI UGL Concordia.
Para afrontar las patologías de invierno, desde la obra social se estudia repartir las 5184 cápitas de AGOS entre el Hospital Centenario y el sector privado.
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