Animales sueltos en las rutas
Un colectivo de larga distancia embistió el viernes en horas de la madrugada a una vaca y quedó cruzado sobre la autovía 14, a la altura de Concepción del Uruguay. Por milagro no hubo que lamentar muertos ni heridos, excepto el animal.
De acuerdo a la legislación vigente, cuando la autoridad detecta un animal suelto en la ruta y si logra reconocer su marca localizando a su propietario, lo hace merecedor de una multa que oscila entre los 100 y los 300 litros de nafta súper como valor estimativo. Se trata hasta aquí de una contravención. Pero si ese animal genera un accidente por el cual se pierden vidas humanas, entonces las sanciones se conocerán luego de las acciones civiles y penales que deberá afrontar el propietario de esa marca.
Pero más allá de estos datos, es imperioso que los ganaderos cobren más consciencia a la hora de cuidar la circulación y el tránsito de sus animales. No es menor el dato que aportó la Policía Rural de Entre Ríos y que indica que tan sólo durante el año pasado se llegaron a secuestrar 850 animales sueltos en las rutas entrerrianas. Es evidente que la problemática lejos de superarse, se incrementa… y este incremento tiene responsables: los propios propietarios de animales.
Lamentablemente, las rutas entrerrianas tienen –casi sin excepción- demasiados antecedentes de accidentes por animales a su vera o directamente caminando por la cinta asfáltica. Hay que tener en cuenta el riesgo que implica esta situación.
No se trata de ausencia de controles, porque son innumerables las acciones de prevención en las que actúa el personal policial para retirar de las rutas a los animales. Pero es imposible controlar todo, todo el tiempo. Por eso se debe siempre apelar a la responsabilidad de los ganaderos propietarios.
Y lo otro que hay que señalar apunta a los legisladores. Porque si los animales sueltos en las rutas es un problema, esto lo es porque la legislatura no lo ha resuelto a través de una ley.
Hay que recordar que en el anterior período, el diputado provincial con mandato cumplido, Jaime Benedetti (Gualeguaychú) propuso un proyecto para que haya más controles sobre los animales sueltos en rutas. Si bien esa iniciativa logró la media sanción en la Cámara Baja el 14 de septiembre de 2011, nunca pudo prosperar en el Senado. Es más, ni siquiera la Cámara Alta alguna vez le dio tratamiento. Ignoró el asunto por completo, ejerciendo de manera irresponsable una actitud que ya se ha cobrado vidas humanas.
Aquella iniciativa, al margen de las acciones civiles y penales, proponía no sólo severas multas para el propietario de los animales sueltos, sino también treinta días de arresto a la persona en caso de que los animales “hubieren provocado lesiones graves, gravísimas o la muerte de alguna persona”. Y además, creaba un registro de infractores de acceso público. Y proponía la responsabilidad patrimonial subsidiaria del Estado por la “falta de servicio” cuando se produzcan este tipo de accidentes. Es urgente que la legislatura vuelva a plantearse este tema y no esperar por más accidentes.
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