Amarras: advierten sobre problemas que aparecerán con el emprendimiento
La geógrafa especializada en cuestiones ambientales María Figún asegura que la construcción del barrio de Amarras en Pueblo Belgrano, afectará el comportamiento del río al alterar el valle inundable del río dejando a Gualeguaychú sin playas e inundará a los vecinos del Canal Clavarino por la contra corriente que se producirá a través del arroyo Gaitán.
María “Pelusa” Figún es geógrafa ambiental de nuestra ciudad y desde hace años se dedicó a estudiar los efectos provocados en la cuenca baja, tras los desmontes masivos que se produjeron en los campos agrícolas de la cuenca alta del río.
En 2002, fue una de las primeras en denunciar la instalación de Botnia sobre Fray Bentos y sus consecuencias ambientales, a través del grupo ambientalista Ñandubay.
En la reunión informativa que realizó Amarras del Gualeguaychú a los vecinos de Pueblo Belgrano y Gualeguaychú acusó a los empresarios de promover “un desastre ambiental”, por los efectos que ocasionará el emprendimiento inmobiliario en la cuenca baja del río.
“En la cuenca baja vamos a sufrir un gran impacto en el valle inundable del río, por lo tanto nos vamos a quedar sin playas, y si a esto le sumamos todo el desmonte que sufrió la cuenca alta, el suelo no tiene capacidad de drenaje y al no tenerlo toda el agua de los campos baja al cause del río”, explicó la geógrafa.
“Al aumentar el cause del río comienza a suceder lo que ya venimos sufriendo, las reiteradas inundaciones en temporada turística y a lo largo del año y con este emprendimiento directamente nos vamos a quedar sin playa”, reiteró.
El desmonte en la cuenca alta, se efectuó en toda la zona apta para el cultivo y no se respetó el haber dejado un mínimo de cien metros de longitud desde la costa, como barrera natural y “evitar así la erosión en la costa y el suelo”.
La cuenca del Río Gualeguaychú nace en los bofedales junto con el arroyo El Palmar entre el límite entre el departamento Colón y San Salvador. Tiene una longitud de 268 km y su cuenca hidrográfica drena 6.981 km².
“Estamos ante el mayor cambio climático conocido por la humanidad en los últimos tiempos. El 2014 está siendo el año más caliente que se tenga registro en la tierra, esto significa que no sólo tenemos que hablar de la destrucción del río Gualeguaychú, también estamos hablando de la desaparición del Artíco, de los Glaciares. Es tan grande el cambio climático que estamos viendo que las especies no alcanzan a adaptarse y lo mismo le está pasando al hombre, que es uno de los seres vivos con mayor capacidad de adaptación, cada vez le cuesta más.
Vemos que toda la industria turística, que está centrada en la explotación de sus recursos naturales, que desarrolló el turismo y generó más recursos al municipio que hoy puede tener sus cuentas superavitarias, en parte es por la industria turística, ahora no sé si en el futuro va a poder ser así, los recursos irán mermando cada vez más al desaparecer las playas, ya los turistas no van a venir tan seguidos”.
-¿Por qué cree que van a desaparecer las playas? (Le preguntó EL ARGENTINO)
-Van a desaparecer por el desmonte, porque la Secretaría de Medioambiente de la Provincia no hace de poder de policía como debiera y el mayor responsable aquí es Fernando Raffo (secretario de Medioambiente de la Provincia) que es un funcionario absolutamente incapaz de llevar adelante la gestión que tiene que llevar, porque no sólo permitió que se desmonte en la cuenca alta, sino que también permitió que Amarras se instale, que si bien aún no tienen el visto bueno ambiental; sin embargo ellos siguen la obra como si nada, total falta un gancho y listo.
En tanto manifestó que: “A lo largo del tiempo el hombre le fue ganando espacio al valle inundable del río, primero se hizo el Friorífico Gualeguaychú, luego la Costanera, esos fueron espacios del valle que se fueron perdiendo, de todos modos el río se fue acomodando porque eran obras espaciadas en el tiempo una de otra y no se daban con tanta velocidad como ahora. Tenemos un plan de cuenca que no se cumple, tenemos una ley de prohibición de desmonte que no se cumple, entonces cualquiera hace lo que quiere, total no hay sanciones y si las hay los montos de las multas son módicos”.
