Debate por el cobro del plus
En Entre Ríos se está produciendo un debate entre las obras sociales y las entidades que nuclean a los profesionales de la salud, a raíz del cobro del plus a los pacientes.
Las obras sociales quieren aplicar severas sanciones a los médicos que cobran plus; y la Federación Médica de Entre Ríos (Femer) además pide que se sancione a las obras sociales que no paguen los acuerdos prestacionales en tiempo y forma.
En principio hay que señalar que es saludable este debate porque reconoce la existencia de una práctica que es ilegal, irregular y que genera mucho daño como es el cobro del plus.
Hay que señalar que por muchos años los médicos y sus organizaciones negaron la existencia del cobro del plus, pese a que era una práctica extendida en casi todas las especialidades.
Es cierto también lo que señalan los médicos: las obras sociales casi siempre pagan mal y tarde las órdenes de las prestaciones.
Es cierto por su parte lo que señalan las obras sociales: si hay un acuerdo prestacional con determinados aranceles, no se puede cobrar un plus.
Pero en el medio se encuentra el paciente, que es el que sustenta a la obra social y es quien depende del médico.
Las obras sociales y los médicos no deberían perder de vista en este saludable debate al paciente, que es además quien genera los recursos para que ambos subsistan.
Y otra cosa más: la existencia del plus también refleja la ausencia del Estado, porque se trata de una elemental y obvia evasión fiscal. Está claro que en ningún consultorio se otorga factura cuando se cobra plus.
Por eso se insiste que este debate es oportuno, y debería concentrarse en el mayor beneficio para el paciente y no tanto en la especulación de las obras sociales ni en la de las organizaciones de los profesionales de la salud. Si los médicos y las obras sociales pierden de vista al paciente, todo será un maquillaje.
Por otro lado, también hay que señalar que es oportuno que en la legislatura provincial se esté trabajando un proyecto de ley para sancionar el cobro del plus, donde seguramente las demandas de las obras sociales y las quejas de los médicos deberían tenerse en cuenta para un mejor servicio.
El cobro del plus en la provincia es un escándalo recurrente, donde el paciente siempre queda sin defensas atrapado en la puja entre las obras sociales y los médicos.
Hay que convenir que el cobro del plus es una irregularidad por donde se lo analice, porque vulnera confianzas, incumple con lo pautado en materia arancelaria, genera gastos extras innecesarios al paciente y para males es una evasión fiscal que a su vez carcome otros elementales derechos.
Es de anhelar que fruto de este debate se sancione una ley que permita tener mayores certezas al paciente a la hora de utilizar la obra social y elegir al profesional de su confianza. Además de eliminar de una vez por todas el cobro del plus por ser una práctica ilegal.
En principio hay que señalar que es saludable este debate porque reconoce la existencia de una práctica que es ilegal, irregular y que genera mucho daño como es el cobro del plus.
Hay que señalar que por muchos años los médicos y sus organizaciones negaron la existencia del cobro del plus, pese a que era una práctica extendida en casi todas las especialidades.
Es cierto también lo que señalan los médicos: las obras sociales casi siempre pagan mal y tarde las órdenes de las prestaciones.
Es cierto por su parte lo que señalan las obras sociales: si hay un acuerdo prestacional con determinados aranceles, no se puede cobrar un plus.
Pero en el medio se encuentra el paciente, que es el que sustenta a la obra social y es quien depende del médico.
Las obras sociales y los médicos no deberían perder de vista en este saludable debate al paciente, que es además quien genera los recursos para que ambos subsistan.
Y otra cosa más: la existencia del plus también refleja la ausencia del Estado, porque se trata de una elemental y obvia evasión fiscal. Está claro que en ningún consultorio se otorga factura cuando se cobra plus.
Por eso se insiste que este debate es oportuno, y debería concentrarse en el mayor beneficio para el paciente y no tanto en la especulación de las obras sociales ni en la de las organizaciones de los profesionales de la salud. Si los médicos y las obras sociales pierden de vista al paciente, todo será un maquillaje.
Por otro lado, también hay que señalar que es oportuno que en la legislatura provincial se esté trabajando un proyecto de ley para sancionar el cobro del plus, donde seguramente las demandas de las obras sociales y las quejas de los médicos deberían tenerse en cuenta para un mejor servicio.
El cobro del plus en la provincia es un escándalo recurrente, donde el paciente siempre queda sin defensas atrapado en la puja entre las obras sociales y los médicos.
Hay que convenir que el cobro del plus es una irregularidad por donde se lo analice, porque vulnera confianzas, incumple con lo pautado en materia arancelaria, genera gastos extras innecesarios al paciente y para males es una evasión fiscal que a su vez carcome otros elementales derechos.
Es de anhelar que fruto de este debate se sancione una ley que permita tener mayores certezas al paciente a la hora de utilizar la obra social y elegir al profesional de su confianza. Además de eliminar de una vez por todas el cobro del plus por ser una práctica ilegal.
Este contenido no está abierto a comentarios