Que el ruido no nos oculte la realidad
Un nuevo peligro, exportado desde Sudáfrica, puede agitar la vida de los argentinos: el uso de las vuvuzelas oficialistas.
Las cornetas que ensordecen multitudes en los diferentes estadios sudafricanos podrían estar llegado a la Rosada o a Olivos, que para el caso es lo mismo, con una sola finalidad, como es de entretenernos durante un lapso de treinta días y asícometer algunas travesuras, entre ellas la embestida contra los bancos, sin son privados mejor.
Pese a la escasa difusión que se le ha dado, lo que se estaría “cocinando” puertas adentro del poder político gobernante, se sabe que está en su etapa final la “construcción” del proyecto de Carlos Heller para la concreción de una extraña reforma del sistema financiero, razón por lo cual el ex presidente Néstor Kirchner (para muchos el ministro de Economía sin cartera) habría ordenado acelerar el proyecto en cuestión pese a saber que mientras dure el mundial de fútbol el Congreso de la Nación seguirá de vacaciones.
La reforma que ya suscita un pánico incipiente, produce espanto entre inversores y ahorristas ante el fundado temor de que, fiel a su estilo, los Kirchner intenten direccionar los créditos, tasas máximas y límites a los tamaños de los bancos.
Si se tiene en cuenta que Heller es un conocido banqueros con netas simpatías ideológicas en el socialismo cubano, si prospera la iniciativa de este aliado al kirchnerismo, lo único que se habrá conseguido es que el crédito sea más escaso y caro que, por otra parte, ha sido siempre un clásico del Gobierno
Lo que produce real escozor en el proyecto Heller es cuando se procura que el crédito llegue a más personas y a tasas cada vez más bajas, si prospera la iniciativa de aquel aliado del kirchnerismo, lo único que se logrará es que el crédito sea más escaso y caro, que, como se rumorea en la “city”, es un clásico del Gobierno.
Cuidado entonces: no sea que al aturdirnos con las vuvuzelas de Olivos se nos quite la posibilidad de pensar y obrar en silencio...
Pese a la escasa difusión que se le ha dado, lo que se estaría “cocinando” puertas adentro del poder político gobernante, se sabe que está en su etapa final la “construcción” del proyecto de Carlos Heller para la concreción de una extraña reforma del sistema financiero, razón por lo cual el ex presidente Néstor Kirchner (para muchos el ministro de Economía sin cartera) habría ordenado acelerar el proyecto en cuestión pese a saber que mientras dure el mundial de fútbol el Congreso de la Nación seguirá de vacaciones.
La reforma que ya suscita un pánico incipiente, produce espanto entre inversores y ahorristas ante el fundado temor de que, fiel a su estilo, los Kirchner intenten direccionar los créditos, tasas máximas y límites a los tamaños de los bancos.
Si se tiene en cuenta que Heller es un conocido banqueros con netas simpatías ideológicas en el socialismo cubano, si prospera la iniciativa de este aliado al kirchnerismo, lo único que se habrá conseguido es que el crédito sea más escaso y caro que, por otra parte, ha sido siempre un clásico del Gobierno
Lo que produce real escozor en el proyecto Heller es cuando se procura que el crédito llegue a más personas y a tasas cada vez más bajas, si prospera la iniciativa de aquel aliado del kirchnerismo, lo único que se logrará es que el crédito sea más escaso y caro, que, como se rumorea en la “city”, es un clásico del Gobierno.
Cuidado entonces: no sea que al aturdirnos con las vuvuzelas de Olivos se nos quite la posibilidad de pensar y obrar en silencio...
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