Figún remarcó que al construirse el barrio privado frente a un meandro del río y tener un dique de contención enfrente: “El agua va a salir por el arroyo Gaitán a través de una contracorriente, que va a terminar en el canal Clavarino inundando a los vecinos de esa zona, donde la gente invirtió mucho dinero en propiedades, luego que el canal se entubó y se pavimentó la calle, pero a la larga esas propiedades se van a desvalorizar por las constantes inundaciones. Hay algo que no se puede parar y es el agua.
Nota completa, edición papel
En 2002, fue una de las primeras en denunciar la instalación de Botnia sobre Fray Bentos y sus consecuencias ambientales, a través del grupo ambientalista Ñandubay.
En la reunión informativa que realizó Amarras del Gualeguaychú a los vecinos de Pueblo Belgrano y Gualeguaychú acusó a los empresarios de promover “un desastre ambiental”, por los efectos que ocasionará el emprendimiento inmobiliario en la cuenca baja del río.
“En la cuenca baja vamos a sufrir un gran impacto en el valle inundable del río, por lo tanto nos vamos a quedar sin playas, y si a esto le sumamos todo el desmonte que sufrió la cuenca alta, el suelo no tiene capacidad de drenaje y al no tenerlo toda el agua de los campos baja al cause del río”, explicó la geógrafa.
“Al aumentar el cause del río comienza a suceder lo que ya venimos sufriendo, las reiteradas inundaciones en temporada turística y a lo largo del año y con este emprendimiento directamente nos vamos a quedar sin playa”, reiteró.
El desmonte en la cuenca alta, se efectuó en toda la zona apta para el cultivo y no se respetó el haber dejado un mínimo de cien metros de longitud desde la costa, como barrera natural y “evitar así la erosión en la costa y el suelo”.
La cuenca del Río Gualeguaychú nace en los bofedales junto con el arroyo El Palmar entre el límite entre el departamento Colón y San Salvador. Tiene una longitud de 268 km y su cuenca hidrográfica drena 6.981 km².
“Estamos ante el mayor cambio climático conocido por la humanidad en los últimos tiempos. El 2014 está siendo el año más caliente que se tenga registro en la tierra, esto significa que no sólo tenemos que hablar de la destrucción del río Gualeguaychú, también estamos hablando de la desaparición del Artíco, de los Glaciares. Es tan grande el cambio climático que estamos viendo que las especies no alcanzan a adaptarse y lo mismo le está pasando al hombre, que es uno de los seres vivos con mayor capacidad de adaptación, cada vez le cuesta más.
Vemos que toda la industria turística, que está centrada en la explotación de sus recursos naturales, que desarrolló el turismo y generó más recursos al municipio que hoy puede tener sus cuentas superavitarias, en parte es por la industria turística, ahora no sé si en el futuro va a poder ser así, los recursos irán mermando cada vez más al desaparecer las playas, ya los turistas no van a venir tan seguidos”.
-¿Por qué cree que van a desaparecer las playas? (Le preguntó EL ARGENTINO)
-Van a desaparecer por el desmonte, porque la Secretaría de Medioambiente de la Provincia no hace de poder de policía como debiera y el mayor responsable aquí es Fernando Raffo (secretario de Medioambiente de la Provincia) que es un funcionario absolutamente incapaz de llevar adelante la gestión que tiene que llevar, porque no sólo permitió que se desmonte en la cuenca alta, sino que también permitió que Amarras se instale, que si bien aún no tienen el visto bueno ambiental; sin embargo ellos siguen la obra como si nada, total falta un gancho y listo.
En tanto manifestó que: “A lo largo del tiempo el hombre le fue ganando espacio al valle inundable del río, primero se hizo el Friorífico Gualeguaychú, luego la Costanera, esos fueron espacios del valle que se fueron perdiendo, de todos modos el río se fue acomodando porque eran obras espaciadas en el tiempo una de otra y no se daban con tanta velocidad como ahora. Tenemos un plan de cuenca que no se cumple, tenemos una ley de prohibición de desmonte que no se cumple, entonces cualquiera hace lo que quiere, total no hay sanciones y si las hay los montos de las multas son módicos”.
Figún remarcó que al construirse el barrio privado frente a un meandro del río y tener un dique de contención enfrente: “El agua va a salir por el arroyo Gaitán a través de una contracorriente, que va a terminar en el canal Clavarino inundando a los vecinos de esa zona, donde la gente invirtió mucho dinero en propiedades, luego que el canal se entubó y se pavimentó la calle, pero a la larga esas propiedades se van a desvalorizar por las constantes inundaciones. Hay algo que no se puede parar y es el agua.
Nota completa, edición papel
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