Informe de ATE revela que la nueva sala de tragamonedas recauda unos 50 mil pesos diarios
Con un total de 253 máquinas tragamonedas funcionando en la ciudad entre ambas salas, Newtronic espera recaudar 70 millones de pesos este año.
Parte del dinero termina en el IAFAS, pero desde ATE “Gualeguaychú” denuncian que este tipo de inversiones no generan riquezas en la ciudad, es una aspiradora de recursos y genera un daño a la salud de la población.
Corría el 28 de diciembre del 2013, mientras varios amigos se hacían bromas por el Día de los Inocentes en la ciudad, el barrio San José Obrero no volvería hacer el mismo. Una nueva sala de tragamonedas abría sus puertas en calle Constitución y Av. Parque, tras ser habilitada por el municipio, pese a la enorme oposición del Obispado de “Gualeguaychú” el Consejo Pastoral de la Iglesia Evangélica, la Asociación de Trabajadores del Estado y representantas del arco político opositor. Newtronic. SA se salía con la suya y finalmente abría su segunda sala de tragamonedas en la ciudad, casi dos años después de haber fracasado en su intento de abrir una sala en Rosario y Urquiza.
Desde su apertura recauda en promedio 50 mil pesos por día, pero lo que más le preocupa a ATE es que tanto en el Casino Temático como en la nueva sala de Av. Parque la mayoría de los jugadores son trabajadores y de sectores bajos y casi el 80 por ciento de los asistentes son mujeres. Los casinos se convirtieron en una aspiradora de recursos para la ya golpeada economía local. Con 253 máquinas tragamonedas operativas en ambas salas, Newtronic recaudó más de 37 millones de pesos en el primer semestre del año, y de acuerdo a las proyecciones estimadas por ATE, durante el ejercicio 2014 ambas salas habrán absorbió del bolsillo de los gualeguaychuenses y los turistas 70 millones de pesos. El monto representa el 26 por ciento del presupuesto general de gastos de la Municipalidad que es de 265 millones de pesos para este año. La ambición empresarial por exprimir el bolsillo de los gualeguaychuenses parece no tener límite, la sala mayor funciona de lunes a lunes de 8 de la mañana hasta 5 de la mañana del día siguiente, solo se cierra tres horas por día para limpiar y hacer la contabilidad de las máquinas tragamonedas.
La mitad de lo que recaudará la sala mayor de la ciudad, se irá al IAFAS, mientras tanto la generación de riqueza que genera esta actividad para la economía local es casi nula. Solo queda el dinero de los sueldos que paga Newtronic a sus empleados en los servicios de gastronomía seguridad y personal de mantenimiento de los tragamonedas que tiene la empresa, los demás son empleados del Estado.
Como resultado de la actividad del juego, un promedio de seis millones de pesos se van mes a mes de la economía local, que en épocas de fuerte actividad económica no parecen notarse, pero en momentos de recesión económica, donde el comercio minorista lleva ya un semestre de caídas en las ventas, esa masa de dinero que se va parece notarse más que nunca.
El argumento principal para alentar este tipo de inversiones en la ciudad, fue la de incrementar la oferta recreativa para el turismo, pero desde ATE que representa gremialmente a los empleados estatales que trabajan en el casino Temático, dicen que la concurrencia de turistas es mínima y la mayor asistencia de gente es de la propia localidad. Desde hace años, en los centros de salud municipales, en los consultorios de los psiquiatras, comenzó a hacerse más evidente una patología que comienza a representar una amenaza para la salud de la población. El jugador compulsivo siempre existió, pero nunca en la ciudad cuyo desarrollo se cimentó en el comercio, la industria, el campo y el turismo, tuvo tanta oferta de juego como en la actualidad, y todo indica que esa oferta seguirá aumentando en el tiempo.
Antes los tragamonedas funcionaban con fichas y la velocidad del juego era otra, hoy las nuevas máquinas tragamonedas aceptan billetes y la velocidad del juego pasó a tener otro ritmo y a absorber más dinero de los bolsillos de los jugadores. El estado es el que debe hacerse cargo del tratamiento de la enfermedad del ludópata y a veces contener a la familia del jugador que en algunos casos pasó a la pobreza extrema por el endeudamiento producto del juego. Y cuando el Estado está ausente en estas cuestiones, es la propia sociedad civil que genera los mecanismos de defensa, a través de un grupo de familiares de jugadores compulsivos que en 2009 abrieron el grupo de autoayuda Jugar-Anon que funciona en la parroquia Nuestra Señora del Luján, donde ya han pasado decenas de personas. En las reuniones narran el infierno en el que tuvieron que atravesar ellos y sus familias.
El mismo obispo de Gualeguaychú monseñor Jorge Lozano, al escuchar los planteos de los curas párrocos, solicitó a la Dirección de Salud de la Municipalidad en 2011, que realizaran un estudio estadístico para determinar el impacto a la salud que conlleva el funcionamiento de salas de juego en la ciudad.
La ludopatía es un trastorno de la personalidad que se caracteriza fundamentalmente porque existe una dificultad para controlar los impulsos, y que en cierto sentido tiende a manifestarse en practicar de manera compulsiva, uno o más juegos de azar. Puede perturbar la vida diaria de la persona que se ve afectada por esta adicción, de tal forma que la familia, la alimentación y el trabajo se vean totalmente resentidos.
Lo que puede comenzar como una distracción mental o actividad social, termina en una actividad diaria. El ludópata no puede medir su tiempo, ni el dinero que apuesta, pierde su control.
Mientras tanto, el municipio tiene un vació legal, dado que no hay ninguna ordenanza que frene el avance de este tipo de inversiones que a su vez son amparadas por la Ley de Turismo de la provincia, que permite a los empresarios que desarrollen emprendimientos turísticos a instalar casinos dentro de los complejos como una manera rápida de recuperar inversiones.
Desde el 2012 el bloque opositor Color Gualeguaychú, la alianza política integrada por la UCR, Nuevo Espacio y el Peronismo disidente, se unió a los reclamos del Obispado de Gualeguaychú y el Consejo Pastoral de la Iglesia Evangélica, el gremio de los estatales, el Socialismo y el Gen, quienes impulsan una audiencia pública para poner un freno mediante la creación de un proyecto de ordenanza que evite este tipo de inversiones, y limite la franja horaria de las salas ya existentes. El bloque opositor espera darle tratamiento en el recinto a esta ordenanza en el transcurso de este semestre, y esperan que sus pares del oficialismo también se involucren en este debate que hace al futuro de la economía de la ciudad y de la salud de la población.
Recaudación total de ambas salas mes a mes
Enero: $ 6.443.902
Febrero: $ 6.375.662
Marzo: $ 6.656.151
Abril: $ 6.025.719
Mayo: $ 6.004.593
Junio: $ 5.659.701
Fuente ATE Gualeguaychú
POR DIEGO ELGART
EL ARGENTINO
Este contenido no está abierto a comentarios