El derroche de agua, una mala costumbre
Con la idea de crear conciencia en la comunidad, dado que aquí aún no se ha implementado el sistema de medidores de agua potable, desde el programa municipal Compromiso Gualeguaychú y Obras sanitarias proponen un concurso para evitar el derroche de agua potable.
El uso responsable del agua es fundamental en una ciudad en la que su red se ha estirado desde hace tiempo, lo que explica que haya vecinos a quienes en más de una ocasión ésta les llega con una escasez que complica el movimiento de la casa.
Con la idea de que todos los hogares tengan agua cuando hace calor, por medio de un concurso que tiene por premio un kit de productos para optimizar el agua de las piletas, la municipalidad busca generar conciencia para que opere el cambio que se busca: que en lugar de reemplazar el agua cada dos o tres días, se la mantenga para que dure en condiciones de ser usada de dos a tres semanas.
En la mañana de ayer, el responsable de la dirección de Obras Sanitarias, ingeniero Dardo Aguilar, dijo a EL ARGENTINO que en la repartición tienen conocimiento de las piletas de lona que se instalan en patios o jardines.
Sin contar con un medidor que permita establecer el cambio en el consumo, los funcionarios tienen formas de saber que se les cambia el agua “cuando vemos en la calle correr el agua sin que se haya roto la cañería. Además, al recorrer los barrios -siguió Aguilar- se ve que estas piletas están destapadas, lo que significa que el agua se tira, porque se ensucia y pudre”.
“Es muy difícil saber cuánta agua se gasta -dijo- pero es fácilmente estimable la cantidad de agua que consume por persona, que supera en mucho lo indicado por la Organización Mundial de la Salud”.
“Apuntamos al cuidado del agua de la pileta porque lleva mucha agua: el tanque de una casa carga mil litros y llenar una pileta de lona, según su tamaño, puede equivaler a dos o tres tanques”, estableció.
“Se pide a todos, al terminar el día, volcar en la pileta un pocillo de cloro, revolver y cubrir con un plástico grueso, para que ese agua se mantenga dos o tres semanas. Es cuestión de tomarse este trabajo. Seguramente cuando se pongan los medidores esto va a ocurrir, pero mientras tanto, se apela a la conciencia de la gente en el cuidado del agua”, dijo Aguilar.
La gente que carga su pileta de lona con agua de red razona “ya tiene cloro” y quizá por eso no se lo agregue, le dijimos y Aguilar explicó “el agua potable está debidamente tratada, pero para tenerla al aire libre hay clorarla un poquito. Y cubrir la pileta es para proteger el agua de la tierra, las hojas, el pájaro que pasa, lo mismo que del primer agua de una lluvia, que arrastra partículas en suspenso”.
¿Agua turbia?
“Nunca el agua sale turbia de acá”, dijo Aguilar aludiendo a la planta potabilizadora, desde donde respondió las preguntas que EL ARGENTINO le formuló en la mañana de ayer, respecto de los casos de turbiedad que se han producido.
“La turbiedad se debe a dos motivos: por la rotura de la cañería, que es cuando ingresan tierra y partículas a la red y cuando se paran los pozos. En este caso, siempre se depositan en la parte de los filtros sustancias que son arrastradas cuando la bomba está en régimen permanente”.
Siguiendo su explicación, Aguilar marcó “la red recorre toda la ciudad, y tiene tramos de caños de fibrocemento, fundición, plástico, de hierro. Ese caño se rompe a veces al ensamblarla. Y hay que empalmarla lo mejor posible”.
“El municipio -agregó-ha hecho inversiones construyendo nuevos pozos con fondos de la Provincia y la Nación. Estos pozos, además de surtir un barrio determinado, aportan a la red, de manera de cubrir el crecimiento que va teniendo la ciudad”.
“Hemos comprado nuevos cloradores e incluso está por montarse (en marzo) una serie de decantadores nuevos, equipos de acero inoxidable valuados en casi un millón de pesos. También se hicieron reformas para aumentar la capacidad en un 6 ó 7 por ciento más, de forma que estamos en una producción de agua de 1250 metros cúbicos por hora” señaló Aguilar quien aseguró que el agua de red es segura para el consumo y o fundamento destacando “en los laboratorios se hacen certificaciones permanentes, más de tres mil determinaciones por mes y en ocasiones, se hacen análisis en Santa Fe, a través del INTI”.
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