Y una noche, el “Rojo” volvió a gritar campeón
No fue una noche más para Independiente la noche del sábado. Fue una noche de reencuentros, de alegría y emociones luego de los noventa minutos, donde el equipo de Calveyra y Bettendorff derrotó a La Vencedora y aseguró el ascenso con tres fechas de anticipación.
Haciendo un balance de lo que ha sido la campaña del “Rojo” en el torneo del ascenso, los números hablan por sí solos, marcó 43 goles, le convirtieron solamente 7. Por momentos jugó muy buen fútbol, mezcló experiencia con juventud y ha sido sin lugar a dudas, el mejor de todos en el torneo del ascenso.
A la noche del sábado todos la vivieron con nerviosismo, con expectativa. Pero los goles de Lisandro González y el golazo de Luis Dorrego de tiro libre, aflojaron tensiones y solamente hubo que esperar el pitazo final para desatar toda la euforia, la alegría contenida por años. Más de uno dejó correr una lágrima, seguramente recordando a los que ya no están y tanto han hecho por la centenaria institución del Barrio Norte.
Repasar la riquísima historia del fútbol de Independiente obliga a recordar al arquero Badano, que tuvo su valla invicta con el equipo campeón del 25, pasando por “Coreala” Peralta o recordando a jugadores que partieron siendo muy jóvenes y dejaron su sello, como Jorge “Monito” Marín, “Scotta” Morales, “Dumbo” Doello Jurado, Pedrito Bossio , “Bochín” Risso, el “Paisano” Mendoza, “Quicola” Giménez y muchos más. Al momento de los festejos, todos recordaron con cariño y con lágrimas a Daniel “Cachito” Viviani, desaparecido la semana anterior y ferviente hincha del “Rojo”.
Dentro de los festejos, los más veteranos se acordaron de “Batata” y “Quilla” Timón, alguno habló de “Tingo” Silva y también mencionaron al “Tengue” Galguera. Los recuerdos volaron años atrás y aparecieron los nombres de Carlos Frascuelli, José Antúnez, Mencio Gómez, “Candombe” Roldán, el “Ñato” Delguis y el querido y recordado Luis María Bettendorff, incansable luchador e iniciador del proyecto educativo que merecidamente lleva su nombre.
Independiente vuelve a meterse en el fútbol grande, por méritos propios y sin que nadie se atreva a cuestionarlo. Por eso el festejo, por eso la alegría, por eso las lágrimas. Porque hubo que esperar 39 años para que el “Rojo” del Barrio Norte volviera a salir campeón.
Por eso la noche del sábado fue una noche distinta. Fue una noche que se tiñó de rojo y en donde todo un barrio festejó un título que también celebraron muchos allá arriba. Salud campeón, bienvenido a Primera, viejo y glorioso Independiente.
A la noche del sábado todos la vivieron con nerviosismo, con expectativa. Pero los goles de Lisandro González y el golazo de Luis Dorrego de tiro libre, aflojaron tensiones y solamente hubo que esperar el pitazo final para desatar toda la euforia, la alegría contenida por años. Más de uno dejó correr una lágrima, seguramente recordando a los que ya no están y tanto han hecho por la centenaria institución del Barrio Norte.
Repasar la riquísima historia del fútbol de Independiente obliga a recordar al arquero Badano, que tuvo su valla invicta con el equipo campeón del 25, pasando por “Coreala” Peralta o recordando a jugadores que partieron siendo muy jóvenes y dejaron su sello, como Jorge “Monito” Marín, “Scotta” Morales, “Dumbo” Doello Jurado, Pedrito Bossio , “Bochín” Risso, el “Paisano” Mendoza, “Quicola” Giménez y muchos más. Al momento de los festejos, todos recordaron con cariño y con lágrimas a Daniel “Cachito” Viviani, desaparecido la semana anterior y ferviente hincha del “Rojo”.
Dentro de los festejos, los más veteranos se acordaron de “Batata” y “Quilla” Timón, alguno habló de “Tingo” Silva y también mencionaron al “Tengue” Galguera. Los recuerdos volaron años atrás y aparecieron los nombres de Carlos Frascuelli, José Antúnez, Mencio Gómez, “Candombe” Roldán, el “Ñato” Delguis y el querido y recordado Luis María Bettendorff, incansable luchador e iniciador del proyecto educativo que merecidamente lleva su nombre.
Independiente vuelve a meterse en el fútbol grande, por méritos propios y sin que nadie se atreva a cuestionarlo. Por eso el festejo, por eso la alegría, por eso las lágrimas. Porque hubo que esperar 39 años para que el “Rojo” del Barrio Norte volviera a salir campeón.
Por eso la noche del sábado fue una noche distinta. Fue una noche que se tiñó de rojo y en donde todo un barrio festejó un título que también celebraron muchos allá arriba. Salud campeón, bienvenido a Primera, viejo y glorioso Independiente.
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