Torneo Clausura
San Lorenzo gritó Campeón
San Lorenzo debió apelar a la contundencia que demostró a lo largo de todo el certamen para "borrar" dos veces de la cancha al duro Arsenal y vencerlo por una goleada de 4 a 2, y consagrarse campeón del Torneo Clausura de Fútbol cuando está a un paso de cumplir un siglo de vida deportiva.
Los goles llegaron en ráfagas: a los 6 y a los 17 minutos del primer tiempo, anotaron Cristian Tula y Ezequiel Lavezzi para el local, mientras que a los 26 y a los 30, Mauro Óbolo convirtió dos goles que "helaron" a los hinchas del equipo de Boedo, porque dejaron el parcial igualado 2 a 2.
San Lorenzo volvió a salir con todo en el segundo período y allí se consolidó la figura del partido, Gastón Fernández, quien aumentó para su equipo a los 45 segundos y a los 5 minutos respectivamente, en la última ocasión de tiro penal.
El partido fue rico en alternativas y emociones, que le fueron transmitiendo diferentes estados de ánimo a la gente que colmó el estadio "Nuevo Gasómetro" desde hora muy temprana. Gastón Fernández fue la figura del partido en tanto que Andrés Silvera tuvo una tarea opaca, pues se mostró errático, aunque siempre su presencia intimidó y contuvo a los zagueros visitantes, que así no pudieron olvidarse fácilmente de su marca para soltarse en ofensiva.
En Arsenal impresionó Cristian Llama en el primer período y Mauro Óbolo sorprendió con su aparición goleadora, en tanto que el arquero Mario Cuenca respondió en varias ocasiones aunque recibió cuatro tantos.
Es que el resumen del partido muestra a un San Lorenzo que rindió en nivel superlativo frente a un equipo serio y ordenado que finalmente se encontró superado por el adversario, como lo comprueba la ubicación de ambos en la tabla de posiciones. Salió el local decidido a atacar y en la desesperación de no saber cómo progresar frente a una última línea formada con cinco hombres que proponía Arsenal, los jugadores de San Lorenzo buscaron en más de una ocasión sorprender por elevación a un arquero como Cuenca, gustoso de jugar adelantado.
No funcionó esa receta que la concurrencia seguía con suma concentración y los dos técnicos escudriñaban parados en los extremos de sus respectivos "cuadrados", hasta que el conjunto local logró un ataque profundo, que dejó a Arsenal contra las cuerdas. Un corner desde la izquierda casi termina con el primer gol porque después de un sutil cabezazo los defensores de Arsenal sacaron sobre la línea, pero el conjunto visitante estaba tan metido en su área, que pronto San Lorenzo pudo volver a encajonarlo. Así rearmó una jugada ofensiva con Lavezzi mandando un centro desde la derecha y Tula, entrando por el segundo palo, cabeceó con un parietal y logró una limpia definición para el delirio de todo el estadio.
Ya a los 17 minutos se veían dudas en Arsenal, cuyos jugadores cometían imprecisiones en los pases y así todos "se prestaban la pelota" por la mitad de la cancha. En ese devenir, San Martín logró anticipar a Fernández, pero la pelota le quedó a Lavezzi quien explotó el tiro de media distancia y definió al palo derecho de Cuenca.
San Lorenzo se bastaba frente a un rival con fama de duro, pero sin embargo, Agustín Orión se lucía "matando" el piso un disparo potente de Andrés Pérez. Es que Arsenal trabajaba de manera silenciosa pero esforzada para remontar la situación y a los 26 ya estaba otra vez en el área "santa", desde cuya "puerta" mandó un pelotazo Ibrahim Sekagya salvado en la línea por Santiago Hirsig, pero como allí, al lado del arco estaba Mauro Óbolo, le bastó con levantar el pie y convertir, con un disparo que "infló el techo" del arco.
Cuenca completó la tarea de resistencia de Arsenal cuando salvó dos intentos de Lavezzi y el conjunto del Viaducto continuó insistiendo. Se fue Cristian Llama por la punta izquierda, mandó un centro que cabeceó Óbolo en el primer palo y fue el gol del empate.
Cambió todo abruptamente en el estadio. Festejaba el puñado de hinchas de Arsenal (a la postre quedó demostrado que habían compartido la tribuna con silenciosos y correctos simpatizantes locales, que se quedaron a aplaudir la vuelta olímpica) que reclamaba "por qué no gritan `dale campeón` y los de Boedo pasaron a cantar: "Hay que gritar, señor hay que gritar y vamos San Lorenzo que tenemos que ganar".
Pero hasta el final del primer tiempo Cuenca continuó imbatible, porque salvó otras dos, frente a Fernández, quien metió un cabezazo violento y también sacó al corner el posterior remate de Tula.
San Lorenzo salió "cambiado" en el segundo tiempo y antes del minuto, Osmar Ferreira mandó un centro desde la izquierda que Fernández conectó en el aire y la pelota entró cerca del palo izquierdo del arquero. No pasó mucho tiempo después del renovado festejo generalizado que Diego Rivero entró a fondo por derecha, mandó un centro y cuando entraba Lavezzi al área fue derribado por Sekagya. Penal y gol de "La Gata" Fernández, que definió a la derecha del arquero Cuenca.
Arsenal no se dio por vencido nunca pero todo el público local festejaba otra vez y los jugadores de San Lorenzo no volvieron a equivocarse porque lucharon y pelearon cada metro y cada pelota. El asedio de Arsenal duró hasta la media hora pero después San Lorenzo retomó el control y hasta pudo coronar la tarde con una goleada más abultada, porque Cuenca le desvió al corner un tiro de gol al ingresado Darío Bottinelli.
El técnico Gustavo Alfaro entendió que la superioridad que demostró San Lorenzo no se solucionaba ni con cambios, en tanto que su colega Díaz ordenó las tres variantes reglamentarias, para facilitar aplausos a tres consagrados.
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