Solemnidad del Bautismo del Señor
“Que el malvado abandone su camino y el hombre perverso, sus pensamientos; que vuelva al Señor, y Él le tendrá compasión, a nuestro Dios, que es generoso en perdonar”. Isaías 55,7.
Dios, que es generoso en perdonar, nos invita a tener su misma actitud. Pero, ¿por qué perdonar? Hoy la Iglesia celebra la fiesta del “Bautismo del Señor”, fiesta en la cual culminamos el tiempo de navidad, y justamente recordamos que somos HERMANOS, y por eso nos debemos personar, porque no somos ni conocidos, ni vecinos, ni parientes, sino HERMANOS. Desde esta óptica hablamos de perdón. Pero hace un tiempo leí esto: “el perdón es algo curioso; calienta el corazón y enfría la picadura”… Me gustó esta imagen de la picadura: cuando no perdonamos con facilidad nos vamos lastimando interiormente y nos sentirnos heridos, con enojos e incluso con ganas de hacer venganza. Y la verdad que no nos es muy fácil pasar por alto y olvidar la herida que alguien nos hizo alguna vez. Pero el perdón no es olvido siempre… es simplemente soltar la herida. El perdón no es algo que damos a otros sino a nosotros mismos.
Y el perdón tiene sus beneficios: Podemos disfrutar de una plena, nos ayuda a viajar más livianos y así poder seguir adelante el camino de la vida buscando nuevas metas, objetivos, proyectos de vida, etc., pero sobre todo nos hace mejores personas.
Alexander Graham Bell dijo una vez: “Cuando se cierra una puerta, hay otra que se abre. Pero muchas veces nos quedamos mirando la puerta cerrada durante tanto tiempo que no vemos la que se abre delante de nosotros”.
La falta de perdón nos hacer no poder mirar la puerta abierta que siempre en la vida vamos a encontrar. Por eso dejate abrazar por Dios en su perdón y animate a perdonar, a solar la herida… dejate enfriar la picadura que un día te hicieron y vas a poder vivir en un mundo en el cual nos reconocemos hijos de un mismo Padre y hermanos entre nosotros.
Y les dejo para pensar dos frases:
“Cuando perdonamos no estamos cambiando el pasado, pero sí el futuro”, Bernard Meltzer.
“Quien no puede perdonar a otros, rompe el puente por el que él mismo puede pasar”, Corrie Ten Boom.
Padre Gregorio Nadal.
Y el perdón tiene sus beneficios: Podemos disfrutar de una plena, nos ayuda a viajar más livianos y así poder seguir adelante el camino de la vida buscando nuevas metas, objetivos, proyectos de vida, etc., pero sobre todo nos hace mejores personas.
Alexander Graham Bell dijo una vez: “Cuando se cierra una puerta, hay otra que se abre. Pero muchas veces nos quedamos mirando la puerta cerrada durante tanto tiempo que no vemos la que se abre delante de nosotros”.
La falta de perdón nos hacer no poder mirar la puerta abierta que siempre en la vida vamos a encontrar. Por eso dejate abrazar por Dios en su perdón y animate a perdonar, a solar la herida… dejate enfriar la picadura que un día te hicieron y vas a poder vivir en un mundo en el cual nos reconocemos hijos de un mismo Padre y hermanos entre nosotros.
Y les dejo para pensar dos frases:
“Cuando perdonamos no estamos cambiando el pasado, pero sí el futuro”, Bernard Meltzer.
“Quien no puede perdonar a otros, rompe el puente por el que él mismo puede pasar”, Corrie Ten Boom.
Padre Gregorio Nadal.
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