Independiente mejoró su imagen pero solamente igualó con Quilmes
Independiente empezó mal, logró una tibia recuperación y consiguió un empate 1 a 1 en su estadio frente a Quilmes.
El mal funcionamiento de los rojos hizo que Jacobo Mansilla abriera el marcador para la visita, a los 35 minutos del primer tiempo, pero Ernesto Farías igualó a los 6 del segundo para Independiente, como resultado de una reacción surgida del amor propio.
El conjunto de Avellaneda sufrió, a los 29 minutos de la segunda parte, la expulsión de Martín Benítez, quien había ingresado como refresco en lugar de Víctor Zapata. La igualdad mantuvo a Independiente en zona de descenso directo, junto a San Martín de San Juan y Unión de Santa Fe.
Los equipos se alternaron en el dominio en los primeros minutos y mientras Independiente produjo una jugada peligrosa que terminó en gol anulado por posición adelantada, el rival consiguió tres ocasiones, una de las cuales terminó en gol.
El arquero Hilario Navarro se quedó en el primer tiempo con uno de los intentos más claros de Quilmes y protagonizó otra atajada significativa en el complemento. Otras dos en el período inicial, no fueron goles visitantes por falta de puntería de los delanteros, ya que una pegó en la parte exterior de la red y otra dio en el travesaño.
Sin marca en mitad de cancha, el local sufría, pero también era ostensible el desorden y la pereza para regresar en los contragolpes rivales. Así, el sector que defendía Gabriel Vallés, se transformó en una autopista para los delanteros adversarios y allí encontró el hueco Miguel Caneo para habilitar a Mansilla en el primer gol, después de que se liberó de los tres últimos hombres adversarios que, agrupados, se proponían despojarlo del balón.
Otro punto deficitario de Independiente era el juego aéreo, ya que generalmente perdía en ese rubro. El conjunto rojo salió a afrontar el segundo tiempo con otra mentalidad y una acción rápida que en su origen manejó Roberto Battión, terminó por la izquierda con un centro de Osmar Ferreyra a Farías, que entraba sólo al área chica.
Siempre con predisposición al sacrificio –para compensar el déficit de funcionamiento- Independiente tuvo a su favor un tiro libre que ejecutó con precisión Ferreyra y el arquero mandó afuera.
En ese complemento levantaron sus rendimientos Battión y Vallés, en tanto que Ferreyra fue uno de los mejores, mientras que por el lado de Quilmes, Caneo se erigió como el conductor de un equipo cooperativo. Dos jugadas calentaron al público local -proclive a insultar árbitros y perder la paciencia en razón de la ubicación del equipo-, una fue la del penal no sancionado que terminó con Gallego fuera del banco de suplentes y otra, la expulsión de Benítez.
En el penal reclamado, el defensor de Quilmes Joel Carli despejó al córner con el brazo, que tenía pegado al cuerpo, todo lo que fue explicado por el árbitro Delfino.
El conjunto de Avellaneda sufrió, a los 29 minutos de la segunda parte, la expulsión de Martín Benítez, quien había ingresado como refresco en lugar de Víctor Zapata. La igualdad mantuvo a Independiente en zona de descenso directo, junto a San Martín de San Juan y Unión de Santa Fe.
Los equipos se alternaron en el dominio en los primeros minutos y mientras Independiente produjo una jugada peligrosa que terminó en gol anulado por posición adelantada, el rival consiguió tres ocasiones, una de las cuales terminó en gol.
El arquero Hilario Navarro se quedó en el primer tiempo con uno de los intentos más claros de Quilmes y protagonizó otra atajada significativa en el complemento. Otras dos en el período inicial, no fueron goles visitantes por falta de puntería de los delanteros, ya que una pegó en la parte exterior de la red y otra dio en el travesaño.
Sin marca en mitad de cancha, el local sufría, pero también era ostensible el desorden y la pereza para regresar en los contragolpes rivales. Así, el sector que defendía Gabriel Vallés, se transformó en una autopista para los delanteros adversarios y allí encontró el hueco Miguel Caneo para habilitar a Mansilla en el primer gol, después de que se liberó de los tres últimos hombres adversarios que, agrupados, se proponían despojarlo del balón.
Otro punto deficitario de Independiente era el juego aéreo, ya que generalmente perdía en ese rubro. El conjunto rojo salió a afrontar el segundo tiempo con otra mentalidad y una acción rápida que en su origen manejó Roberto Battión, terminó por la izquierda con un centro de Osmar Ferreyra a Farías, que entraba sólo al área chica.
Siempre con predisposición al sacrificio –para compensar el déficit de funcionamiento- Independiente tuvo a su favor un tiro libre que ejecutó con precisión Ferreyra y el arquero mandó afuera.
En ese complemento levantaron sus rendimientos Battión y Vallés, en tanto que Ferreyra fue uno de los mejores, mientras que por el lado de Quilmes, Caneo se erigió como el conductor de un equipo cooperativo. Dos jugadas calentaron al público local -proclive a insultar árbitros y perder la paciencia en razón de la ubicación del equipo-, una fue la del penal no sancionado que terminó con Gallego fuera del banco de suplentes y otra, la expulsión de Benítez.
En el penal reclamado, el defensor de Quilmes Joel Carli despejó al córner con el brazo, que tenía pegado al cuerpo, todo lo que fue explicado por el árbitro Delfino.
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