La Corte y la dosis pediátrica
Por lo que ha trascendido, existiría un marcado malestar en el seno de la Corte Suprema de Justicia debido a la manifiesta desobediencia en que han incurrido tanto el Poder Ejecutivo Nacional como el Poder Legislativo, al hacer caso omiso a la orden del máximo Tribunal de la República en favor de las jubilaciones.
Como se recordará, en un fallo inédito, la Corte ordenó que mediante la sanción de una ley se dispusiera la movilidad de las jubilaciones, cosa que en buen romance significa restituir el 82 por ciento. Este beneficio había sido eliminado en su momento a través de un acto artero de Domingo Caballo cuando era ministro de Economía. En esa oportunidad, diputados y senadores agacharon la cabeza y convalidaron el despojo.
Por toda respuesta, el poder político dispuso a partir del primero de enero un reacomodamiento de los haberes jubilatorios de un l3 por ciento, que en lo que va del año ya ha sido licuado por un proceso inflacionario que, mal que le pese a la genuflexa intervención del INDEC, está destruyendo los ingresos de los activos y pasivos.
El actual Gobierno se jacta de que durante su gestión se aumentaron en forma reiterada las jubilaciones. Pero sólo las mínimas, porque el resto fueron mantenidas congeladas en el insensible freezer oficial. Habrá que convenir que las reactualizaciones de las jubilaciones mínimas no significan de ninguna manera aumentos. Se trata de un recupero para hacer menos dolorosa la pérdida del poder adquisitivo de un salario jubilatorio que jamás estuvo a corta distancia del costo de la canasta familiar y que muy por el contrario, se encuentra cada día más lejos.
Mientras tanto, nuestros diputados y senadores nacionales siguen sin dar señales de haber receptado la orden de la Corte. Se diría que la olvidaron rápidamente. En cambio, no olvidaron aumentarse las dietas... ¡y en un 26 por ciento!. Es que no es fácil vivir con nueve mil pesos mensuales.
El gobierno y los legisladores demuestran tener buena memoria cuando de defender sus intereses se trata. Sin embargo, cuando se trata de conformar a los jubilados, lo hacen a través del recurso del goteo o el de la "dosis pediátrica".
Este contenido no está abierto a comentarios