El Papa recibió a Evo Morales en el Vaticano
La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que ayer, el Santo Padre recibió, en el Palacio Apostólico Vaticano, al presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Juan Evo Morales Ayma. El quinto encuentro entre el Pontífice y el mandatario boliviano duró unos 28 minutos y no hubo el habitual intercambio de regalos.
Evo Morales saludó al Pontífice con un: “Hermano Papa. Buen día” y seguidamente como es tradicional, el Santo Padre saludó uno a uno a los miembros de la delegación, compuesta por el ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Huanacuni, y el ministro de Justicia y Transparencia, Héctor Arce Zaconeta.
También integraron la delegación boliviana el Agente de la Causa Marítima ante el Tribunal de la Haya, Eduardo Rodríguez Veltz y el asesor de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (DIREMAR), Emerson Calderón.
El presidente en funciones del país andino, Álvaro García Linera, subrayó en rueda de prensa que Morales hablaría específicamente con el Pontífice de la petición a Chile para contar con una salida al mar y la demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre este tema.
En una rueda de prensa anterior a la reunión con Francisco en un hotel de la capital italiana, Morales evitó contestar sobre si hablaría de la demanda marítima al asegurar que la “agenda estaba abierta” y que él sabía “cuáles eran los temas importantes”.
“Escuchar al hermano Papa es siempre importante. Tenemos una enorme coincidencia en el pensamiento y el sentimiento sobre la humanidad. Para mí es una alegría esta reunión y es solamente para que le pueda expresar nuevas ideas e iniciativas”, respondió Morales.
Asimismo explicó a la prensa que no viene a “quejarse” de algunos obispos del país en un momento de tensas relaciones entre el gobierno y la Iglesia católica, a causa del rechazo de la Conferencia Episcopal Boliviana a la decisión del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de habilitar la postulación indefinida de Evo Morales a la presidencia del país.
Con este fallo “se han roto los principios básicos de la democracia” y se “abre el camino al totalitarismo y al dominio del más fuerte, con el consiguiente menoscabo de la libertad del pueblo”, advirtieron los obispos bolivianos recientemente.
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