Unas elecciones que fueron ejemplares
Si algo caracterizaron a las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias de ayer es que se cumplió el ritual democrático de emitir el voto como una fiesta popular. No hubo que lamentar incidentes y el nuevo sistema debutó con mayores aceptaciones que críticas.
Por ejemplo, las mesas mixtas fue un acierto que incluso agilizó el tiempo que se tarda en sufragar.
Pero lo más importante es que se ha cumplido con la garantía de permitir que toda la ciudadanía pudiera participar.
El trabajo de concientización previa que realizó el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) está dando sus frutos, porque la sensibilización y accesibilidad de todas/os al proceso eleccionario nacional se ha cumplido casi sin excepción.
No solamente se garantizó la accesibilidad, sino también el trato adecuado a las personas con dificultades motrices, el respeto a la diversidad sexual, fueron algunos de los puntos que más han mejorado los estándares de la calidad democrática.
No es casual que todas las mesas electorales de todas las escuelas, en todos los distritos, hayan tenido un instructivo para garantizar el acceso pleno de la población al voto, independientemente de las barreras físicas, comunicacionales o socioculturales.
De hecho, fue muy pertinente la confección del material elaborado a este respecto, analizado en las capacitaciones para las autoridades de mesa, e incluso enviado con las urnas a las distintas localidades. En el capítulo de Accesibilidad Electoral del Manual de Capacitación para autoridades de mesas, estuvieron claramente especificadas las recomendaciones sobre la accesibilidad electoral (el cuarto oscuro accesible), pero también cómo relacionarse con personas con discapacidad motriz o movilidad reducida, discapacidad visual y auditiva, entre otros ítems.
El universo beneficiado fue muy amplio y abarcó a personas con limitaciones en su desplazamiento, visión, como a los adultos mayores, a las mujeres embarazadas y a las personas con diversas “discapacidades invisibles” como los que padecen cardiopatías, pacientes dializados u oncológicos, entre otros.
Otro punto importante es que en estas elecciones se han caracterizado por el respeto a la identidad de género.
Sin duda que erradicar la discriminación es un deber del Estado y un compromiso que todos los ciudadanos deben aportar en sus conductas diarias. Por eso es necesario consolidar las medidas que promueven la inclusión y la igualdad en el ejercicio de los derechos plenos que tienen todos los ciudadanos.
El otro aspecto significativo es el alto porcentaje de votantes. Si bien se trataron de elecciones obligatorias, el porcentaje de personas que salieron a defender sus convicciones por medio del voto fue más elevado que en otras jornadas. Y lo más importante: las elecciones transcurrieron en un clima de paz e incluso de alegría, como debe ser.
Ahora comienza otra etapa de cara a las elecciones generales del 23 de octubre. Es de esperar que las campañas partidarias sumen perspectivas de construcción ciudadana y no aturdan tanto con denuncias que nunca tienen destino en la Justicia. Que cada expresión política pueda construir su espacio sin necesidad de destruir al otro, que busquen diferenciarse por méritos propios que por señalar defectos ajenos.
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