.
Cristina Kirchner denunció un “festival de importaciones” y apuntó contra el BCRA y el Ministerio de Producción
Cristina Kirchner reapareció luego de la salida de Matías Kulfas del ministerio de Producción y envió un fuerte mensaje hacia el área que ahora controla Daniel Scioli por el control de las importaciones y las exportaciones.
La Vicepresidenta denunció un “festival de importaciones” haciendo referencia a que hay muy poco monitoreo sobre lo que hacen las empresas y apuntó contra el Banco Central que conduce Miguel Pesce y la Aduana, dependiente de la AFIP, cuya titular es Mercedes Marcó del Pont.
“En el ranking de países evasores Argentina ocupa el tercer puesto. En nuestro país la recaudación representa el 28% del PBI cuando debería representar el 45%. Los primeros son Guyana y Chad. Segundo está Malta. Y el tercero es Argentina junto a Comoras, a Zambia, a Paquistán y no me acuerdo a qué otro país más. Junto a este podio de países evasores tenemos otro podio: en los países con formación de activos en el exterior también somos terceros. Miren qué casualidad”, comenzó la ex presidenta.
Y continuó: “No nos faltan dólares, están afuera. Y ese es el problema que hoy tenemos. La escasez en dólares y la economía bimonetaria. En realidad, la necesidad de tener dólares para financiar las importaciones -otro problema de la producción- se forma en activos en el exterior. No es que no haya o nos falten o que la economía argentina no produce. Produce dólares que se evaden de muchísimas formas: importaciones, hay festival de importaciones. Y creo que el Gobierno debe pensar cómo articular más adecuadamente Banco Central, ministerio de la Producción -que administra el comercio exterior, autoriza las importaciones-, AFIP en la Aduana, porque fija los precios de referencia y controla que no haya sub y sobre facturación. Y el BCRA. Eso tiene que ser articulado, lo cual no estaría sucediendo”.
“En Argentina 600 empresas explican el 75% de las exportaciones. Y el otro 25% de las importaciones lo explican 24 mil empresas. No es tan difícil controlar esto”, sentenció.
En sintonía con esto y con su presentación por los 100 años de YPF algunas semanas atrás, la Vicepresidenta retomó la discusión con Techint y utilizó a esta empresa para dar un ejemplo: “Si vos tenés una empresa multinacional de la magnitud de Techint y además tenés la posibilidad de hablar con sus directivos, pedile que los 200 millones de dólares que les tienen que pagar a su subsidiaria en Minas Gerais, Brasil, la financien ellos o pidan un crédito en el BNDES, que lo van a conseguir, y entonces no tengo que darles 200 millones de dólares a $127 para que me importen eso. Estas cosas son también usar la lapicera”.
“Esto es tener funcionarios que funcionen, que se sienten a discutir, a discutirles, no hay que agacharles la cabeza. No hay tampoco que pelearles, hay que discutir, sugerirle orientaciones”, añadió.
Vinculando justicia con importaciones, la ex mandataria aprovechó, como suele ser costumbre, para criticar al Poder Judicial: “Entre enero de 2021 y marzo de 2022, salieron 1847 millones de dólares de importaciones autorizadas por jueces y fiscales con amparos. Donde hay una necesidad de dólares ahí habrá un juez y un fiscal para darles dólares a los importadores. El tema es si las necesidades son del pueblo no hay derecho, no hay justicia, no hay fiscal y no hay jueces. Si la necesidad es de los poderosos hay. Esto es hoy el partido judicial, hoy no hay más poder judicial, hay partido judicial que ha tomado partido”.
En medio de las referencias económicas, CFK se tomó un instante para hacer referencia a la interna que vive el oficialismo desde hace varios meses por las diferencias sobre el rumbo que lleva la gestión de Alberto Fernández. En clave electoral, la titular del Senado afirmó: “La unidad del Frente de Todos nunca estuvo ni estará en discusión”.
La Vicepresidenta también mencionó la deuda contraída por el gobierno de Cambiemos y exteriorizó su disgusto con el Ministerio de Economía: “Todo proceso de evasión, primero tuvo un proceso de endeudamiento. Para que yo pueda sacar dólares de la Argentina, primero tengo que ingresarlos. Este proceso ultrainflacionario es el producto del endeudamiento criminal del macrismo. Cada vez que el país se endeuda en dólares, la economía bimonetaria hace saltar al país por los aires. Lo tienen que entender todos los argentinos. Fueron los cuatro años de endeudamiento brutal y duro los que nos trajeron hasta acá, más allá de las diferencias que yo tengo con la gestión en el día a día para abordar esto y fundamentalmente para hablar con la sociedad y contarle estas cosas”.
Otro pasaje fuerte del discurso fue cuando apuntó contra los movimientos sociales en general y el Movimiento Evita, que conduce Emilio Pérsico, en particular: “Los piqueteros en la República Argentina son hijos de las políticas neoliberales de los años 90. No nacieron con ningún gobierno populista. Fueron producto de los altos índices de desocupación y de la falta de oportunidades. El Estado nacional debe recuperar el control, la auditoría y la aplicación de las políticas sociales, que no pueden seguir tercerizadas”.
Sobre el final, Cristina Kirchner retomó el tono electoral, recordó la creación de Unidad Ciudadana en 2017 y envió un mensaje a la coalición y a la militancia: “No olvidemos de dónde venimos y por qué ganamos. Y no lo hagamos únicamente por ganar las elecciones. Ganar las elecciones para no cambiar nada, mejor quedarse en la casa”.