El grupo scout “Ceferino Namuncurá” abrió un cofre con consignas oculto en 2004
El cofre fue enterrado en el 2004 con consignas de integrantes del grupo. Fue reabierto ayer y tras leerse algunos mensajes, volvió a cerrarse con otras misivas.
un cofre con consignas y presentes enterrado hace diez años fue abierto ayer en el grupo scout 0002 “Ceferino Namuncurá”, tras lo cual volvió a ser cerrado con nuevos mensajes a la espera del año 2024 cuando volverá a ser abierto para recordar la consigna.
Todos los integrantes del grupo acompañados por algunos padres fueron parte de una ceremonia sencilla pero emotiva , en la que además de abrirse el cofre y leerse algunos de los mensajes , se recordó el objetivo de los dirigentes que gestaron la idea. La de ayer fue la segunda apertura después de instituirse en el año 1994 y consumarse la primera apertura en 2004.
La ceremonia comenzó con la formación de los grupos alrededor del mástil, y tras el ingreso de la bandera de ceremonia se entonó el Himno Nacional Argentino. El encuentro continuó con la palabra de Juan Pablo Martinolich, quien se encargó de explicar la importancia del acto e invitó a dos de los dirigentes que impulsaron la idea a contar la experiencia.
“Polo” Benetti recordó que en la década del 90 –cuando se instituyó la idea- la sociedad estaba convulsionada, y ese mismo malestar que determinaban valores afectaron al grupo. “Quisimos darle un sentido de legado, de posta. La idea fue generar un evento, donde podamos recordar cada diez años nuestra historia, a través de un deseo o bien la transmisión de un pensamiento joven” destacó.
“En la primera apertura hubo jóvenes que escribieron cuando fueron lobatos y leyeron sus deseos siendo dirigentes. El objetivo es que la urna sea un vehículo de pensamientos, de anhelos, donde además de transmitir deseos uno pueda trasladar sentimientos que serán leídos diez años más tarde por los propios gestores de esos mensajes o bien por otros integrantes del grupo”.
Dirigiéndose a los jóvenes, Benetti dijo “aquí ustedes podrán dejar guardados todos nuestros anhelos para dentro de diez años. Pueden escribir como quieren ver a la sociedad o como se imaginan a la sociedad dentro de diez años. También buscamos conservar la tradición del grupo. Queremos que aquellas historias que nos identifican perduren y se transmitan” explicó el exdirigente.
Al relatar por qué el cofre fue enterrado al pie del mástil, Benetti dijo que en ese lugar los grupos inician y culminan sus actividades. “Es aquí donde nos reunimos, iniciamos tareas y cerramos actividades, y lo que es más importante nos comprometemos a mejorar para ser todos los días más útiles a la sociedad” añadió
Nestor Da Vicco recordó a Hugo Tessei, otro de los impulsores del cofre, quien además plantó el mástil mayor del grupo en un espacio próximo a la sede, en el mismo seminario. “Hugo hizo este mástil. A partir de allí el trabajo fue de todos. Alfredo Adamo se unió a la propuesta. Los Robert de aquella época hicieron el pozo y logramos erguirlo con un el camión de Daniel Conculini, usando sogas y los pinos próximos” recordó.
Los dos dirigentes junto al sacerdote Emilio Scarpin (también scout) se encargaron de romper el cemento y abrir el cofre, de donde se sacaron los mansajes para ser repartidos y algún caso compartido con los presentes. El cofre volvió a ser cerrado y ubicado en el mismo espacio, esta vez con nuevas cartas que serán reabiertas en el 2024.
Todos los integrantes del grupo acompañados por algunos padres fueron parte de una ceremonia sencilla pero emotiva , en la que además de abrirse el cofre y leerse algunos de los mensajes , se recordó el objetivo de los dirigentes que gestaron la idea. La de ayer fue la segunda apertura después de instituirse en el año 1994 y consumarse la primera apertura en 2004.
La ceremonia comenzó con la formación de los grupos alrededor del mástil, y tras el ingreso de la bandera de ceremonia se entonó el Himno Nacional Argentino. El encuentro continuó con la palabra de Juan Pablo Martinolich, quien se encargó de explicar la importancia del acto e invitó a dos de los dirigentes que impulsaron la idea a contar la experiencia.
“Polo” Benetti recordó que en la década del 90 –cuando se instituyó la idea- la sociedad estaba convulsionada, y ese mismo malestar que determinaban valores afectaron al grupo. “Quisimos darle un sentido de legado, de posta. La idea fue generar un evento, donde podamos recordar cada diez años nuestra historia, a través de un deseo o bien la transmisión de un pensamiento joven” destacó.
“En la primera apertura hubo jóvenes que escribieron cuando fueron lobatos y leyeron sus deseos siendo dirigentes. El objetivo es que la urna sea un vehículo de pensamientos, de anhelos, donde además de transmitir deseos uno pueda trasladar sentimientos que serán leídos diez años más tarde por los propios gestores de esos mensajes o bien por otros integrantes del grupo”.
Dirigiéndose a los jóvenes, Benetti dijo “aquí ustedes podrán dejar guardados todos nuestros anhelos para dentro de diez años. Pueden escribir como quieren ver a la sociedad o como se imaginan a la sociedad dentro de diez años. También buscamos conservar la tradición del grupo. Queremos que aquellas historias que nos identifican perduren y se transmitan” explicó el exdirigente.
Al relatar por qué el cofre fue enterrado al pie del mástil, Benetti dijo que en ese lugar los grupos inician y culminan sus actividades. “Es aquí donde nos reunimos, iniciamos tareas y cerramos actividades, y lo que es más importante nos comprometemos a mejorar para ser todos los días más útiles a la sociedad” añadió
Nestor Da Vicco recordó a Hugo Tessei, otro de los impulsores del cofre, quien además plantó el mástil mayor del grupo en un espacio próximo a la sede, en el mismo seminario. “Hugo hizo este mástil. A partir de allí el trabajo fue de todos. Alfredo Adamo se unió a la propuesta. Los Robert de aquella época hicieron el pozo y logramos erguirlo con un el camión de Daniel Conculini, usando sogas y los pinos próximos” recordó.
Los dos dirigentes junto al sacerdote Emilio Scarpin (también scout) se encargaron de romper el cemento y abrir el cofre, de donde se sacaron los mansajes para ser repartidos y algún caso compartido con los presentes. El cofre volvió a ser cerrado y ubicado en el mismo espacio, esta vez con nuevas cartas que serán reabiertas en el 2024.
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