Crecer y agradecer
El diario EL ARGENTINO se traslada de casa. La referencia de calle 9 de Julio y Luis N. Palma se traslada a calle Rivadavia 845.
No hay único motivo para que una empresa centenaria genere este movimiento. Se trata de responder a la experiencia y con esa respuesta tener previsión por el crecimiento o, mejor dicho, el desarrollo.
Es cierto que no son tiempos propicios para los medios de comunicación. No se trata de adaptarse a la tecnología y a los nuevos paradigmas que ello implica. La dificultad es más antigua, son los desafíos vinculados con la economía. No obstante, para EL ARGENTINO se trata de una época de agradecimiento.
Agradecimiento a quienes nos precedieron en la conducción y en el quehacer diario de llegar hasta sus manos y su hogar.
Agradecimiento a la comunidad de anunciantes, clientes y suscriptores que siempre de una u otra manera se han esforzado para acompañarnos.
Agradecimiento a la comunidad de lectores, tanto los de la edición papel como los que se vinculan con las plataformas multimedia.
En definitiva, agradecimiento por la lealtad, por saber que el compromiso asumido hace 112 años y que se expresa “en la defensa del interés general”, ha sido siempre nuestro horizonte, pero también nuestro camino; nuestro cielo y nuestra tierra… nuestra razón de ser como empresa periodística.
En estos más de un siglo de vida, se han aprendido muchas lecciones. Se han visto –y padecido- innumerables ministros de Economía, gobiernos de todo signo y EL ARGENTINO ha sido siempre el mismo, aunque ha asumido desafíos de actualizaciones, renovaciones, cambios y mudanzas. Pero, siempre con el mismo ADN.
Ahora se inicia una nueva etapa. El vigor y el buen ánimo nos impulsan hacia un futuro más próspero; y –como siempre ha sido en la vida centenaria de esta casa- nada se emprende sin esperanza. No se trata de la mera ilusión de una espera; sino de la perspectiva que da la confianza en lo que somos y hacemos.
Una mudanza que no es una alteración. Una mudanza que de ningún modo es una mutación. Una mudanza que sí es una innovación para esta centenaria casa. Y esto representa el trabajar para que un mundo más bondadoso sea parte ya no de nuestras vidas, sino de la vida de todos ustedes.
Por eso vivimos esta etapa abrevando en la cultura del agradecimiento. Agradecer para EL ARGENTINO no es solo retribuir –que es importante-, sino también reconocer. Agradecer es responder de manera gratificante el saber que este crecimiento es parte de todos, sin excepción… porque como se ha señalado alguna vez: EL ARGENTINO es Gualeguaychú.