“No todo se explica por Gualeguaychú, pero nada puede explicarse, sin Gualeguaychú”
Por Osvaldo Moussou
El 14 se cumplió un año de la "Histórica C.N", por la que luché durante años para que se hiciera en Gualeguaychú, porque estaba convencido que de esa forma mi ciudad y Entre Ríos pasarían a la Historia…hace un año los radicales, marcábamos el comienzo del fin de una etapa triste para nuestro país pero que tenemos la obligación, no solo de superarla, si también de recordarla, para que no nos volvamos a equivocar
Me tocó, en suerte, ser el único convencional titular de la ciudad, junto con Daniel Espino ,que era suplente. Creo que cumplí con mi mandato y mis aspiraciones, en cada una de las reuniones anteriores a la Convención, Chaco, Buenos Aires etc, cuando se hablaba de la próxima ,yo levantaba la mano y decía Gualeguaychú "tal es así que cuando se determinó la fecha, y vuelvo a pedir por mi ciudad, los cordobeses dicen, dale, te hacemos “la pata entrerriano", y nos vamos para allá. No hubo más discusiones, lo primero que hice fue informarle a Jaime Benedetti, presidente del partido, y me dice, ¿lo puedo difundir?, desde ya, esto es un hecho, le dije.
Después vino todo lo de la organización, que es para otro capítulo, pero ahí demostramos los radicales, que cuando trabajamos unidos podemos hacer cosas, importantes y nos involucramos todos.
La organización nos llevó más de un mes, Enrique Castiglioni, capitaneó el evento, y los días previos fueron frenéticos en organización y en llamados telefónicos a los convencionales.
El tema era que la votación venía muy pareja, entonces se peleaba voto a voto, hubo un momento que, como ya se había tomado la posición de mi voto, en una reunión ampliada en el comité, era inútil escuchar a las partes, ya que tenía mandato de mi partido, por eso apagué el celular. Recordemos que había dos posturas, la de Julio Cobos, que quería un acuerdo más amplio, que incluyera a Massa, y la de Ernesto Sanz que era únicamente con Macri.
Ellos sabían que había un 5% del massismo que se iba con Scioli, si se lo incluía a Massa en el acuerdo, y como éste andaba en el 40-41% si le sumaban ese 5%, no había segunda vuelta, porque con el 45% no la hay, entonces de esa manera, se forzó la segunda vuelta que era la posibilidad de que ganara el acuerdo.
La noche previa fue una fiesta, en la costanera, por el centro, los candidatos habían traído todo su gente , Cobos tenía el bunker en” “Parrilla La Cascada” y Sanz en la cantina del “Club Náutico”, pero ambos confluían en el “ Hotel Embajador” en algunos momentos.
Desde Ushuaia a la Quiaca , no faltó ningún convencional, hecho histórico para nuestro partido.
Alguien, y algo muy cómico, fue el “trompetista” que había venido con Cobos, excelente músico de “hinchadas” que ejecutaba la “Marcha Radical” como ninguno, pero resulta que cuando se abrió el paso para que ingresáramos los convencionales al teatro , cambió por los acordes de “La Marcha Peronista”, fue una ocurrencia muy divertida , y fue aplaudido y abucheado al mismo tiempo.
La Convención en sí, fue el acto más democrático que puede tener un partido político, con discusiones apasionadas, pero con un respeto al voto, como los radicales sabemos hacerlo, más allá si todos quedaron conformes o no con el resultado, ver el majestuoso Teatro Gualeguaychú vibrar de discursos democráticos y ver cómo cada uno de los oradores daba todo de sí para convencer que su postura era la correcta, es una vivencia que todos los que participamos, no la vamos a olvidar jamás. Solo me queda agradecer a mi familia, por el aguante, al partido por la forma en que trabajó, y al apoyo de todo el pueblo, en esta gesta democrática.
Me tocó, en suerte, ser el único convencional titular de la ciudad, junto con Daniel Espino ,que era suplente. Creo que cumplí con mi mandato y mis aspiraciones, en cada una de las reuniones anteriores a la Convención, Chaco, Buenos Aires etc, cuando se hablaba de la próxima ,yo levantaba la mano y decía Gualeguaychú "tal es así que cuando se determinó la fecha, y vuelvo a pedir por mi ciudad, los cordobeses dicen, dale, te hacemos “la pata entrerriano", y nos vamos para allá. No hubo más discusiones, lo primero que hice fue informarle a Jaime Benedetti, presidente del partido, y me dice, ¿lo puedo difundir?, desde ya, esto es un hecho, le dije.
Después vino todo lo de la organización, que es para otro capítulo, pero ahí demostramos los radicales, que cuando trabajamos unidos podemos hacer cosas, importantes y nos involucramos todos.
La organización nos llevó más de un mes, Enrique Castiglioni, capitaneó el evento, y los días previos fueron frenéticos en organización y en llamados telefónicos a los convencionales.
El tema era que la votación venía muy pareja, entonces se peleaba voto a voto, hubo un momento que, como ya se había tomado la posición de mi voto, en una reunión ampliada en el comité, era inútil escuchar a las partes, ya que tenía mandato de mi partido, por eso apagué el celular. Recordemos que había dos posturas, la de Julio Cobos, que quería un acuerdo más amplio, que incluyera a Massa, y la de Ernesto Sanz que era únicamente con Macri.
Ellos sabían que había un 5% del massismo que se iba con Scioli, si se lo incluía a Massa en el acuerdo, y como éste andaba en el 40-41% si le sumaban ese 5%, no había segunda vuelta, porque con el 45% no la hay, entonces de esa manera, se forzó la segunda vuelta que era la posibilidad de que ganara el acuerdo.
La noche previa fue una fiesta, en la costanera, por el centro, los candidatos habían traído todo su gente , Cobos tenía el bunker en” “Parrilla La Cascada” y Sanz en la cantina del “Club Náutico”, pero ambos confluían en el “ Hotel Embajador” en algunos momentos.
Desde Ushuaia a la Quiaca , no faltó ningún convencional, hecho histórico para nuestro partido.
Alguien, y algo muy cómico, fue el “trompetista” que había venido con Cobos, excelente músico de “hinchadas” que ejecutaba la “Marcha Radical” como ninguno, pero resulta que cuando se abrió el paso para que ingresáramos los convencionales al teatro , cambió por los acordes de “La Marcha Peronista”, fue una ocurrencia muy divertida , y fue aplaudido y abucheado al mismo tiempo.
La Convención en sí, fue el acto más democrático que puede tener un partido político, con discusiones apasionadas, pero con un respeto al voto, como los radicales sabemos hacerlo, más allá si todos quedaron conformes o no con el resultado, ver el majestuoso Teatro Gualeguaychú vibrar de discursos democráticos y ver cómo cada uno de los oradores daba todo de sí para convencer que su postura era la correcta, es una vivencia que todos los que participamos, no la vamos a olvidar jamás. Solo me queda agradecer a mi familia, por el aguante, al partido por la forma en que trabajó, y al apoyo de todo el pueblo, en esta gesta democrática.
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