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Los perros de Patricio Munilla, continúan sin una solución de vivienda
Ante un pedido de la reconocida proteccionista Diana Coqui Carbó, presidenta de la Asociación Patitas, el diario se acercó a su casa para conversar sobre esta problemática que preocupa a toda la comunidad protectora de los perros de la calle y a los vecinos de la ciudad.
Luego de que el 10 de mayo se conociera el fallecimiento del vecino de Av. Parque y Eva Perón, comenzaron las preocupaciones acerca del destino de los más de cincuenta perros que convivían con Patricio. La proteccionista entrevistada relata que el vecino era una persona con problemas y que era acumulador serial. En el galpón que habitaba se encontraron sus perros separados en tres sectores diferenciados y todos tipo de elementos: garrafas, chapas, heladeras en desuso, botellas, bicicletas, “hasta un auto tenía ahí adentro” relata Carbó, quien también explica que, al ser un hombre que tenía una patología y que no tenía reparos en llevarse de todo a su hogar, especialmente perros ya que los amaba, lo hacía porque en Gualeguaychú existe una sobrepoblación de estos animales callejeros y no le era difícil, entonces, encontrarlos y llevarlos a su galpón. “Él los protegió mucho. A su manera, como podía, pero la realidad es que todos los perritos estaban bien mantenidos, algunos con tratamientos que él mismo les proporcionaba “.
Cuando Patricio fallece, los animales quedaron desprotegidos y sin nadie que se ocupe de su cuidado, ya que el vecino no tenía familiares directos. Con el correr de los días, se hace cargo del lugar un empresario de la cuidad quien hereda sus pertenencias, y desde distintas centros proteccionistas se acercaron para ofrecer una solución al tema de la cantidad de animales que se encuentran hasta hoy, en el predio. “Nosotros (todas las instituciones proteccionistas de la ciudad y voluntarios) sabemos que es muy difícil resolver la situación de semejante cantidad de animales, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de ellos no están acostumbrados a convivir con otras personas. Tenemos claro que no es cuestión de llevarles comida y agua y nada más” -explica- “se les debe buscar una nueva ubicación a una cantidad enorme de animales y acostumbrarlos a la vida con otra gente, algunos son muy chúcaros”. En el galpón, los perros que estaban en el fondo el terreno no salían a la calle y por esa causa no socializaban con otras personas que no fuera su dueño. La mayoría de estos animales estaban castrados por el equipo de veterinaria de la municipalidad, gestión que realizaron varios proteccionistas a principios de este año. “En ese momento, cuando fuimos a castrar, contamos más de ochenta perros en su casa”.
Hoy, los que nos preocupa y necesita una solución urgente es poder ubicar y dar en adopción los animales que todavía quedan. Si bien para muchos ya se consiguieron hogares responsables, queda aún una gran cantidad que no tiene un lugar para vivir.
Mientras tanto siguen en su casa original, el galpón de Patricio, pero quienes se ocupan de mostrarlos a los adoptantes disponen de poco tiempo para hacerlo ya que tienen el acceso muy restringido al espacio: un par de horas diarias para alimentar los perros, asear el lugar y llevar a los interesados en la adopción para que conozcan a los animalitos. “Nuestro único fin es encontrar la mayor cantidad de hogares para ellos. Tenemos la traba de no poder entrar más seguido porque no tenemos una llave para agilizar las cosas. Allí no hay nada de valor, nos resulta extraña esa decisión de no poder acceder, no hay nada más que perros. Y para poder encontrarles más rápido un lugar sería conveniente poder acomodarnos a los horarios de los que los quiere adoptar. Es gente que trabaja y no puede ir hasta ahí en una franja de horario tan restringida”, cuenta Coqui expresando su preocupación actual.
En este momento han logrado encontrar nuevos hogares para veinte de los perros de Patricio. Los restantes esperan todavía una casa que los reciba y, mientras tanto, un nuevo espacio para moverlos y cobijarlos todos juntos, ya que las nuevas condiciones del galpón donde vivían no permiten agilizar las adopciones que son urgentes. La municipalidad está acondicionando un lugar para resolver esta situación excepcional pero se necesita la ayuda de la comunidad. “El municipio provee un lugar transitorio, porque no es la idea crear un nuevo refugio, hasta que se resuelva la situación de estos perros específicamente. Lo que estamos pidiendo son materiales para acondicionar este sitio, teniendo en cuenta que la mayoría de los animales que quedan son muy mayores y ahora se viene días de mucho frío. Elementos como mallas sigma, chapas, colchones, mantas, cuchas, alimento y medicación para la osteosporosis de los más viejitos, como Artrín y glucotrín”, expresa y explica: “ siempre tenemos presente que lo principal para nosotros es salvar a los animales. Ellos no pidieron estar en esa situación, en ese lugar, en ese momento y estar así. Y esto se debe a que se llevan años acumulados de falta de políticas públicas adecuadas para que no exista la sobrepoblación animal.
También expone su preocupación por otros casos similares : “Estamos en conocimiento de otras personas como Patricio, que conviven con enormes cantidades de perros y sin ningún familiar y sabemos que está situación va a volver a suceder. Porque la realidad es que existen las castraciones, pero no las suficientes y necesarias. Según el censo realizado en la cuidad se deberían castrar ochocientos animales por mes. Siempre que estemos por debajo de esa cifra el círculo va a continuar y no se podrá logra el equilibrio poblacional”.