Opinión
Limpiar los arroyos pluviales
En nuestra ciudad, pese a haber avanzado la urbanización hacia los cuatro puntos cardinales, aún quedan arroyos pluviales que atraviesan las zonas urbanas, como las cañadas de Las Achiras, la cañada de Gómez, Gaitán y Bolacuá, son cursos de agua que fueron realizados por la misma naturaleza de acuerdo a la pendiente y la necesidad de escurrimiento del agua, que a su vez se convirtieron en piezas vitales del drenaje del agua de lluvia para luego desembocar en el río Gualeguaychú a través de cursos secundarios.
Para evitar que esos arroyos se desborden afectando tierras productivas o a viviendas familiares se realizaron trabajos específicos que permitieron ensanchar el cauce de la cañada de las Achiras y se hizo una laguna en el barrio Molinari, que permitió ralentizar el avance del agua, evitando desbordes e inundación en el barrio.
Con las impresionantes precipitaciones que estamos teniendo en los últimos años es fundamental tener las cañadas o arroyos pluviales bien dragados y limpios para aliviar el sistema de drenaje de la ciudad y evitar que las viviendas de las familias que están asentadas en zonas bajas en Calle de Las Tropas, Urquiza al Oeste, barrio Médano, San Francisco o el barrio del Tiro Federal se inunden por fuertes precipitaciones, y para que esto suceda el municipio tendría que destinar una cuadrilla que se ocupe permanentemente de la limpieza de estos arroyos.
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