La necesidad de comunicación
Gracias a la red de redes, el acceso a otras verdades y otras opiniones no sólo es posible sino que se ha transformado en un gran recurso.
Por ejemplo, gracias a los blogs, los navegantes de internet han podido acceder con frecuencia a información que los grandes medios de comunicación les ocultaban.
¿Qué es exactamente un blog? Es la abreviatura de weblog, que puede traducirse casi literalmente como “diario de a bordo en la red”. Pero en rigor, funcionan como diarios personales en línea realizados con programas sencillos que permiten escribir un texto en la computadora y, al conectarse, enviarlo instantáneamente para que se publique en una página web construida a tal efecto.
Los blogs combinan fácilmente información y opiniones, y los más serios disponen de un vínculo que remite a una fuente original, que puede ser otro blog o un artículo que el bloguero (el autor) comenta o señala a su público (lectores).
El primer blog reconocido como tal data del 7 de octubre de 1994 y se atribuye a Dave Winer, programador e impulsor del programa Manila, uno de los software más utilizados.
Hay weblog célebres y que hicieron historia, pese a su corta edad tecnológica. Por ejemplo, el bloguero más famoso es un iraquí que responde al seudónimo de Salam Pax (“Paz” en árabe y en latín). Su estilo mordaz arremetió primero contra Saddam Hussein, luego contra los bombardeos y más tarde contra los ocupantes estadounidenses. Salam Pax fue capaz de mostrar en su blog una imagen más real de la vida en Bagdad –antes, durante y después de la invasión militar– que la mayoría de los corresponsales extranjeros.
Los periodistas lo acusaron de ser un agente de la dictadura, luego de la CIA, pero la frescura de su mirada atrajo a su sitio a tantos visitantes que casi hizo saltar los servidores. Los medios de comunicación más importantes del mundo le dedicaron artículos y finalmente el diario The Guardian de Londres lo contrató como cronista.
Sin embargo, no hay que equivocarse en cuanto a la importancia del fenómeno. El número de personas que consulta los blogs no es considerable. Si bien los blogs suscitan un interés creciente entre los internautas, no son aún una fuente de información y comentarios para la mayoría de los usuarios.
De todos modos, su uso se está expandiendo a lo largo y ancho del mundo. El fenómeno se ubica en la línea de lo que constituye la principal característica de la red: la comunicación “entre todos” u horizontal, como el correo electrónico y las mensajerías instantáneas. Y como todo lo que ocurre en la red de redes, su principal característica pareciera sustentarse en dar “muerte” a la distancia y no tanto en establecer una comunicación definida por el interés general; no le interesa la división de lo privado y lo público. Y si toma la imagen de un diario personal, luego la distorsiona porque propone una lectura colectiva, que a su vez recibe aportes y remite a otras fuentes o escritos. Por eso no es un diario íntimo, aunque generalmente muestra una mirada íntima y personal; tampoco es un diario en el sentido tradicional o periodístico, aunque muchas veces represente mejor a la realidad.
¿Qué es exactamente un blog? Es la abreviatura de weblog, que puede traducirse casi literalmente como “diario de a bordo en la red”. Pero en rigor, funcionan como diarios personales en línea realizados con programas sencillos que permiten escribir un texto en la computadora y, al conectarse, enviarlo instantáneamente para que se publique en una página web construida a tal efecto.
Los blogs combinan fácilmente información y opiniones, y los más serios disponen de un vínculo que remite a una fuente original, que puede ser otro blog o un artículo que el bloguero (el autor) comenta o señala a su público (lectores).
El primer blog reconocido como tal data del 7 de octubre de 1994 y se atribuye a Dave Winer, programador e impulsor del programa Manila, uno de los software más utilizados.
Hay weblog célebres y que hicieron historia, pese a su corta edad tecnológica. Por ejemplo, el bloguero más famoso es un iraquí que responde al seudónimo de Salam Pax (“Paz” en árabe y en latín). Su estilo mordaz arremetió primero contra Saddam Hussein, luego contra los bombardeos y más tarde contra los ocupantes estadounidenses. Salam Pax fue capaz de mostrar en su blog una imagen más real de la vida en Bagdad –antes, durante y después de la invasión militar– que la mayoría de los corresponsales extranjeros.
Los periodistas lo acusaron de ser un agente de la dictadura, luego de la CIA, pero la frescura de su mirada atrajo a su sitio a tantos visitantes que casi hizo saltar los servidores. Los medios de comunicación más importantes del mundo le dedicaron artículos y finalmente el diario The Guardian de Londres lo contrató como cronista.
Sin embargo, no hay que equivocarse en cuanto a la importancia del fenómeno. El número de personas que consulta los blogs no es considerable. Si bien los blogs suscitan un interés creciente entre los internautas, no son aún una fuente de información y comentarios para la mayoría de los usuarios.
De todos modos, su uso se está expandiendo a lo largo y ancho del mundo. El fenómeno se ubica en la línea de lo que constituye la principal característica de la red: la comunicación “entre todos” u horizontal, como el correo electrónico y las mensajerías instantáneas. Y como todo lo que ocurre en la red de redes, su principal característica pareciera sustentarse en dar “muerte” a la distancia y no tanto en establecer una comunicación definida por el interés general; no le interesa la división de lo privado y lo público. Y si toma la imagen de un diario personal, luego la distorsiona porque propone una lectura colectiva, que a su vez recibe aportes y remite a otras fuentes o escritos. Por eso no es un diario íntimo, aunque generalmente muestra una mirada íntima y personal; tampoco es un diario en el sentido tradicional o periodístico, aunque muchas veces represente mejor a la realidad.
Este contenido no está abierto a comentarios