Educar, la clave
En estos días se ha divulgado una estadística a nivel nacional respecto al consumo de alcohol en la Argentina, el que ha vuelto a sorprender por datos que revelan un significativo aumento de la ingesta alcohólica.
Y es cuando vuelve a hablarse de la necesidad de adoptar medidas preventivas que desalienten el consumo de alcohol, sobre todo en la franja más joven de población que es la más afectada por el fenómeno.
Si se considera que la ecuación alcohol-drogas es la que más estragos produce, nadie podría estar en desacuerdo con la propuesta de la prevención como una de las soluciones a las cuales acudir para evitar que el mal avance y se propague en detrimento de la salud pública, que termina siendo la más afectada al causar sensible merma al capital humano del país.
Aunque el alcohol es un mal generalizado en el mundo, lo cual de tanto en tanto obliga a la Organización Mundial de la Salud a recomendar periódicamente a los países sobre la conveniencia de atacar la enfermedad en su raíz misma, todavía se discute cuál es el método más conveniente y efectivo para proveer un ?antídoto? eficaz y confiable.
No negamos que prevenir es lo clásico, lo usual o corriente. Sobre el particular no debiera haber disidencias. Es mas, sin prevención la lucha contra el alcoholismo estaría destinada al fracaso. Lo que nosotros sostenemos es que la prioridad para combatir el alcoholismo debe pasar, sí o sí, por el meridiano de la educación: educar, educar, educar es el secreto, la fórmula más sabia y confiable y la que mejores resultados asegura.
Educar desde las ?salitas? y después desde todas las aulas, para que se haga carne en los futuros hombres y mujeres que beber es empezar a envenenarse gota a gota, vaso a vaso, y que el alcohólico es un condenado a muerte a edad prematura.
En la escuela debe comenzar la lucha contra el vicio nefasto y degradador de la persona humana. En ese ámbito hay que iniciar un combate que, aunque silencioso, sin uso de armas, nos permitirá asegurar la libertad plena del hombre, lo cual nos permitirá la posibilidad de vivir en el seno de sociedades más libres y felices.
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