No es imposible, es imprescindible
Jorge Pedro Jurado
(Colaboración)
Falta poco para las elecciones del 27 de octubre y todos los días e incluso en los mal llamados debates asistimos a escuchar promesas de los candidatos de las mayorías y las minorías prometiendo objetivos que probablemente sean “imposibles” de cumplir pero que, como dijo el General San Martín al Director Supremo Pueyrredón antes del cruce de los Andes, son “imprescindibles”.
Si no se hacen, si no se llevan a cabo, seguiremos en esta oscura mediocridad, sin amaneceres venturosos, con pobreza, inflación, sin crecimiento de empleo, cargando siempre el peso sobre los que trabajan y pagan sus impuestos.
Para los políticos es muy fácil tomar decisiones con los dineros de otros. Nos piden sacrificio a los ciudadanos y la clase política no lo hace. Jamás lo hizo y es hora que lo haga.
Tomo como ejemplo el Poder Legislativo aunque podría usar de modelo el Judicial o el Ejecutivo, sea nacional, provincial o municipal.
En la Nación, salvo escasas provincias, la mayoría de los poderes legislativos son bicamerales con cientos de legisladores con sueldos exorbitantes si los comparamos con lo poco o nada que hacen. Nos enteramos qué en lo que va del año solo dos leyes fueron sancionadas por la Cámara de Diputados de la Nación, solo dos, una vergüenza y se vio por televisión un asistente fichando la presencia de legisladores que no asistían pero que no deseaban les descontaran ese día.
Una solución para bajar sus gastos señores legisladores es que ustedes que poseen muchos asesores porque es lógico que no dominen todos los temas. Pero si pertenecen ustedes a un mismo bloque es una verdad de perogrullo que sencillamente debería el propio bloque tener su propio cuerpo de asesores estable.
Les doy un ejemplo: si asumimos que hay 257 diputados nacionales y 72 senadores nacionales, y en total son 329 legisladores nacionales. Si cada legislador tiene al menos 15 asesores (algunos poseen entre 35 y 40) hay un estimado de casi 5.000 asesores que ganan muy buenos sueldos y con tiempo libre para ejercer su profesión. Si por ejemplo a 10 bloques se le asignan 15 asesores a cada uno con tiempo completo, bastaría con 150 asesores y nos ahorraríamos 4.850 sueldos y cargas sociales. Si esto lo replicamos en cada provincia y en cada municipio el ahorro está a la vista. No hay que ser muy inteligentes para pensar esta idea, hay que tener la voluntad política para implementarlo. Ahí se ven los verdaderos políticos.
Otro ahorro son los asistentes, viáticos, pasajes, etc. Seamos serios y comparémonos con países del primer mundo y que el Poder Legislativo no sea una cueva de empleados que pululan sin ser productivos y son una carga para el gasto del Estado ya que muy probablemente muchos queden y se agreguen otros si hay cambio de gobierno.
Pero los ahorros también pueden hacerse por ejemplo en la biblioteca del Congreso Nacional donde hay más de 800 empleados. Nos preguntamos en la época de internet cuantos legisladores asisten a esa biblioteca y que uso se le da. El Congreso debería dar a publicidad quienes usan y que tiempo le dedican a esa biblioteca. Es otro ejemplo para ahorrar. No tengan miedo, la ciudadanía se los agradecerá.
Me resulta sorprendente que las provincias apoyaran la emergencia alimentaria para reducir el precio de determinados alimentos y por otro lado por ser el IVA un impuesto coparticipable, se agravien luego de votarla de recibir menos coparticipación, por dos motivos, porque se olvidan que el anterior gobierno no les pagaba lo que les correspondía y este les regularizó la deuda y equilibró sus cajas y en segundo término porque los habitantes de cada provincia gozan de esos descuentos pero los gobernadores no quieren pagarlos. Desean la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos. Así no vamos a ningún lado.
El oficialismo instaló en Cauchari (Jujuy) la mayor planta de energía solar de América Latina, que dio trabajo a 600 jujeños, habrá más energía y más barata, y sectores de la oposición sostienen que debería cobrarse un impuesto al sol argumentando que los rayos del astro rey le pertenecen al estado provincial. Un despropósito. Por favor dejen de lado el chardonnay.
Pero también hay privados que se pasan de vivos, los laboratorios, los supermercados, sean chinos o de cadenas remarcan y remarcan y el gobierno mira para otro lado. Los precios “cuidados” o “especiales” no existen, nadie los ve ni los controla. Hay diferencia de precios de hasta el 20 % entre barrio y barrio y más aún si vamos al gran Buenos Aires y todos que se pasan de vivos.
Finalmente ante mi sorpresa que hasta el aire para las cubiertas se cobra en las estaciones de servicio del Gran Buenos Aires ($6) cuando el costo del kwh es de $ 0,792 si uno demora entre 6 a 10 minutos en controlar las cuatro cubiertas entonces haciendo la cuenta la estación de servicio no debería cobrar más de 0,14 centavos. ¿Qué hace la Secretaria de Energía o la de Comercio? Nada como siempre.
Dentro de poco veremos que el aire que respiramos tendrá su costo y como se ve en una película cuya vista me recomendaron nos apuraremos a realizar nuestra actividad diaria porque el costo de nuestra vida tendrá un precio y cuanto más rápido hagamos lo que debamos hacer, más prolongada será nuestra existencia. Que Dios nos ampare.
(*) El autor de este artículo es abogado, periodista, escritor de varios libros: “Poesías desde el alma”, “Don Pedro”, “Mi río, mis poesías, mis recuerdos”. También conductor del programa de radio “Tres por Semana “en la FM 91.3 de la Ciudad de Buenos Aires, columnista en LT 41 y director de El Censor Online, periódico que se publica todos los domingos en el grupo de Facebook denominado “ El Censor Online”.