Nuevos y mejores tiempos para el Carnaval del País
El Carnaval del País es acaso una de las manifestaciones artísticas y culturales más festivas que tiene la región durante la temporada de verano. Sus raíces tradicionales tienen su fuente en la afortunada fusión de matrices de distintos continentes y en la edición 2015 eso se puede percibir con total claridad. Pero aún teniendo en cuenta estos encuentros culturales a través del arte, el Carnaval del País tiene
Si se habla de una noche de sábado de éxito, no hay que mirar al azar, sino a la capacidad organizativa y a la constancia de un año previo, donde en los talleres se confeccionó un arduo trabajo, pero también donde se logra movilizar a cientos de artistas detrás de un mismo objetivo: que el público la pase lo mejor posible.
Casi 800 artistas en escena, poco más de 17 mil personas en la segunda noche del Corsódromo y con un movimiento comercial accesible a su alrededor permiten que esta fiesta será a su vez una plataforma formidable para difundir a Gualeguaychú.
La segunda noche
La segunda noche de la edición 2015 será difícil de igualar, porque poco más de 17 mil entradas vendidas hablan a las claras (teniendo en cuenta el comparativo histórico) de la adhesión colectiva a esta nueva propuesta de organización, donde prevalece lo local y por eso la comunidad lo siente como más propio.
Cómo estará todo aceitado en materia de horarios, que esta vez fue el público quien se retrasó. Por eso se vivieron las largas colas en el acceso al Corsódromo, al margen de la propuesta solidaria plasmada en la recolección de tapitas plásticas para el Hospital Garrahan más cincuenta pesos para el público local.
Lo que será una marca distintiva de este año, el desfile se inició a las 22:30, tras una previa musical, y cerró pasadas las 2 con todo el público en la pasarela, celebrando y sintiendo que ha sido privilegiado.
“Queremos agradecer enormemente a la gente de Gualeguaychú que desbordó las boleterías”, manifestó emocionado el presidente de la Comisión de Carnaval, Celso Bereciartu, quien reconoció que “fue quizás la mejor segunda noche de la historia del Carnaval”.
“La satisfacción es doble porque tuvimos un Corsódromo con un marco de público hermoso y además juntamos cientos de miles de tapitas plásticas que serán donadas a la Fundación Garrahan”, aseveró.
Si minutos antes se percibió alguna desprolijidad al cruzar los molinetes, nada tiene que ver los organizadores, sino un público que se volcó en los últimos minutos como una avalancha. Fue gracias a la agilidad de la dirigencia que todos pudieron ingresar a tiempo. Y ahora se sabe para la tercera noche: habrá que ir con tiempo, porque el desfile no esperará a nadie y comenzará, como un ritual, a las 22:30 cuando Silvio Solari, la voz del Corsódromo, infle sus pulmones y anuncie que la fiesta en Gualeguaychú está por comenzar.
Lo del horario no es menor y hay que insistir: lo que antes fue un defecto y motivo de críticas, ahora se ha convertido en una virtud. Son otros tiempos y eso es evidente.
Las comparsas
Un portal y detrás de ese arco, un grupo de ángeles. A los pocos metros, el colectivo 15 anuncia el viaje Gualeguaychú Vaticano y en uno de sus flancos lleva inscripta la leyenda: “Acá vamos a hacer lío”. Así se presenta la comparsa Ará Yevi del Club Tiro Federal, con su respetuoso homenaje al Papa Francisco.
Luego todo es euforia y rápidamente el público corea los temas que se hacen colectivos en la voz de Titi Pauletti.
En una sociedad que está atravesada por las agresiones y en un mundo que está atravesado por la violencia, el Corsódromo de Gualeguaychú se convierte en un espacio excepcional para que la convivencia pacífica, la tolerancia a las ideas y el gusto por la diversidad cultural puedan expresarse con su mejor lenguaje: el arte.
La segunda en salir a escena y recorrer la pasarela de 500 metros de largo por diez de ancho, fue la comparsa multicampeona Marí Marí del Club Central Entrerriano. La aplanadora rojinegra deslumbra de entrada por la estética de sus carrozas y por las caracterizaciones de sus personajes. “Cuentan que cuentan” es el título de su propuesta, que tiene a la imaginación puesta al servicio de los mejores deseos. “Pintando sueños de carnaval, volvió la magia Rojinegra de Central. Ya no hay tristezas, vení a sambar. La aplanadora prende fuego la ciudad”, se canta, se baila, se participa y el Corsódromo tiembla desde las populares hasta la pasarela y se pierde –como un claro eco- por los barrios de la ciudad.
El cierre de la edición estuvo a cargo de la comparsa Kamarr del Centro Sirio Libanés. Se trata de la última bicampeona, y que propone un viaje por las entrañas de América al tributar al sol azteca: “Tonatiuh”.
A esta altura del espectáculo, el reloj anuncia que faltan pocos minutos para las 2 de la mañana y el público, aún con energía, se baja a la pasarela y se adueña del espectáculo.
Un mar de gente al lado del río. Eso fue el Corsódromo en su segunda noche. Y eso apenas es uno de los resultados o consecuencias de un trabajo que lleva un año organizarlo. Por eso anoche el público tributó también a la entrega apasionada e incondicional de la gente del Carnaval del País. Esos trabajadores, esos artistas que para compartir una noche de Corsódromo, previamente dedicaron meses enteros y una energía casi inagotable para que las comparsas acompañen el entusiasmo sin límite que bajó de las tribunas para ser parte del mayor espectáculo a cielo abierto que se hace en el verano.
Quien pose su mirada por estas líneas, es invitado a levantarla para posarla en las fotografías, porque el Carnaval es ante todo una fiesta visual donde sucede la alegría, donde se comparte la belleza y donde se disfruta el participar.
Celebridades. Esta segunda noche el Carnaval sumó a los mediáticos Andrés y Cari Nara, al panelista Martín Amestoy, a la periodista Edith Hermida y a la modelo Alejandra Maglietti. Los primeros aparecieron en Ará Yeví, mientras que las últimas fueron con Marí Marí. Como un plus, el jugador de fútbol Jonás Gutiérrez, también se hizo presente para acompañar a su pareja Maglietti, pero también para disfrutar del mejor Carnaval del país.
Por Nahuel Maciel
EL ARGENTINO
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