Del Potro, coronado de gloria
Juan Martín del Potro hizo realidad uno de sus máximos sueños, al coronarse campeón del Abierto de los Estados Unidos tras derrotar al número uno del mundo, el suizo Roger Feder, por 3-6, 7-6 (7/5), 4-6, 7-6 (7/4), 6-2 en más de cuatro horas de titánico partido disputado en el mítico estadio Arthur Ashe de esta ciudad.
Del Potro, sexto sembrado del torneo, ganó así su primera corona de un Grand Slam, y dejó al primer favorito Federer con las ganas de conquistar su sexto título consecutivo de US Open. El tandilense de 20 años se convirtió en el primer argentino en subir al trono del US Open desde que su compatriota Guillermo Vilas se coronara en 1977.
“No tengo palabras para explicar ahora lo que siento”, dijo del Potro apenas conteniendo las lágrimas de emoción. “Cumplí mi sueño de ganar un US Open y estoy muy feliz”.
Del Potro cortó la racha de 41 partidos ganados consecutivamente que llevaba Federer en Flushing Meadows y ganó por su hazaña un cheque de 1,85 millones de dólares.
“Quisiera congratular a Juan Martín por su increíble torneo. Yo tuve uno bueno, pero el de él fue mejor”, felicitó el campeón derrotado Federer al nuevo monarca, que le sucede en el trono neoyorquino luego de un largo reinado que comenzó en el 2004.
Federer cayó con las botas puestas, pues en ninguno de sus cinco títulos conseguidos en Flushing Meadows había ido a cinco sets. “Nunca me hubiera imaginado que iba a ganar cinco títulos seguidos aquí. Ha sido un camino feliz para mí”, dijo el suizo al despedirse de su corona.
Del Potro ya le había dado un alerta a Federer hace unos meses, cuando le obligó a jugar cinco sets para llevarse el triunfo en las semifinales del Roland Garros. Delpo, con más de 1,98 m de estatura, llegó con buena experiencia de lo que había que hacer para vencer al campeón, y la derrochó toda sobre el cemento de Flushing Meadows, bajo el apoyo constante de cientos de seguidores argentinos y sudamericanos que colmaron las gradas del estadio Arthur Ashe.
Federer aprovechó que Del Potro comenzó algo nervioso para imponer su ley en el primer set con dos quiebres y un contundente 6-3, pero en el segundo el argentino se plantó en la cancha y comenzó a sacar tiros por todos los ángulos del terreno, colocando el partido en igualdad de condiciones.
Del Potro forzó el tie-break, que se llevó con innegable maestría 7-4, pero de nuevo otro bache de desconcentración le impidió encontrar respuesta al juego variado de Federer, y cedió el tercer tramo 6-4.
En el cuarto, Federer parecía acabado, pero Del Potro revivió de sus cenizas y con tiros cruzados y algunos droops sacó al suizo de paso para forzar un nuevo tie-break, donde impuso la potencia de su servicio para salir mejor parado en las voleas y llevarse el minisegmento 7-4.
Federer estuvo buscando el quiebre del tercer game del último set para mantenerse con vida, pero al parecer sicológicamente no se pudo recuperar del golpe en el último tie-break, y con un tenis impreciso le permitió a Del Potro adelantarse 4-1.
Eso fue todo lo que necesitaba el de Tandil, que jugó con suma maestría el último tramo para llevarse el parcial 6-2 en 35 minutos, y una victoria muy trabajada al cabo de más de 3 horas y media de partido.
En las estadísticas, la derrota de Federer queda explicada por sus inusuales 11 dobles faltas, pese a sus 13 aces, y los 62 errores no forzados.
Del Potro estuvo mejor, aunque con sólo 8 aces, pero sus saques de hasta 222,8 km/h le impidieron a Federer hacer su juego de devoluciones cortantes.
Al terminar el partido, Del Potro cayó de espaldas en la cancha, extendiendo sus brazos al cielo, mientras soltaba un grito de triunfo. “Quiero agradecer a mi equipo. Sin ellos habría sido muy difícil hacerlo, a todos los argentinos que están acá apoyándome. A mi mamá, mi papá, mis abuelos, mi gente que me apoyó todo el tiempo, esto es para ustedes”, dijo Del Potro conteniendo apenas las lágrimas.
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