Obras son amores
En los últimos años, la ciudad ha experimentado las saludables consecuencias de una verdadera eclosión de progreso, con el agregado que la misma está beneficiando a sectores hasta ayer marginados del desarrollo comunitario.
En el comienzo de esta semana, nuestra hoja dio cuenta de una muy buena noticia, como es el anuncio de una importante obra que ha venido a dar respuesta a un viejo sueño suburbano de contar con el servicio de cloacas.
De acuerdo a lo informado oficialmente los vecinos de Suburbios Sur,
en el próximo mes de agosto tendrá trescientas familias conectadas a la red cloacal comunitaria. Cuando ello suceda, las antiguas letrinas habrán pasado a ser un simple recuerdo del atraso que por décadas padecieron miles de gualeguaychenses por verse obligados a vivir alejados del centro.
Gracias al esfuerzo mancomunado del consorcio, desde los primeros días de enero 2007 se han tendido cuatro kilómetros lineales de cañerías cloacales con un costo ínfimo si se lo compara con la magnitud del beneficio a recibirse.
La vecindad de Suburbios Sur es un claro ejemplo de lo que se puede y se debe hacer en el seno de cualquier comunidad cuando existe la voluntad de crecer y de no resignarse a no disfrutar del progreso que han alcanzado otros. Pero también es cierto que la voluntad y el esfuerzo no bastarían sino se dispusiera de la respuesta afirmativa de sus gobernantes, que mucho tienen que ver con la eclosión de progreso que mencionamos al principio.
Si la inquieta vecindad de Suburbios, ante algunas adversidades hubiera bajado los brazos, la obra de las cloacas seguramente que hubiera quedado a mitad de camino. Felizmente, el protagonismo que ha tenido la actual gestión municipal ha posibilitado que trescientas nuevas familias, tal vez las más humildes de todas, puedan dejar atrás un pasado de largas frustraciones, porque a partir de agosto estarán en igualdad de condiciones, en lo que a servicios sanitarios se refiere, con los demás ciudadanos de Gualeguaychú.
Y no es poca cosa lo logrado. Es, sin duda, un gran logro que a los primeros que halaga y distingue es a los propios vecinos.
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