Este domingo se realizará la protesta contra UPM bajo el lema “Sin agua no hay vida”
Por Nahuel Maciel
EL ARGENTINO
Este domingo nuevamente la comunidad de Gualeguaychú junto a los pueblos ribereños y otras localidades solidarizadas con la lucha ambiental, se movilizarán hacia el cruce internacional con Fray Bentos para rechazar la presencia de la pastera del proyecto Orion (UPM, ex Botnia) por ser contaminante, parte del ecocidio en el río Uruguay y generadora de conflictividad social.
También se denunciará –nuevamente- a la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) por ser parte de la cobertura de impunidad que tiene UPM (ex Botnia), ser uno de los principales obstáculos para el acceso a la información y generadora de desinformación permanente para favorecer la contaminación y el ecocidio en el curso de agua compartido.
Para dimensionar este contexto de malestar colectivo, se trata de la movilización número 19 que se realiza anualmente, teniendo como referencia la del 30 de abril de 2005, cuando por primera vez se produjo el llamado abrazo en el puente y que protagonizaron las poblaciones de ambas orillas.
Este año el lema elegido por la Asamblea Ciudadana Ambiental es “Sin agua no hay vida” y sintetiza claramente uno de los reclamos más pertinentes y oportunos para reflejar la constante contaminación que genera la pastera UPM y el daño –por el momento irreversible- que está causando en esta parte de la cuenca del río Uruguay.
Es tal el grado de cobertura y de impunidad que goza esta pastera, que el gobierno de la República Oriental del Uruguay impide que sus directivos vengan siquiera a declarar en la causa abierta que se impulsa en el Juzgado Federal de Gualeguaychú e Islas del Ibicuy a cargo del juez Hernán Viri.
En diálogo con EL ARGENTINO, el histórico asambleísta Juan Veronesi, recordó que la movilización en esta lucha ambiental ha sido clave. En ese marco, destacó como un valor de la comunidad que el pueblo siempre marchó con sus intendentes a la cabeza, recordando que el 4 de octubre 2003 se llegó hasta la ciudad de Fray Bentos para intentar razonar con el intendente de Río Negro, Omar Lafluf, pero todo fue infructuoso. Si algo ha caracterizado a las autoridades uruguayas –y especialmente a Lafluf- ha sido su falta de cultura de diálogo, sus insignes esfuerzos para dar cobertura de impunidad judicial a la pastera y sus constantes violaciones al Estatuto del Río Uruguay, con un claro rol de complicidad por parte de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU).
La movilización
Este domingo se marchará en la modalidad de caravana automovilística. Será la tercera vez que se adopta este dispositivo. En parte, porque las propias autoridades vinculadas con la seguridad de frontera son las primeras en bloquear e intentar silenciar esta protesta y por eso impiden que se suba al puente internacional “General San Martín”. No son razones de seguridad vial, sino la de cuidar la imagen de la pastera, porque les molesta que el mundo vea cómo miles y miles de ciudadanos expresan a viva voz que no goza de la licencia social.
Así, la organización de la Asamblea ha previsto que la concentración de mañana sea a las 16 en el paraje histórico de Arroyo Verde sobre la Ruta Nacional N° 136 y luego se marchará en caravana automovilística hasta la zona del óvalo de la cabecera Oeste del puente internacional. Desde la organización se reiteró que no se subirá al enlace vial y se regresará a Arroyo Verde. Se estima que aproximadamente entre las 17 y 17:30 se realizará la tradicional oración ecuménica, para luego compartir la lectura de la proclama. Luego, se propiciará una breve asamblea para finalmente desconcentrar.
“El tiempo pasa y la ex Botnia-UPM sigue funcionando y contaminando, pero esa no es razón suficiente para abandonar el reclamo que Gualeguaychú llevó al plano nacional e internacional. Nuestro reclamo es por la vida y la salud de todos y todas y, sobre todo, de las generaciones futuras. Este tipo de producción no hace más que hipotecar el futuro de argentinos y uruguayos”, expresó en su momento el intendente Esteban Martín Piaggio cuando recibió a un grupo de asambleístas para repasar los detalles de la movilización de mañana.
“Es necesario no bajar los brazos y mantener bien alto el rechazo a las pasteras. El cuidado del agua, del aire y de nuestros suelos es la única manera de empezar a revertir los enormes daños ambientales provocados durante décadas y décadas. Como pueblo tenemos el derecho y el deber de cuidar nuestros recursos y de expresarnos a favor de otra forma de vivir, menos dañina, menos contaminante y más amigable con el ambiente que habitamos”, resaltó el intendente en esa oportunidad.
Contextos y perspectivas
La lucha asamblearia por el NO a las papeleras y el SÍ a la vida ya ha registrado importantes capítulos en la defensa del interés general e incluso esta lucha es tutora de una de las movilizaciones más multitudinarias a escala planetaria en reclamo por el cuidado del ambiente.
Bien lo enseña el general de pueblos libres que fue Gervasio Artigas, cuando expresó: “No venderé el rico patrimonio de los orientales, al vil precio de la necesidad”. Un legado pisoteado por las autoridades orientales que se han esforzado demasiado para consumar y convalidar uno de los saqueos sin precedentes.
Del mismo modo, la CARU (tanto la delegación argentina como la uruguaya) ejerce un rol informativo y de comunicación violatorio de los más elementales Derechos Humanos, propio del oprobio de los mesiánicos dictadores. Es un organismo que se caracteriza por ser vejatorio al acceso a la información; deshonroso de todo espíritu republicado; humillante para el concepto de soberanía; e insultante para la verdad.
Hay que insistir en el concepto: las autoridades nacionales impiden el elemental servicio de Justicia para una comunidad amenazada y víctima de la contaminación. Es más, quienes se atreven a insistir con esta lucha, son criminalizados por sus protestas. Eso sí, los gobiernos son los primeros en dar impunidad para que los directivos de la pastera ni siquiera sean notificados por la Justicia Federal.
La CARU y UPM están generando una de las violaciones a los Derechos Humanos más elementales como es el derecho a la vida, a vivir en un ambiente sano. Por eso, el lema de este domingo: “Sin agua no hay vida” es un reclamo actualizado de lo que está ocurriendo en la cuenca.
Mañana se realiza la 19 marcha anual de los pueblos ribereños que demandan a los Estados que pongan fin a este conflicto que nació con la presencia de UPM Botnia y que erosionó 200 años de fraternal historia en común. Lamentablemente, la respuesta de los Estados –a través de CARU- es la impunidad para la pastera y la criminalización de la protesta para el pueblo. No es casual que nuevamente se le impida a la Asamblea marchar sobre el puente internacional “General San Martín”, cuidando –como gendarmes- la imagen de la pastera. Los asambleístas y los pueblos ribereños están bloqueados por la CARU, que ahora también se ha convertido en una experta en esto de intentar silenciar y limitar las protestas sociales.
La contaminación ambiental por la presencia de la pastera se sucede todos los días, de manera incesante, desenfrenada e incluso en un perpetuo ecocidio.
Por eso, los pueblos ribereños abrazarán nuevamente al río Uruguay para proclamar, una vez más, el NO a las papeleras y hermanando a los pueblos en la defensa del SÍ a la vida.