Poderes paralelos
Argentina debe ser uno de los pocos países, por no decir el único, donde el poder político es ejercido, por ejemplo, por el poder sindical que a partir de una rara simbiosis ideológica, se da el lujo de fijar ciertas y determinadas pautas para gobernar.
Entre nosotros, la CGT ha vuelto a transformarse en un poderoso gobierno paralelo, lo cual le permite a determinados sujetos o dirigentes convertirse en casi omnímodos señores que hacen y deshacen a su antojo.
En estos días, por ejemplo, ha logrado apoderarse de ese bastión que son las obras sociales, desde donde se puede, y en la práctica se hace, orientar y reorientar todas las políticas que a entender del Sr. Moyano deben ser ejecutadas con prescindencia, por ejemplo, del Poder Legislativo que, en la realidad, ha pasado ser un convidado de piedra a la hora de aplicar las grandes decisiones políticas de la República.
Tan cierto es lo que expresamos que en esta horas trascendió que el Sr.Moyano tiene a estudio un revolucionario proyecto para que el papis no caiga en las fauces de la crisis que inevitablemente sobrevendrá. Es que habiendo desistido de su idea de exigir el pago del aguinaldo doble o una mejora salarial de emergencia, a lo cual se han opuesto terminantemente los empresarios, la CGT tiene pensado una reducción de los ingresos de los trabajadores a los que, por supuesto, nadie consultará.
Frente a la enorme incidencia del fenómeno inflacionario que aflige a la República es cuando menos una tragi-comedia proponer meterle la mano en los bolsillos a quien trabaja. Fijar una reducción de los salarios frente a la actual situación socio.económica nacional supone hundir en la angustia y en la desesperación a millones de familias, cuya inmensa mayoría en el ahora no llegan al día diez con un peso en el bolsillo.
Pedirle un sacrificio más a quien vive peleando a brazo partido para subsistir es una pretensión casi alocada. En todo caso que sea el Sr. Moyano y quienes lo secundan como dirigentes sindicales que tengan el coraje patriótico de renunciar a sus ingresos millonarios y vivan con el haber mínimo de un simple laburante. Desde ya que huirían espantados.
Si en la vida no se predica con el ejemplo lo demás es simple paparruchada..
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