LOS PRONÓSTICOS SEÑALAN UNA LENTA BAJANTE
El drama de los inundados: “En las últimas dos crecientes perdí 32 millones de pesos”
Mariano Almirón de Altos Verdes y Roberto Carro de Punta Sur, contaron a EL ARGENTINO cómo atraviesan esta situación tan crítica. Ambos prestadores turísticos relataron los momentos más críticos y cómo se preparan para recuperarse.
Por Mónica Farabello
El agua no perdona y avanza. En el Camino de la Península son muchos los prestadores que trabajan con el turismo y dan trabajo a familias de Gualeguaychú.
Mariano Almirón de Altos Verdes lamentó la falta de avisos previos o alertas de las autoridades, que podrían haber evitado tamañas pérdidas y momentos de angustia. Recordó que en la última creciente de diciembre del 2023, a su complejo ingresó 1,40 metros de agua; y ahora la marca está en 1,90, 2 metros.
“Nosotros estábamos con el complejo con un 50 o 60% de ocupación la semana pasada. El jueves a la noche, por una cuestión de intuición, hicimos sacar todos los vehículos y les explicamos a los turistas que tal vez no era nada, pero lo hacíamos por un tema de prevención. El viernes no dormimos en toda la noche y lo llamamos a Raúl Almeida, para que nos ayude a sacar algunas cosas”, relató Mariano.
A las pocas horas, todo era un calvario. Muy temprano los turistas debieron desalojar y salir del lugar. Los trabajadores empezar a subir todo a más de un metro, pero no fue suficiente.
“Perdí muchísimas cosas de los 14 búngalows. Carro, un vecino nos alertó, por su experiencia y fui tomando precaución. Cuando empezamos a llamar a gente supuestamente que sabía, nos decían que no eran tan malos los pronósticos y después mi mujer llamó a la Prefectura y la persona que lo atendió, le dijo: ‘no tenemos ni idea’. ¿Y a quién le pregunto? ‘No, menos idea ‘, le contestó.
“Antes, me manejaba con Daniel Hernández; era gente que se preocupaba, o te iba dando una idea de cómo era el panorama, pero bueno, esta vez es como que nadie sabía nada, nadie, nadie”, dijo el prestador turístico.
Asimismo, reconoció que una vez inundados, desde el Municipio los llamaron para saber si necesitaban algo. “Yo les dije que prefiero que ayuden a los que están peor”, aseguró.
Además, contó que perdió “mucha plata, yo hice un cálculo en la creciente anterior, y con ambas inundaciones perdí 32 millones de pesos. Yo llevo todo un programa, con todos los gastos, con todo lo que vale una térmica, un termotanque, todo. Nos sentamos a hacer números y me da esa suma de dinero”, lamentó el propietario de Altos Verdes.
El relato de un hombre experimentado
Roberto Carro es propietario de Punta Sur. Desde hace 30 años vive al lado del río. En diálogo con EL ARGENTINO, contó que participa de un grupo de whatsapp donde circula información de toda la cuenca. Allí se puede acceder, por ejemplo, a la lluvia caída en Villa Elisa u otras localidades.
“Ví que la cosa venía muy mal y el miércoles levanté todo y le avisé a mis vecinos. Yo pensaba que iba a llegar a 3.50 metros aproximadamente, así que, a pesar que me di cuenta, lo subestimé”, contó Carro.
“Pensé que no iba a ser tanto porque el Uruguay estaba muy bajo, pero de todos modos supe que se venía el agua”, dijo el vecino y aseguró: “No recibimos información oficial, pero por experiencia pude verlo. En mi complejo entraron 60 centímetros menos que en la creciente del 2007”.
En cuanto al salvataje de sus cosas, Carro dijo que pudo guardar en un depósito los colchones, mesas, sillas, la vajilla; aunque muchas otras cosas las perdió.
Y ¿qué va a pasar el día después de la creciente? Para el prestador turístico, deberían exceptuarlos del pago del TGI (Tasa General Inmobiliaria) que en algunos casos supera los 300 mil pesos. “Hemos perdido mucho y vamos a seguir evaluando los daños una vez que el río se retire. Matafuegos, luces de emergencia… todo. Perdimos gran parte del verano donde no pudimos trabajar. Ahora estábamos esperando Semana Santa para empatar. Pero al final, perdimos”, cerró Carro.