Jeannot Sueyro: un efecto de luz sobre una foto generó comentario entre vecinos
En la mañana de ayer, varios llamados a EL ARGENTINO dieron cuenta de lo que se tomó como una señal o un milagro: en la imagen del sacerdote Luis Jeannot Sueyro ubicada en el pasillo central del Hospital Centenario, se decía, se podían observar lágrimas.
Una visita al lugar posibilitó hablar con empleados del hospital y tomar imágenes de la fotografía en cuestión, que por firma lleva las iniciales G.R.
En el lugar se informó que las supuestas lágrimas de la imagen fueron vistas unos días atrás, momento en que el comentario comenzó a circular, tomando más fuerza en la mañana de este jueves.
EL ARGENTINO consultó al Dr. Gustavo Razetto, autor de la fotografía, quien explicó que en realidad, se trata de un efecto de la luz del sol sobre los cristales de los anteojos del sacerdote.
“La imagen es de febrero de 2008, cuando un grupo de amigos fuimos con Jeannot a la casa donde vivió en su infancia, en la zona del Gualeyán”, contó, para agregar que a causa de la repercusión que se le dio ayer al tema “me llamaron temprano y fui al archivo digital, para comprobar que tiene el mismo efecto”.
Tras esto evocó “fue una tarde hermosa que Jeannot compartió con nosotros, llena de recuerdos de su infancia. Y como yo tenía una máquina digital, saqué varias fotos. En otras se ve más el cielo pero elegí ésta porque me gustó la expresión que tiene. Y no me pareció que tuviera nada más que un reflejo puntual, lineal, producto de la luz del sol que teníamos atrás los que estábamos frente a él y se reflejaba en sus anteojos”.
La imagen ampliada e impresa de Jeannot fue colocada en el pasillo del Hospital Centenario el 20 de noviembre de 2008, día del cumpleaños del Cura gaucho, que murió el 30 de julio de ese año.
Una réplica fue puesta por los integrantes de la Fundación Padre Pío en el Hogar de Ancianos, donde Jeannot fue asiduo visitante y también huésped.
Y alguien, en algún momento, de igual forma, creyó ver lágrimas.
“Pero no pasó de ahí”, dijo nuestro interlocutor.
Con lo que queda claro que en el Hogar, como en el pasillo del Hospital, Jeannot Sueyro sonríe a quienes lo recuerdan como el cura que fue.
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