Una gran ganadora de los corsos populares Matecito
Silvina Esnaola
Mirta Sosa se ganó los primeros premios en el rubro vestuario de los “Corsos Populares Matecito”, la gran fiesta de expresión barrial que este año, una vez más, llenó de alegría y colores el circuito de Avenida Parque, entre España y Montevideo.
Con nueve murgas y siete conjuntos carnavaleros, la edición de este verano dejó para el recuerdo las noches de carnaval en las que por primera vez, desfiló una payasa.
Y atención con esto, que no se trata de una mujer vestida con el traje típico de payaso sino de una participante ataviada de payasa, que ya era hora que la tuviéramos.
Y esta invención le pertenece a Mirta Sosa, que lo contó entre satisfecha y divertida, porque a la hora de los premios, se dio la situación que los dos trajes de payasos confeccionados por ella -a esta altura casi es innecesario decir que Mirta es modista- obtuvieron cada uno, en su categoría, el primer premio.
Con el encargo de vestir la murga “Los Joelitos” de suburbio sur, Mirta comenzó su trabajo como cada verano, hasta que llegó el momento de confeccionar el del personaje central, el payaso.
“Y apunté a vestir a una mujer, pero ya no con el traje clásico del payaso varón, sino que quise que hubiera una payasa, con su vestido, su carterita, su sombrerito, sus zapatitos...”, contó feliz porque su creación se llevó el primer premio.
Y aquí confesó que su creación, que ha sido el comentario generalizado de estos corsos populares, tiene su preferencia, porque la pensó en soledad, con toda la libertad que la murga le da para crear.
Pero además de alzarse con este reconocimiento, también obtuvo el primer premio por el vestuario de la murga “Los Joelitos”.
Y hay más, porque por tratarse de un amigo, no pudo decirle “no” a Pablo Baffico, director de “Los panza verde”, “que me pidió que le haga su traje de director y el de su payaso. Los hice, dándose el caso que mis payasos competían”, dijo, a lo que agregamos no sólo en la calle, sino ante los jurados.
Y si los dos fueron premiados, esto fue posible porque como explicó Mirta “mi payasa es del rubro murga tradicional y el de Pablo, de murga temática”.
-Te llevaste un montón de premios...
“Más allá de los premios -dijo con la simpleza de siempre- tengo la satisfacción por el trabajo hecho, por las horas que le dediqué... Y por eso tan insólito de competir conmigo misma...”
Mirta trabaja para el corso barrial desde hace diez años, como hace tiempo lo hizo para el carnaval del corsódromo, en O´Bahía y con Rodolfo Rodríguez, con quien obtuvieron los primeros premios los tres años que trabajaron juntos....
Alegrías de verano que ha vuelto a tener.