Cuando se le falta el respeto a la gente
Si hay una falta de respeto a los ciudadanos por parte de los funcionarios políticos, es cuando a casi tres años de una elección ya se ponen a “imponer” nombres de futuros candidatos como si esa aspiración fuera un remate de una feria de baratijas.
No está mal la construcción política a largo plazo y para ello se necesita coherencia en las ideas, responsabilidad en la ejecución de los programas y respeto hacia los ciudadanos.
De esto debería aprender el ex ministro de Salud de Entre Ríos, Juan Giano, que hace 48 horas lanzó la propuesta que el actual gobernador Sergio Urribarri sea candidato a presidente en el 2015. No contento con ello, ayer propuso al actual intendente de Concordia, Gustavo Bordet, para que sea candidato a gobernador dentro de tres años. Y remató su ansiedad proponiéndose él mismo como candidato a intendente de Concordia.
Por suerte, muchos dirigentes que están en funciones suelen repetir que falta mucho tiempo para hablar de candidaturas y que primero hay que cumplir con las promesas electorales que se hicieron en su momento. No es este el caso de Giano, que actualmente se desempeña como primer Vocal en la poderosa Comisión Administradora de los Fondos de Salto Grande, ese gigantesco organismo que carece de vocación federal para los entrerrianos.
Como ex ministro, Giano fue incapaz durante toda su gestión de traspasar –como lo ordena la Constitución Provincial- los Centros de Salud que dependen del Ejecutivo entrerriano a los Municipios. Fracasó en algo elemental.
Tampoco como ministro pudo siquiera lograr que la Legislatura provincial aprobara una ley de Salud, que sigue siendo la gran deuda del oficialismo para con todos los entrerrianos.
Eso sí, a la hora de planificar candidaturas para dentro de tres años, cuando ni siquiera se sabe a ciencia cierta quiénes serán los candidatos para las elecciones intermedias del 2013, habla a las claras que algunos están obnubilados por el poder, aunque luego no se sepa muy bien qué hacer con ello.
Esta crítica no tiene nada que ver con empañar los méritos que pueda exhibir el actual gobernador o el intendente de Concordia, sino la de señalar la irrealidad de una propuesta que apenas balbucea un par de apellidos como si la construcción política fuera solamente eso: apellidos sin esbozar rumbos.
La ciudadanía, que por suerte está cada vez más politizada, tiene otra agenda, que incluye las preocupaciones del día a día y también los grandes sueños como comunidad. Pero de ahí a faltarle el respeto, señalando con el dedo, hay un trecho que anula la propia vocación democrática.
Cuando todavía no se han solucionado los problemas elementales de la gente, salir a proponer candidatos para dentro de tres años es un lujo que solamente los que dependen de los altos sueldos como funcionario pueden darse.
Giano debería ocuparse mejor de federalizar los fondos de Salto Grande para todos los entrerrianos y especialmente para los pueblos ribereños al sur de la represa, en vez de estar diseñando un mapa electoral anulando otras vocaciones.
Flaco favor le hace al gobernador e incluso al actual intendente de Concordia, anticipar una pretensión tan desmedida. No es que aspirar a la máxima magistratura en el orden nacional y provincial sea un despropósito. Todo lo contrario, es un gran honor para todo hombre que abraza la política. Pero hacerlo en este contexto es además de una desmesura, una gran torpeza política… casi una burla al propio pueblo.
De esto debería aprender el ex ministro de Salud de Entre Ríos, Juan Giano, que hace 48 horas lanzó la propuesta que el actual gobernador Sergio Urribarri sea candidato a presidente en el 2015. No contento con ello, ayer propuso al actual intendente de Concordia, Gustavo Bordet, para que sea candidato a gobernador dentro de tres años. Y remató su ansiedad proponiéndose él mismo como candidato a intendente de Concordia.
Por suerte, muchos dirigentes que están en funciones suelen repetir que falta mucho tiempo para hablar de candidaturas y que primero hay que cumplir con las promesas electorales que se hicieron en su momento. No es este el caso de Giano, que actualmente se desempeña como primer Vocal en la poderosa Comisión Administradora de los Fondos de Salto Grande, ese gigantesco organismo que carece de vocación federal para los entrerrianos.
Como ex ministro, Giano fue incapaz durante toda su gestión de traspasar –como lo ordena la Constitución Provincial- los Centros de Salud que dependen del Ejecutivo entrerriano a los Municipios. Fracasó en algo elemental.
Tampoco como ministro pudo siquiera lograr que la Legislatura provincial aprobara una ley de Salud, que sigue siendo la gran deuda del oficialismo para con todos los entrerrianos.
Eso sí, a la hora de planificar candidaturas para dentro de tres años, cuando ni siquiera se sabe a ciencia cierta quiénes serán los candidatos para las elecciones intermedias del 2013, habla a las claras que algunos están obnubilados por el poder, aunque luego no se sepa muy bien qué hacer con ello.
Esta crítica no tiene nada que ver con empañar los méritos que pueda exhibir el actual gobernador o el intendente de Concordia, sino la de señalar la irrealidad de una propuesta que apenas balbucea un par de apellidos como si la construcción política fuera solamente eso: apellidos sin esbozar rumbos.
La ciudadanía, que por suerte está cada vez más politizada, tiene otra agenda, que incluye las preocupaciones del día a día y también los grandes sueños como comunidad. Pero de ahí a faltarle el respeto, señalando con el dedo, hay un trecho que anula la propia vocación democrática.
Cuando todavía no se han solucionado los problemas elementales de la gente, salir a proponer candidatos para dentro de tres años es un lujo que solamente los que dependen de los altos sueldos como funcionario pueden darse.
Giano debería ocuparse mejor de federalizar los fondos de Salto Grande para todos los entrerrianos y especialmente para los pueblos ribereños al sur de la represa, en vez de estar diseñando un mapa electoral anulando otras vocaciones.
Flaco favor le hace al gobernador e incluso al actual intendente de Concordia, anticipar una pretensión tan desmedida. No es que aspirar a la máxima magistratura en el orden nacional y provincial sea un despropósito. Todo lo contrario, es un gran honor para todo hombre que abraza la política. Pero hacerlo en este contexto es además de una desmesura, una gran torpeza política… casi una burla al propio pueblo.
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