Pasiones y Profesiones
Ramón Carballo, entre el fútbol y la docencia
Por Alejo Rondán
El docente de Biología Ramón Carballo no solo cultiva el saber en sus alumnos, sino que también se dedica al deporte amateur, con un amplio recorrido por el fútbol y en el polvo de ladrillo cuando jugaba al tenis en el Club Tiro Federal.
Ramón, Rey o Reymon, como le dicen sus afectos, se encuentra a sus 50 años como vicerrector de la EET N° 2 “Pbro. José María Colombo”. Tiene un largo caminar por la educación, pero también supo ser albañil para poder solventar los gastos de sus estudios. Y como dice el dicho popular, “todo esfuerzo tiene su recompensa”, luego de culminar sus estudios secundarios en el Colegio Nacional “Luis Clavarino”, su gran logro llegó cuando se recibió de docente en Biología en el Instituto Superior de Formación Docente “María Inés Elizalde” en el año 2004. Más tarde, la vida le dio otro título muy importante, el de ser padre de Mimi, una adolescente de 15 años que cursa sus estudios secundarios en el Instituto Pio XII.
Recientemente fue campeón de la copa Gualeguaychú de futbol amateur, que se disputa en el verano. El polifuncional de la defensa que lo puede hacer como marcador central o de marcador lateral lo llevó a ganar la final a Independiente y levantar la copa con el club de la terraza norteña, Club Deportivo Sudamérica. Por paradoja del destino, él también es docente en esa institución desde los inicios del nivel secundario.
Para nuestra primera edición de “Pasiones y profesiones” conversamos con el docente y deportista amateur Ramón Carballo. Para dialogar con EL ARGENTINO, Ramón eligió escuchar
Soul to Squeeze de los Red Hot Chilli Peppers.
Escaneá y escuchá en Spotify:
En esta charla íntima, Ramón cuenta que sus sueños no eran enormes ni muy alocados, pero “que cuando niño por ahí no tenía demasiado sueños, disfrutaba de ser una familia amplia, esperábamos estas fechas que se acercan como lo son Navidad y primero de año para festejar con mi familia, hermano y padres, era feliz y no es un pormenor”.
Transitó su época de estudiante en el nivel primario y secundario sin ningún inconveniente, pero ya una vez que pisó el nivel terciario para buscar su sueño de obtener un título como profesor en Biología, tuvo que sortear algunos inconvenientes. “En el 2000 no conseguía trabajo, y era el medio que necesitaba para percibir una remuneración y de esa manera poder estudiar y continuar con mi objetivo, ser docente y hoy vicerrector en la EET Nº2”.
Con respecto a lo que significa para él ser docente, mencionó que “es maravilloso, mis ex alumnos, quienes muchos ya son profesionales, me reconocen, me dan las gracias por haber formado parte de su formación académica, me saludan con una sonrisa”. También expresó que sus compañeros ya jubilados tienen palabras más que halagadoras para él, destacan que fue un gran compañero y eso le da tranquilidad, le brinda la paz de saber cómo es como docente y la importancia de su trabajo.
Además, nos hizo referencia a uno de los eventos anecdóticos más grandes que tuvo en su carrera como docente: “Un alumno oriundo de la prov. De Salta se llevó mi materia a diciembre y la mamá de él era gran cocinera, a las 07:30 de la mañana llegó a la mesa de examen con una docena de empanadas salteñas para mí, estaban recién hechas, creo que quería aprobar, pero no fue necesario porque había estudiado y le fue bien de todos modos, pero ese lejos fue una de las cosas que me hacen querer aún más mi profesión, este tipo de sucesos”.
Su recorrido por el deporte viene desde muy chico. “Cuando jugaba en las infantiles del club Sud América coseché muchos amigos, que hasta hoy en la actualidad que los tengo”. Además, agregó: “Empecé a jugar en el torneo de profesionales que se disputa en la Cancha de los Contadores, representado al equipo Los Teachers. En este torneo la principal condición es ser profesional en alguna disciplina y al ser docente me permitió jugar”. Además, comentó: “Eso me permitió volver a representar al equipo de sus amores, el Suda, y volver a jugar con mis amigos de la infancia. Hicimos un gran grupo y eso nos llevó a ser campeones del torneo de verano conocido como la Copa Gualeguaychú. Fuimos un pilar fundamental de la defensa, con los veteranos del Suda le dimos una estrella más a nuestro club”. En este sentido, expresó: “En el futbol también encontré un estilo de vida, el deporte me ayudó a canalizar malos momentos en energía positiva, fue mi válvula de escape”.
Con respecto a los motivos que lo llevan a seguir jugando al fútbol, expresó: “A mis 50 años me siento pleno y muy contento con el camino que realicé, también el estar adentro de una cancha es fantástico, sentir esos nervios, ese cosquilleo, ese desafío, el calzarme los botines, el pantalón corto, hace que lo siga haciendo, me siento pleno en el rectángulo de juego, me genera felicidad compartir estos momentos con mis amigos de gran parte de mi vida, es un deporte tan nuestro y cultural, y seguir practicándolo me da felicidad y plenitud total”.
Hoy nos encontramos con una historia de nuestra ciudad que habla de que con esfuerzo y dedicación personal todo se puede lograr, que los sueños están creados para ser perseguidos y alcanzados, para que al final del camino podamos estar orgullosos y satisfechos por el resultado de nuestro esfuerzo.